El viernes 13 de junio, desde las 16 h, la estación de Banfield Oeste fue el punto donde se congregaron diferentes organizaciones que participan de la Campaña por la Restitución de la Comisaría 3ra para hacer valer el derecho conquistado del Nunca Más. Desde allí, los organismos de DDHH, partidos políticos y demás agrupaciones partieron hacia el domicilio de Julio Yessi, ex integrante de la Triple A y responsable de crímenes de lesa humanidad como la Masacre de Pacheco. La libertad de este genocida, motivó a diferentes generaciones a reclamar contra la impunidad. Abrir las causas contra Yessi fue una consigna que tomó forma en los movilizados que exigieron justicia.
En tiempos de ultraderecha, esta acción también dejó en claro las reservas democráticas que existen en nuestro pueblo. Desde el MST participamos y contamos con la presencia de nuestras dirigentes nacionales Cele Fierro y Andrea Lanzette.
¿Quién es Julio Yessi?
La palabra genocida sintetiza el currículum de este personaje nefasto. Pero es necesario hacer revista para poner en valor un concepto con el que se enjuició a los últimos dictadores de nuestro país.
Julio Yessi inició su camino como líder de la JPRA (Juventud Peronista República Argentina, conocida entre la militancia como Jota Perra), un organismo que funcionaba al interior de la Triple A liderada por el “El Brujo” López Rega. Desde esa ubicación llevó a cabo su accionar fascista.
Como detalló Gabriela Domínguez, la implicancia con el brazo armado para-estatal del último gobierno de Perón se encuentra desde una función administrativa en la compra de armas, hasta el asesinato de dirigentes socialistas.
Julio Yessi es reconocido como un genocida, centralmente, por su rol en la Masacre de Pacheco. El 29 de mayo de 1974 los asesinatos de los tres militantes del Partido Socialista de los Trabajadores (PST, organización antecesora de la corriente del MST.), tienen como responsable al líder de la JPRA. Las víctimas fueron Oscar “Hijitus” Meza (dirigente metalúrgico delegado de astilleros Astarsa), Mario “Tano” Zida (ex dirigente estudiantil de Tigre) y Antonio “Tony” Moses (obrero metalúrgico y responsable del cuidado de los locales del PST). El crimen provocó, por aquellos años, una conmoción en nuestro país. Los asesinatos del fascista Yessi tenían una misión directa en tiempos de ascenso obrero: detener el activismo antipatronal y antiburocrático que existía en el sur de la Provincia.
¿Por qué sigue en libertad?
Todo el carácter clasista de la justicia brota a la luz en estos casos. El juicio sobre el primero de los episodios mencionados es el que le dio la impunidad de la que aún hoy detenta. La Masacre de Pacheco constó de un secuestro a seis militantes del PST en total. Los sobrevivientes de aquel episodio, a pesar de haber prestado testimonio y reconocer a Yessi como el responsable de este crimen, no fueron pruebas suficientes para el tribunal conformado por los jueces Llorens, Bertuzzi y Bruglia, quienes levantaron la condena en primera instancia que tenía el genocida.
Es Nunca Más, ahora y siempre
Volviendo a la actividad que impulsa con gran fuerza la justicia contra la impunidad de Yessi, vale volver a los testimonios tomados en la misma acción por Cele Fierro y Andrea Lanzette.
La última de ellas, expresó: “Nuestra memoria no se borra y siempre levantamos las banderas de la verdad y la justicia. Un asesino vive entre nosotros. Julio Yessi, fue militante fascista de Lanús de los años 70′. Él es responsable de la Masacre de Pacheco. Esta fue, entre otras, una de las participaciones que tuvo en esa época”. Mientras que Fierro, complementó: “No puede vivir en total tranquilidad, reunirse con militantes del PJ como si nada. En tiempos de ultraderecha y de negacionismo, no sólo no podemos permitirlo, sino que debemos seguir exigiendo la apertura de los archivos desde 1974 y condenar también a los responsables de la Triple A. Nunca más, es nunca más”.
Llevar hasta el final esta causa y a otras que tiene a la Triple A como responsable, tal es el caso de Pedro H. Hansen, dirigente estudiantil peronista de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora asesinado por esta banda fascista.
Dar pasos en este sentido, reclamar justicia por ellos, tiene múltiples significados. En lo inmediato, también es una militancia contra un gobierno negacionista como el de Milei y, a largo plazo, es seguir la tarea de quienes pelearon por un país y un mundo mejor, donde la violencia fascista solo tenga lugar en el basurero de la historia.
El cierre de este artículo no puede obviar las consignas expuestas por el colectivo movilizado:
¡SI NO HAY JUSTICIA, HAY ESCRACHE!
¡NO A LA IMPUNIDAD Y REPRESIÓN DE AYER NI DE HOY! ¡JUSTICIA POR MARIO ZIDA, ANTONIO MOSES Y OSCAR MEZA! ¡A DONDE VAYAN LOS IREMOS A BUSCAR!
¡EL ÚNICO LUGAR PARA LOS REPRESORES ES LA CÁRCEL, COMÚN, PERPETUA Y EFECTIVA!
¡APERTURA DE TODOS LOS ARCHIVOS DE LA REPRESIÓN ESTATAL!
¡NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS, NO NOS RECONCILIAMOS!