La semana pasada estuvo atravesada por unas intensas lluvias que afectaron seriamente a las 130 familias que viven en las tomas de Magaldi. La lluvia atravesó las casillas, metiéndose entre chapas, maderas, lonas y nylons. Las familias tuvieron que caminar dentro de su casa sobre el barro, inundados y sin desagüe que permita drenar el agua. Sufrieron el frío que trae tener una casa mojada, exponiéndose a sufrir distintas complicaciones de salud, situación que no es menor en este contexto pandémico.
La toma en Magaldi arrancó durante de la pandemia y sigue creciendo. El primer censo realizado por el municipio y la provincia, hecho en noviembre del 2020, indicaba que eran 113 las familias que viven allí; mientras que el censo realizado la semana pasada indicó que ahora son 130 las familias que la integran. Más de 400 personas y la mitad son niños. Desde entonces las y los vecinos vienen reclamando la intervención del Estado para que les brinden alimentos y viviendas dignas, pero los gobiernos, municipal y provincial, se vienen haciendo los distraídos. Por ejemplo, se habían comprometido a llevar mercadería todos los meses y ya hubo faltantes de enero a abril, donde solo llevaron 100 cajas cuando son 130 familias. Una burla.
En el medio de la segunda ola de Covid que estamos atravesando, y con las bajas temperaturas que se avecinan, este jueves las familias de Magaldi, acompañados por organizaciones sociales y políticas como el Teresa Vive- MST, PTS, Autoconvocadxs por el Humedal y RecTuel, realizaron una concentración en Desarrollo Social, exigiendo ser atendidos por alguna autoridad. Además, se entregó un petitorio exigiendo alimentos y mejoras habitacionales.
Ro Bustamante