Con la victoria electoral de La Libertad Avanza, el gobierno acelera y se juega de lleno a trabajar para el tratamiento de las reformas exigidas por el FMI y Estados Unidos. Milei, luego del triunfo, paseándose por todos los medios afines, ya dejó a la vista algunos de los puntos del proyecto que apunta al universo laboral.
El presidente Javier Milei confirmó que en la próxima etapa del gobierno se buscará avanzar en una serie de proyectos, en los que la reforma laboral y la tributaria son fundamentales para ser sancionadas por el Congreso. En este caso, el gobierno retomaría la propuesta original realizada por la diputada Romina Diez (cercana a Karina Milei), la cual busca habilitar elementos que se encuentran en el famoso capítulo IV del DNU 70/23 —hoy suspendido por la justicia laboral— y retomaría cuestiones que quedaron por fuera de la Ley Bases.
Escudándose en la justificación de que este proyecto busca reducir la informalidad laboral de ocho millones de personas, se realizarán modificaciones en la jornada laboral, en el sistema de indemnizaciones, en los convenios colectivos de trabajo y otros derechos fundamentales para los trabajadores.
Apoyados en la victoria electoral, el gobierno busca aprovechar al máximo este nuevo momento político y avanzar de lleno para hacer desaparecer conquistas históricas, conseguidas por la lucha de los trabajadores. De acuerdo con las palabras del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el proyecto sería girado al Congreso en el mes de diciembre. El avance de esta provocación libertaria tiene responsables directos. Que el gobierno se sienta seguro para dar estos pasos es producto de la inmovilización generada por las cúpulas sindicales (CGT y CTAs), cómplices del ajuste durante estos dos años de mandato mileista.
Ante la desmovilización de la burocracia sindical y la táctica de moderación adoptada de forma consciente por Fuerza Patria, desde la izquierda y los sectores combativos, tenemos que impulsar y coordinar la más amplia movilización que prepare el enfrentamiento contra este ataque violento del gobierno contra los trabajadores.
Algunas claves de la reforma laboral
La reforma laboral, en este caso bautizada bajo el nombre de “Ley de promoción de inversiones y empleo”, impulsada por la diputada Diez, busca la consolidación del programa de ajuste estructural impulsado por el FMI, los grandes grupos económicos y el capital financiero internacional.
En esta oportunidad, impulsándose con la nueva configuración que tendrá el Congreso a partir del 10 de diciembre, el gobierno buscará conseguir por medio de la estrategia legislativa lo que no pudo conseguir a través de la sanción de decretos, como fue el caso del DNU 70/23 al inicio de su mandato. De acuerdo con el actual secretario de Trabajo, Julio Cordero, también se tomarán en cuenta las sugerencias surgidas desde el Consejo de Mayo, organismo del que es parte la CGT, por medio de la participación del burócrata Gerardo Martínez (UOCRA).
A su vez, Cordero es uno de los promotores de la modificación en el sistema de la negociación salarial. El funcionario, que responde al ministerio de Pettovello, viene insistiendo en que los aumentos de salarios se realicen por mérito, como lo adelantó en un plenario de comisiones durante la discusión sobre el proyecto de ley de Presupuesto 2026. Viendo el historial de Cordero —abogado durante 35 años del grupo Techint y arquitecto del DNU 70/23—, no sorprende que sea uno de los principales impulsores de un modelo parecido al implementado durante la década de los 90.
Con el timing electoral a favor del oficialismo, se busca capitalizar una victoria circunstancial para imponer medidas que profundizarán la precarización laboral y transferirán ingresos de los trabajadores a las patronales.
De acuerdo con los primeros avances que se hicieron conocer del proyecto de la diputada Diez, la reforma comprendería los siguientes puntos:
- Jornada laboral
- El proyecto busca la extensión de la jornada de 8 a12 horas. Una regresión de dimensiones histórica, al volver a condiciones laborales del siglo XIX.
