Sin pasar por el Congreso, Javier Milei autorizó el ingreso de tropas de Estados Unidos para realizar ejercicios militares en la Base Naval de Ushuaia y otras unidades del país. La decisión, plasmada en un DNU, desató fuertes cuestionamientos por violar la Constitución y poner en riesgo la soberanía en un territorio clave por Malvinas y la Antártida, en medio de las negociaciones con el Tesoro norteamericano.
La lealtad al amo del norte
El gobierno de Javier Milei volvió a encender la polémica al autorizar el ingreso de tropas de Estados Unidos para realizar ejercicios militares en territorio argentino sin contar con la aprobación del Congreso, requisito que establece la Constitución. La medida, publicada en el Decreto 697/2025, habilita a marines estadounidenses a desplegarse en la estratégica Base Naval de Ushuaia, además de Mar del Plata y Puerto Belgrano.
El decreto, firmado a espaldas del Parlamento, permitirá que 30 integrantes de las Fuerzas de Operaciones Especiales Navales (NSW) operen en Argentina entre el 20 de octubre y el 15 de noviembre. Según el texto oficial, el objetivo es “intercambiar técnicas, tácticas y procedimientos” en entrenamientos combinados, bajo el argumento de mejorar la cooperación militar.
La decisión generó un inmediato rechazo por el carácter unilateral de la medida. Diversos constitucionalistas remarcaron que la entrada de tropas extranjeras sólo puede autorizarse mediante una ley votada en el Congreso, lo que vuelve cuestionable la legalidad del decreto.
Soberanía en juego
En Tierra del Fuego, la reacción fue contundente y crecen las alertas sobre la pérdida de soberanía y el riesgo estratégico de permitir la presencia militar estadounidense en un territorio que está en la órbita de disputas históricas, tanto por la cercanía con Malvinas como por la proyección sobre la Antártida.
El malestar se potencia porque el decreto no sólo autoriza las maniobras con Estados Unidos, sino también un ejercicio denominado “Solidaridad” con Chile, del 6 al 10 de octubre, destinado a coordinar respuestas ante catástrofes naturales. Para los críticos, se trata de un intento de disimular bajo el ropaje de la cooperación humanitaria un paso mayor de subordinación militar a Washington.
Negociaciones y alineamiento con Washington
La decisión se da en simultáneo con las negociaciones del Gobierno con el Tesoro norteamericano, en busca de asistencia financiera. Para sectores opositores y analistas, Milei utiliza la política de defensa como moneda de cambio, atando los intereses estratégicos de la Argentina al aval de la administración de Donald Trump.
El alineamiento irrestricto con Washington no es nuevo en la gestión libertaria, pero esta vez trasciende lo discursivo: implica tropas extranjeras operando en el extremo sur del país, una zona de enorme valor geopolítico.