viernes, 22 noviembre 2024 - 12:32

LATAM. Diez meses de lucha, un nuevo momento

En el día de ayer, un importante grupo de trabajadorxs del sector tráfico de LATAM firmó los retiros “voluntarios” ofrecidos por la empresa. Se trata de compañerxs que desde hace más de 10 meses se vienen autoconvocando ante la pasividad de las conducciones sindicales, encabezando la lucha contra la trasnacional. Se suman así a los trabajadorxs autoconvocadxs del sector cargas, que en su mayoría firmaron este acuerdo hace unos 20 días atrás. Así, en el último mes, más de 200 lxs compañerxs adhirieron a este plan de despidos encubiertos, quedando en nómina algo más de 200 trabajadorxs de lxs 1715 que había al inicio de la pandemia, siendo estxs en su mayoría del sector de tripulantes de cabina.

La responsabilidad absoluta de que tras casi 11 meses de una lucha heroica el conflicto se encuentre en esta situación es sin ninguna duda del gobierno nacional y de las conducciones sindicales, que le han dejado las manos libres a la empresa para hacer y deshacer a su antojo. Esta situación nos obliga a pensar las tareas en el nuevo momento que se abre en el conflicto por nuestra continuidad laboral.

En las últimas semanas la inmensa lucha que se sostuvo enfrentando a la trasnacional, al gobierno y las propias conducciones sindicales, en plena pandemia y cuarentena mediante, recibió tres duros golpes que explican en gran parte la nueva situación:

1. El 21 de diciembre APA y demás gremios nucleados como Sindicatos Aeronáuticos Unidos, firmaron con el Ministerio de Transporte un acta en la que el organismo “se compromete” a impulsar la continuidad laboral de lxs trabajadorxs aeronáuticxs. Vale aclarar que anteriormente este acta ya había sido firmada por el sindicato de Aeronavegantes (AAA) y el de personal técnico-operativo (USTARA), y que en aquel momento APA y los demás gremios se negaron a firmarla por considerar que era “meramente declarativa” y no solucionaba el conflicto. Dos meses después firmaron exactamente el mismo acta.

Acompañando esta firma, APA convocó una asamblea en la que impulsó la aceptación de los retiros “voluntarios”. Es decir, que APA y el resto de los sindicatos le bajaban la persiana al conflicto sin haber hecho absolutamente nada durante diez meses, mas que boicotear lo que hacíamos quienes nos autoconvocamos ante su borrada. Todo se redujo a un acto testimonial en Ezeiza (luego de nuestra primera gran acción en Ricchieri) y una caravana a los Ministerios de Transporte y Trabajo (que respondía más a una disputa interna en el FDT que a las problemáticas de lxs trabajadorxs aeronáuticxs). Eso fue todo.

Durante los primeros meses -mientras nos empezábamos a organizar y exigíamos medidas de lucha- nos decían que no se podía porque había cuarentena y que no había vuelos para parar. Así permitieron que LATAM siguiera lucrando con los vuelos de cargas, su principal fuente de ingreso. Pero cuando se reanudaron los vuelos comerciales tampoco hicieron ninguna medida para pararlos. Mientras lxs autoconvocadxs cortábamos Ricchieri, generando horas de demoras y transformando nuestra acción en un hecho nacional durante ese día, SIETE sindicatos nucleados en una CENTRAL NACIONAL fueron incapaces en diez meses de hacer una sola acción de esa magnitud que enfrentara consecuentemente a la empresa. La frutilla del postre fue, poco tiempo después, el llamado a agarrar los retiros “voluntarios”. Así, los sindicatos nos terminaban de entregar a la trasnacional.

2. Días después de la entrega de APA, nos enteramos que lxs compañerxs del sector de cargas habían firmado los retiros en casi la totalidad de su sector. Esto fue un verdadero golpe para lxs compañerxs de vuelo y de tráfico, ya que cargas era un sector muy importante de los autoconvocadxs con quienes se venía luchando. Más allá de que siempre manifestamos el respeto a las decisiones individuales de quienes se veían forzadxs a agarrar el PRV, el hecho de que lo hiciera un sector entero en bloque, definiéndolo por su cuenta y al margen de las reuniones de tierra e intersectoriales (cargas, tráfico, vuelo), significó un duro golpe.

