jueves, 21 noviembre 2024 - 20:00

La Plata rumbo al 24M. Seguimos exigiendo justicia para Lolo Regueiro

La Plata, 6 de octubre de 2022. Comienza el partido entre Gimnasia y Boca Juniors, en medio de cierta agitación en la entrada del estadio. Los aficionados querían entrar, se vendieron demasiadas entradas y el personal no estaba preparado para manejar la situación.

Entonces, la policía inicia una represión brutal, utilizando gas lacrimógeno y balas de goma, el terror habitual de este tipo de actuación. También niegan y retrasan la atención a los heridos.

En medio de esta represión, César “Lolo” Regueiro, hincha de Gimnasia que estaba viendo el partido con su hija y nietos, muere, y comienza una batalla entre la familia, que busca justicia, y la policía, que intenta encubrir lo que sucedió esa noche.

En una entrevista con Sergio “Lolito” Regueiro, entendemos lo que sucedió en ese partido entre Gimnasia y Boca, la muerte de su padre, Lolo, y el impacto de esta tragedia en la familia.

Entrevista:

PdI: La mayoría de los medios de comunicación hablaron de la muerte de Lolo, en ese momento, como un infarto, paro cardíaco o “descompensación” causada por el gas lacrimógeno. Pero los informes y la segunda autopsia cuentan otra historia, en la que hay evidencia de violencia. ¿Podría hablar un poco sobre eso? 

Todos morimos por un paro cardíaco. El primero que salió a limpiarse fue Berni. Que hizo creer a todos que mi papá tenía un problema de salud. Cuando en realidad no. Mi papá gozaba de buena salud.

En la primera autopsia buscaron si mi Papá tenía alcohol en sangre o droga y mi papá era un hombre de familia así que eso quedó todo descartado.

Y llegó a nuestras manos la camiseta que tenía puesta mi papá, al cual se emperitó que era sangre humana. Se hizo un cotejo de ADN, el cual dio que era sangre de mi papá. O sea, la camiseta estaba llena de sangre y esa herida nunca la dejaron asentada.

Todos los testigos que fueron al hospital vieron la herida que tenía mi papá.

Pero bueno ahí esperamos los resultados de la primera autopsia, pero nunca dejaron asentada esa herida que tenía.

De hecho en la nueva autopsia sí se confirmó que tenía una, no encontró la herida, pero sí encontró el machucón que tenía en la cabeza. Tenía un machucón, un hematoma, el cual nunca fue asentado. Y eso que se realizó la autopsia después de un mes y medio más o menos.

Y más, encontró otro golpe en la espalda. O sea, te das cuenta de cómo se maneja la justicia, la policía.

Seguimos exigiendo. Estamos, pasó un año, diecisiete meses, ya pasaron y seguimos la espera. La justicia está mirando para otro lado y un montón más.

Pdi: Imagino que el momento de la represión policial haya sido horrible y caótico. Pero ¿hay algún relato sobre lo que sucedió con Lolo en este momento, entre el inicio de la represión y el traslado al hospital? Estaba con su hija, ¿verdad?

Fue un caos cuando empezó la represión.

Mi papá, al ver que las personas salían corriendo para el lado de las puertas, para el lado de lo que será la entrada, entonces mi papá al estar con los nietos y ver que se le estaban ahogando, la desesperación y demás, quiso salir y de hecho salió. Pero cuando él apenas sale a la calle, que quiere cruzar como para el lado del bosque, ahí es donde él cae.

Y mi hermana, que es petisita, le pedía por favor que ayudarlo. Lo quería ayudar. Pero la policía no dejaba de reprimir. Mi hermana hacía señas a la policía, que dejen de tirar, que tenía a mi papá tirado en el piso y sin embargo seguían reprimiendo y a la vez tiran un gas que cae justo al lado de él. De hecho tenemos video, y eso fue lo que lo termina matando.

Mi papá llega al hospital y después las personas que reciben el cuerpo nunca dejan asentado como entra Lolo.

PdI: Y en cuanto al proceso, ¿hay alguna actualización?

No, por el momento no. Esperando que la lleven a juicio. Y mientras tanto, la defensa está apelando para que no la lleven a juicio.

¿Sigue siendo considerado como culposo?

El fiscal se mantiene firme en su postura que dice que para ellos fueron negligentes, que fue sin querer. Así que para él fue un estrago culposo y nosotros, en cambio, vamos por el estrago doloso agravado

PdI: ¿Hay algo que no te haya preguntado, pero qué te gustaría mencionar?

Te duele la injusticia, eso no tiene que volver a pasar más. Y te das cuenta cómo es la vida, somos lamentablemente un número.

seguí con los valores que me inculcó mi viejo. Y sé fuerte por la familia. Porque hay mucha injusticia por donde quiera que miré. Ya mi viejo todo no va a volver.

¿Caso aislado, accidente o el resultado de la represión policial?

La muerte de Lolo no fue un caso aislado, mucho menos el resultado de un problema de salud. Lolo murió debido a la acción desmedida de la policía y a la indiferencia de aquellos que tienen poder. En palabras de Lolito:

La policía se entrena, se capacita. Ellos sabían el daño que estaban haciendo. Pero sin embargo nunca pararon. Hubo un montón de falencias. La policía falló, el club falló. Todo eso llevó al deceso de mi papá. Pero nadie se hace responsable. Y la justicia en este caso, mira para otro lado.”

Precisamos luchar contra la represión policial, contra el gatillo fácil, y ahora también luchar contra las agresiones que el gobierno actual está fomentando. Porque mientras permitamos que esto continúe ocurriendo, todos somos potenciales víctimas de la violencia perpetrada por el Estado.

El 24M seremos miles en las calles, para exigir justicia por todos aquellos que fueron asesinados a manos del Estado, y para impedir que estas atrocidades sigan ocurriendo. Porque no solo durante la dictadura ocurre este tipo de actuación asesina por parte de las fuerzas de seguridad. Andrés Núñez, Lito Costilla, Lolo Regueiro y muchos otros están ahí para mostrar que la democracia burguesa no es suficiente para garantizar la seguridad del pueblo. De hecho, forma parte de un sistema que provoca estas muertes, ya que lo que importa es el lucro, y las vidas humanas perdidas son solo números.

Marcela Gottschald

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