- Además, se intentará aplicar un banco de horas. Un mecanismo que buscará eludir el pago de horas extras, las cuales se podrían negociar mediante los convenios colectivos de cada sector.
- A esto, también se le suma la fragmentación del periodo de vacaciones. Estos periodos de descanso pasarían a negociarse según los acuerdos con la patronal.
- Salario
- Pago con tickets: Se volvería al salario en especie, haciendo que la patronal tenga la posibilidad de pagar con sistemas parecidos al conocido “ticket canasta La utilización de esta modalidad de pago implica una pérdida real del poder adquisitivo al limitar dónde y qué pueden comprar los trabajadores.
- Indemnizaciones
- Desde hace años las indemnizaciones por despidos, es uno de los elementos que los empresarios buscan hacer desaparecer. Este punto todavía se encuentra en discusión, pero sobre la mesa se encuentran varias alternativas.
- Por un lado, se encuentra la discusión por la creación de un Fondo de Cese Laboral. Donde el empleador, y eventualmente el trabajador, realizaría un aporte periódico, es decir, un porcentaje del salario, a un fondo o cuenta, y al finalizar la relación laboral, ya sea por despido sin causa, renuncia o jubilación, el trabajador podría acceder a ese dinero acumulado. La UOCRA, es el sindicato que ha puesto en práctica este sistema para sustituir el pago de indemnizaciones por despidos. A esta modalidad también se le han agregado ideas, sobre que ese fondo pueda cotizar en el mercado de capitales.
- La otra modalidad en discusión es la del pago de la indemnización en cuotas. En este esquema, además de que esos pagos en cuotas se devalúen por la inflación, Las patronales podrán judicializar y fraccionar sus obligaciones, mientras los trabajadores esperan.
- Desde hace años las indemnizaciones por despidos, es uno de los elementos que los empresarios buscan hacer desaparecer. Este punto todavía se encuentra en discusión, pero sobre la mesa se encuentran varias alternativas.
- Negociación colectiva
- Eliminación de la ultraactividad: los convenios vencen y los trabajadores quedan desprotegidos
- Paritarias por empresa: división de la clase trabajadora empresa por empresa
- Cálculo por productividad: justificación pseudocientífica para reducir salarios
Los objetivos de la reforma
Bajo la farsa del combate contra la informalidad y la modernización laboral, el gobierno vuelve a avanzar en el camino dibujado por el FMI, el cual representa una especie de panacea para los capitalistas, donde se buscaría: reducir el costo laboral, eliminar derechos laborales y debilitar el margen de acción de las herramientas de organización de los trabajadores.
La reforma laboral de los 90, que venía a mejorar las condiciones de trabajo, lo único que terminó de habilitar fueron las posibilidades de que las patronales pudieran aumentar la precarización y la informalidad. En esta ocasión, Milei busca crear un nuevo capítulo para profundizar este tipo de ataques.
Frente a esta ofensiva del capital, es fundamental motorizar una respuesta desde el movimiento obrero. Para enfrentar este plan de guerra contra los trabajadores, la construcción de la movilización unitaria, desde abajo, con todos los sectores en lucha, se vuelve una necesidad de primer orden. Sin tener ni un gramo de confianza en la cúpula burocrática sindical —responsables directos al permitir esta avanzada—, hay que continuar exigiéndoles el llamado a un paro general y la coordinación de un plan de lucha contra estas reformas y el gobierno en general.
Lo que los trabajadores necesitamos es todo lo contrario: la defensa irrestricta de los convenios colectivos y su mejora, la pelea por un salario mínimo igual a la canasta familiar, una jornada de 6 horas sin reducción salarial y el control obrero de las condiciones laborales. En definitiva, un programa alternativo para los trabajadores, algo imposible de conseguir mientras el gobierno de Milei, atado a las exigencias del FMI y Trump, sigan en el gobierno.

