lunes, 23 diciembre 2024 - 12:22

Ley Ómnibus. El oficialismo logró dictamen negociando con la oposición cómplice, pero va a una sesión muy difícil

Después de varias jornadas de interminables debates, negociaciones extraparlamentarias y exposiciones de distintos sectores afectados por la ley que mayoritariamente se oponían a la misma, el gobierno logró este miércoles a la madrugada, con el respaldo de bloques opositores dialoguistas y cómplices, emitir dictamen. Con la intención de aprobar el grueso de los cambios presentados, el Ejecutivo había enviado el lunes al Congreso 100 modificaciones al proyecto original. La cantidad de artículos se redujo de 664 a 523. Se vota jueves y viernes.

“Con el presidente estuvimos viendo los puntos que tuvimos que modificar por lógicas razones, hay que negociar con el Congreso”, apuntó el diputado de Avanza Libertad y presidente de Presupuesto y Hacienda, José Luis Espert, el lunes al salir de la reunión con Milei en Olivos adelantando que desde el oficialismo iban a “a tratar de dictaminar cuanto antes e ir al recinto para que lo más rápido posible tengan la media sanción.” Durante el encuentro, el guardián de Milei en Diputados y el jefe de Estado evaluaron las dos semanas de sesiones informativas desarrolladas en el plenario de las comisiones (Legislación General, Presupuesto y Hacienda y Asuntos Constitucionales), donde asistieron ministros del Poder Ejecutivo nacional y más de 200 instituciones, organizaciones sociales, referentes sindicales, ONG’s, empresas, representantes la sociedad civil y distintos sectores afectados por la ley, quienes muy mayoritariamente se opusieron al proyecto.

“No negociamos, no lo hicimos ahora y no lo haremos jamás”, advirtió al comienzo de la semana el vocero presidencial, Manuel Adorni, en la conferencia de prensa de la sede del Poder Ejecutivo, ya que el gobierno nunca va a aplicar el “modelo de toma y daca” de la política, aunque luego tuvo que aclarar por qué presentaron cambios al megaproyecto de Ley Ómnibus. “No se cambió nada”, sino que “con distintos sectores entendimos propuestas para mejoras en la ley y actuamos en consecuencia”. En realidad, el proyecto final sí contiene cambios, aunque mantiene la esencia ajustadora y represiva del plan Milei.

En otras palabras, la Casa Rosada admitió que negoció modificaciones con la “oposición” dialoguista (el Pro, la UCR y Hacemos Coalición Federal), lo que terminó reflejándose en los números, aunque por debajo de la mesa también hubo reuniones con el PJ,. El oficialismo de la Cámara de Diputados logró este miércoles a la madrugada, con el respaldo del grueso de los bloques opositores amigos, emitir un dictamen favorable al proyecto de Ley Ómnibus, con lo cual esa iniciativa estará habilitada para ser debatida en una sesión maratónica que se realizará este jueves y viernes, donde se verá realmente hasta donde hay acuerdo o no. Si bien se oficializó la extensión de las sesiones extraordinarias hasta el 15 de febrero, La Libertad Avanza necesita que la extensa legislación empiece a tratarse en el recinto a fines de esta semana para ser remitido al Senado lo antes posible.

La letra chica

El primer borrador estuvo el jueves pasado por la tarde. El ministro de Interior, Guillermo Francos, lo acercó al despacho del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, como resultado de reiterados intercambios con buena parte de los bloques aliados, de la “oposición” amiga y probablemente también el ala “dura”. Las reuniones reservadas a su vez tuvieron lugar no muy lejos del Congreso en el Hotel Savoy. La UCR, Hacemos Coalición Federal y el Pro recibieron el texto final el domingo a la noche, el Congreso el lunes por la mañana y el gobierno ahora espera que el proyecto con más de 100 modificaciones, sea votado el próximo jueves, un día después del paro nacional.

Anunciada para las 18:30, recién pasadas las 21 pudo arrancar la comisión del 23 de enero. “Nosotros no creemos que la política va a ser la solución”, reconoció Santiago Santurio diputado de la Libertad Avanza (LLA) abriendo la séptima jornada. Y agregó “creemos que la política tiene que empezar a dejar de ocupar espacios para que los ciudadanos puedan hacer”. Si eso fuera lo que realmente pensaran desde el Poder Ejecutivo, no criminalizarían la protesta, no estaría en los planes desmantelar lo público, no gobernarían por decreto ni intentarían a toda costa dar luz verde un megaproyecto autoritario y de ajuste al bolsillo de los ciudadanos. “Hablamos aquí sabiendo que al oficialismo le va a importar muy poco lo que digamos, porque cada artículo de la Ley Ómnibus tiene un pedido del Fondo Monetario Internacional”, apuntaron desde el bloque del Frente de Izquierda Unidad, sosteniendo que es la izquierda quien se dirige “a la población, a todas aquellas personas que van a padecer las consecuencias.

