Por estos momentos, en el marco del aniversario número 70° de la muerte de Eva Perón terminó la marcha de antorchas convocada por el Frente Sindical para el Modelo Nacional (FSMN) y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). Atravesada por una crisis económica de magnitud y también una crisis política, la nueva conmemoración tuvo como consigna convocante Marcha de Antorchas. Paremos a los especuladores.
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Se trata de una nueva maniobra del sector de la CGT conformado principalmente por Moyano, que también contiene a espacios como el de Palazzo y la CTA encabezada por Hugo Yaski. En las declaraciones previas a la jornada, el último dirigente aludido lanzó: “Servirá como contundente respuesta contra los desestabilizadores que buscan una devaluación y que hoy están vaciando la mesa de alimentos de millones de argentinos”. A la par, Pablo Moyano acompañó: “Hay un 40% que se va en camiones llenos de granos que entran en el puerto de Rosario y ellos mismos se pesan lo que exportan».
Lo notable de estas declaraciones antes de la marcha es que no exigen ni reclaman ninguna medida por parte del gobierno para terminar con las maniobras de esos desestabilizadores, hoy dueños del comercio exterior. Más aún, a horas previas de que las antorchas se enciendan para reivindicar a una figura que, como ellos defienden se enfrentó a los mandatos del imperialismo, Batakis anunció más ajuste para cuando regrese. En su actividad realizada en la embajada argentina en Estados Unidos, la ministra aclaró ante analistas e inversores de Wall Street: “Estamos en una coalición de gobierno, y dentro de esa coalición de gobierno hay un equilibrio, que efectivamente está dado para que podamos implementar estas medidas y vayamos desarrollando todo lo que tenemos que desarrollar para calmar la economía argentina”. Y, reforzó: “Hay un apoyo fuerte de todos los sectores de nuestro espacio político”.
Si bien es cierto que existen los sectores que especulan, acaparan y remarcan, como bien denunció Sergio García en el EditorialPDI, también es cierto que el gobierno no hace nada contra los mismos y les permite sus prácticas que afectan a los trabajadores y las mayorías populares. Las declaraciones repasadas por parte de Batakis, como la reciente resolución del BCRA en favor de las patronales ruralistas reflejan ese hecho objetivo a la vista de todos.
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Por eso resulta insostenible el comportamiento de las grandes centrales sindicales. La situación no es para marchas que no sean en defensa real de los intereses de los trabajadores, ni tampoco amerita la defensa hacia el gobierno como lo declara abiertamente la CGT. Es hora de que se convoque a un paro general y un plan de lucha para imponer una salida a la crisis contra la hoja de ruta que el gobierno aplica a medida de los mandatos del FMI y los sectores concentrados de la economía.
Es en ese camino que desde el MST en el FIT-Unidad, ANCLA y el MST-Teresa Vive llamamos a movilizar el 28 de julio, para empezar a marcar un horizonte de lucha que ponga freno a un presente de ajuste sobre las grandes mayorías trabajadoras.