Anoche se acabaron las poses y tras un primer fracaso durante la tarde que obligaba a un nuevo cuarto intermedio sin fecha, finalmente el gobierno consiguió dictamen, incluyendo el capítulo fiscal. Fue el propio Guillermo Francos quien tuvo que ir de urgencia hasta el Parlamento para forzar una última reunión con representantes de bloques dialoguistas y lograr las 28 firmas necesarias para avanzar con el dictamen. Aun se desconoce la versión final de la Ley Bases, como así también el paquete fiscal y cual es realmente la magnitud de las disidencias sobre el documento, ya que entre los firmantes hay varios haciéndolo en disidencia. De cualquier forma el gobierno con mucho esfuerzo logró la firma de senadores del PRO, algunos de la UCR, Cambio Federal, Unidad Federal entre otros.
¿Victoria?
El nuevo jefe de gabinete, el camaleónico Guillermo Francos, declaro: “se firmó el dictamen del plenario de las comisiones y pasará a tratarse en el recinto del Senado. Hay que fijar una fecha, pero los dictámenes están aprobados. No quiero confirmar una fecha porque esa es una decisión del Senado, pero calculo que será entre esta semana y la siguiente. Estamos muy conformes”. (1)
En realidad, la no confirmación de fechas no tiene que ver con respetar al Senado, más bien con un problema político muy sencillo: el gobierno de Javier Milei no sabe si tiene los votos para ganar esa sesión, por eso seguirán evaluando que fecha conviene y negociando con sus aliados seguros o posibles. Legalmente tiene una semana a partir de ayer, pero tal vez pueda demorarse la convocatoria incluso más tiempo.
Aunque con concesiones y cambios sobre el RIGI poque hay diferencias incluso en sectores patronales nacionales, también con debates frente al impuesto a las ganancias y con algunas privatizaciones, la ley viene siendo reducida y modificada y a la vez igualmente sigue cumpliendo la misma matriz de transferencia de recursos a los que menos tienen hacia los grandes capitales, fomentando el saqueo y la precarización. Son cambios que reflejan la imposibilidad del gobierno de obtener todo lo que quiere, también de un descontento social que presiona hacia dentro del Congreso, pero aun con achicamiento y modificaciones lo que está en debate e irá al Senado será una ley regresiva de los derechos de los trabajadores.
Lograron dictamen para hambrear al pueblo pero no tienen la última palabra: el día que se trate la Ley Bases hay que rodear el Congreso para tirarla. La CGT y la CTA deben llamar YA a paro general y plan de lucha con continuidad.
— Cele Fierro (@Cele_Fierro) May 30, 2024
Es imposible entender la actualidad de la Ley Bases sin analizar y recordar como en febrero se desmoronó la Ley Ómnibus. Ahora, cercano a los seis meses de gestión sin ninguna ley aprobada y con la reciente renuncia del jefe de ministros en medio de una crisis (uno más, entre todos los cargos jerárquicos que han renunciado), no podemos ver este dictamen como una victoria total del gobierno. Logró un paso que le era necesario, en medio de un camino lleno de problemas. La comparación del Milei actual con el Milei de diciembre queda un poco lejos. El recién electo presidente venía a todo o nada, a dar una batalla cultural, económica y política, hoy se tiene qué contentar con un dictamen, por ahora no más que eso.
A rodear el Congreso, más que nunca
Así mismo, con las modificaciones con las que se presenta, si se aprobara, tendría que volver a diputados. Por lo tanto, lejos de ser un gran triunfo del oficialismo, es la ‘historia’ de una ley que demuestra el desgaste sufrido en tan pocos meses de gobierno y el fracaso mismo de la política inicial del gobierno, en la que tuvo que ceder por un formato más dialoguista con los otros representantes de las fuerzas burguesas.
En un escenario, donde Milei está lejos del ‘todo’ que deseaba obtener en diciembre y con luchas como la de Misiones que inspiran al pueblo, más que nunca debemos rodear el Congreso con miles de trabajadores y jóvenes cuando se trate la Ley Bases en el Senado.
Aprobado el dictamen, no hay más tiempo que perder. La CGT y demás centrales tienen que convocar a un paro nacional el día del tratamiento con cese de tareas para que desde todos los gremios se pueda llegar con fuerza hasta la Plaza Congreso. Los sectores del peronismo político y social también tienen que movilizar con fuerza, no quedarse en declaraciones o convocatorias formarles. Si quieren derrotar la ley convoquen con todas y sus fuerzas y ampliamente.
Así lo estamos haciendo desde la izquierda y lo ratificamos en el Encuentro de luchadores el pasado sábado en Congreso, donde miles votamos movilizar con todo ese día desde lugares de trabajo, de estudio y barrios populares. Hay fuerza para tratar de frenar esta ley y darle un nuevo golpe al gobierno. Eso se decide en la calle que tiene que hacerse sentir otra vez y hacer temblar al Senado.
(1)Infobae 30/05/2024