Desde un comienzo la noche se mantuvo tensa, a cada movimiento un contraataque. “La Argentina necesita que el Estado le saque de encima el pie a los ciudadanos”, reiteró Santurio. A lo que Germán Martínez respondió diciendo: “este proyecto es un trípode de poder contribuido a la medida de los deseos hegemónicos de Javier Milei, junto con el DNU y la política económica de Caputo que hay que rechazar”, ya que según uno de los diputados de Unión por la Patria que más cacarea “termina con el fondo de garantías de sustentabilidad y va camino a la delegación de facultades, es decir a que el Ejecutivo haga lo que quiera”. Margarita Stolbizer, actual líder del Partido GEN y exdiputada de la UCR, comenzó su intervención poniendo el “foco en el deterioro cada vez más grande de la calidad de la democracia y nuestras instituciones, siendo en este caso el Poder Legislativo absolutamente responsable de ese deterioro.” No se trata de que el Ejecutivo se atribuya facultades legislativas, pero tampoco subordinar la función de los trabajadores al Parlamento, órgano que en definitiva se supone que ejerce la representación popular.

“Hemos defendido desde la Unión Cívica Radical las economías regionales “afirmó Natalia Silvina Sarapura, diputada del bloque de la UCR en Jujuy, dejando en claro también su preocupación por “los sectores que reivindican a la industria” y el “ataque que ha recibido la cultura”, entre otros. Lamentablemente, la criminalización de la protesta, un tema particularmente sensible en su provincia, no estaba en su agenda ni en la de ninguna de quienes votaron este dictamen escandaloso, dejando correr un salto represivo inaceptable.

Hasta derrocar la ley

Pasada la madrugada, los ánimos se iban caldeando cada vez más, ante el súbito vuelco de algunos diputados. “Si algo faltaba para el tratamiento de esta ley es el manejo bochornoso que vimos en los últimos minutos, estamos desde las 21, es la 1 de la madrugada y recién hace unos minutos aparecieron las firmas que le faltaba al oficialismo para poder emitir el dictamen”…“qué fue lo que les hizo cambiar de idea, porque si esta ley se aprueba, va a ser la ley Savoy, que es a donde se negociaron el ‘toma y daca’ de los intereses de millones de laburantes.” De todas formas, “vamos a ver si la pueden votar en el recinto”, concluyó Del Caño.

Luego de la exposición de cada uno de los oradores, el presidente de Legislación General de Diputados, Gabriel Bornoroni, confirmó que ya había un dictamen de mayoría, con el aval de 55 firmas, de las cuales 34 eran en disidencia parcial. El primer dictamen de minoría, por otro lado, es de Unión por la Patria y fue acompañado por 45 diputados, mientras que el segundo corresponde a la Coalición Cívica, con 3 votos y el último tiene 2 firmas, de Margarita Stolbizer y Mónica Fein. Sobre el final del plenario, la Izquierda presentó su propio dictamen, un documento de más de 90 páginas donde analiza las principales medidas de la ley que el gobierno nacional pretende imponer en el recinto esta semana.

Una pulseada clave

“La diferencia no es solo cuantitativa (se pasa de un proyecto con 664 artículos a uno de 523) sino cualitativa”, señaló el gobierno en el texto que quedó en manos de los “opositores.” De qué sirve si luego sólo “escucha sugerencias”, negocia en reuniones extraparlamentarias para pasar el grueso del proyecto, amenaza con descontar el día de paro y contrariamente a lo que prometió en campaña insiste con cobrarle “Ganancias” a 800 mil trabajadores, entre tantas otras maniobras. Algo tendrá que poner un freno.

El 24 vuelve a poner de pie a la clase trabajadora. La magnitud de la crisis no precisa desregulación de la economía, ajustes, tarifazos, represión, DNUs, o todo lo que estipula Milei en su megaproyecto de Ley Ómnibus, por el contrario, lo que vuelve a congregar a los sectores populares y medios son sus derechos y la movilización en reclamo de una verdadera alternativa política. La continuidad del plan de lucha será fundamental. Desde el MST en el Frente de Izquierda Unidad estamos convencidos que el paro y la movilización van a demostrar que hay fuerza para derrocar las medidas de Caputo, el protocolo de Bullrich, el DNU y la ley ómnibus de Milei. Así lo afirmó anoche la diputada del MST en el FIT Unidad, Cele Fierro:Ninguno de los “bloques amigables” está cabildeando a favor de los trabajadores, la clase media o el pueblo. Por eso, lo decisivo pasa por las calles y en ese sentido el paro y movilización masiva de este 24 va a demostrar que sobra fuerza para enterrar todo el plan delirante de la banda negacionista que gobierna y sus aliados… de nuestra parte, como impulsores de un espacio de convergencia unitario, multisectorial e independiente de la CGT, hacemos el compromiso y convocamos a movilizarnos ni bien se trate la Ley Ómnibus en el recinto de Diputados. Y en cada fábrica, barrio o asamblea donde actuamos, vamos a llevar un planteo decisivo: hay que seguirla con paro de 36 y 48 hs. hasta tirar el DNU, la Ley Ómnibus y el Protocolo de Bullrich”.

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