3. Mientras digeríamos esta decisión, fue el gobierno “nacional y popular” el que nos dio la nueva estocada: el sábado 23 de Enero, y cediendo una vez más a los reclamos empresariales, publicaba el decreto 39/2021 poniéndole un límite a la doble indemnización. De esta manera, para quienes contamos con casi 20 años de antigüedad significa que la “doble” indemnización del gobierno queda muy por detrás de las ofertas de retiros “voluntarios” ofrecidas por la empresa. Así, pusieron a la mayoría de lxs trabajadorxs ante la disyuntiva de agarrar los retiros o perder una importante suma de dinero. De esta manera, el gobierno le allanaba -una vez más- el camino a la empresa, facilitándole lo que no había logrado en diez meses. Recordemos que este gobierno, que a comienzos de la pandemia había prometido  ‘mano dura para con el empresariado que incumpla’  y amenazado a los empresarios con el ‘les toca ganar menos’ dejó desde los inicios que la LATAM se manejara con absoluta libertad, haciendo lo que quisiera.

Así fue que nos redujeron unilateralmente el salario en el orden de un 50% y nos negaron el último aguinaldo. Y a pesar de que el propio Ministerio de Trabajo lanzó dos dictámenes dándole a la compañía 3 días para pagar el monto salarial descontado, nunca hizo nada para garantizar su propia medida. Mientras la empresa avanzaba sobre nuestros derechos, el gobierno no tocó ninguno de sus intereses. Por el contrario, siguió haciendo negocios con los vuelos de carga, reanudó sus viajes comerciales el pasado 16 de Octubre y recibió del propio gobierno los permisos para reforzar sus frecuencias, volando con personal extranjero mientras casi 3000 familias se quedaban sin empleo.

Como decíamos, entre empresa, gobierno y conducciones sindicales fueron generando una situación en la que un grupo grande de compañerxs que venían encabezando la lucha no vieron más alternativa que agarrar el retiro voluntario. Sin embargo, esto no significa que el conflicto haya terminado. En primer lugar quedan casi 200 compañerxs en sector de Tripulación que no aceptan estos despidos encubiertos y que con un numeroso grupo activista al frente viene llevando la delantera en esta lucha. Pero también está la decisión de una parte importante de quienes se acogieron al retiro “voluntario” de continuar la pelea para hacer realidad el “Queremos seguir siendo aeronáuticxs”.

La lucha sigue: que se cumpla el acta

Estos meses de lucha no fueron en vano. Las caravanas, marchas, festivales, cortes de Ricchieri, etc. nos permitieron instalar nuestro conflicto en la agenda nacional y que, frente a la borrada de las direcciones sindicales, lxs autoconvocadxs nos transformáramos en una alternativa. Así logramos ser recibidxs en el Ministerio de Transporte, en el de Trabajo y en la ANAC. Esto nos permitió mantener abiertas negociaciones con el gobierno, lo que en estas condiciones no es poca cosa.

El acta firmada por los sindicatos es sin duda completamente insuficiente, general y declarativa. Pero refleja al mismo tiempo, que nuestra lucha obligó al gobierno a pronunciarse por la continuidad laboral. Nuestra tarea principal es entonces lograr que el acta se cumpla y se concrete precisando su contenido (plazos, criterios, alcance, etc.) para que no quede en una simple declaración de intenciones y buena voluntad.

Esto nos obliga a mantenernos organizadxs y movilizadxs, ya que la pelea que se viene será sin duda larga y difícil. Como ya se viene haciendo en el sector de tripulación, hay que seguir pensando nuevas e ingeniosas iniciativas, apelar -tal como hicimos al comienzo del conflicto- a toda la solidaridad de otrxs trabajadorxs, de artistas y personalidades.

A poco de cumplir un año de lucha y mientras el gobierno se prepara para reabrir el Aeroparque metropolitano con su nueva pista, preparemos una gran campaña que deje en claro que nuestra lucha no se terminó. Que no vamos a permitir que se siga volando e inaugurando obras mientras se deja a miles de familias en la calle. Y que estamos dispuestxs a hacer todas las acciones necesarias para seguir siendo aeronáutiques trabajando en la industria.

Aeronáutiques del MST, 6 de febrero 2021

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