A poco menos de 12 días para que Javier Milei asuma la presidencia, como ocurre con su gabinete, hay un alto grado de incertidumbre con lo que pasará en materia económica y principalmente financiera. Mientras en el último tiempo circuló la versión de que intentará desarmar las Leliqs, el actual gobierno a través de las autoridades del BCRA armó un nuevo instrumento financiero para detener la presión sobre el dólar y asegurar un resguardo en caso de que se concrete una nueva devaluación. Ahora mediante otro activo financiero denominado Lediv.
La bola de las Leliqs hasta el momento alcanza $ 24 billones. Milei, mediante el plan que anuncia para desarmar esta bomba con el “Messi de las finanzas” – Toto Caputo– a su lado, en vísperas a dolarizar empezó a generar grandes tensiones en el mundo de las finanzas. Recordemos que el instrumento financiado funciona como modo de absorción de los sobrantes de pesos que hay en el mercado. En síntesis, cuando las entidades bancarias privadas toman depósitos de sus clientes -lo que conocemos como plazos fijos- y no encuentran dónde luego depositar esos pesos, el Banco Central ofrece las Leliqs como instrumento para absorberlos. Actualmente lo hace con una tasa anual del 133%, que resulta más que atractiva para los dueños de la timba financiera.
Sin embargo, ante los rumores de desarme de estas letras y la posibilidad de una corrida cambiaria, las actuales autoridades del BCRA ofrecieron a modo de contención las Lediv, otro instrumento que recobró fama por estos días debido a su demanda. En este caso, el regalo que le dieron a sectores del complejo exportador, entre ellos las petroleras, es una especie de “seguro de cambio”. Según lo refleja la norma “A” 7892 del Banco Central, este instrumento rinde a una tasa del 0%, pero son letras que se atan en pesos al valor actual del dólar oficial. Una forma de reaseguro ante una devaluación.
Para ejemplificar la operatoria actual que realizan las exportadoras, podemos referirnos al sector agro, que puede ingresar el 50% de los pagos del exterior a través del dólar contado con liqui a $ 840, y la otra mitad al dólar oficial; pero, ahora podrá comprar Lediv a precio del dólar oficial que es de $ 360, esperando a una futura y segura devaluación de este o el futuro gobierno.
A sido tan preciada esta posibilidad financiera, que según indican desde el BCRA en este mes los títulos pasaron a representar una deuda de U$S 2.000 millones a U$S 5.000 millones. Mientras la población en general sufre las constantes remarcaciones en las góndolas, los sectores más concentrados siguen siendo beneficiados con nuevas dádivas para no perder en medio de esta crisis económica.
Por estas razones entre muchas otras es necesario avanzar con la estatización de la banca, estableciendo una banca única controlada por los usuarios y trabajadores, para tener disponibilidad sobre nuestros propios recursos. Es necesario que en vez de usarse los instrumentos financieros para la especulación financiera se desarrollen créditos hipotecarios para terminar, por ejemplo, con el gran déficit habitacional de este país.