viernes, 22 noviembre 2024 - 04:53

La Plata. 23M En defensa de la memoria

A 48 años del golpe genocida, nos encontramos una vez más en la Plaza San Martín en memoria de nuestros 30 mil compañeros/as caídos, de los sobrevivientes y de las familias que, a pesar de seguir adelante, nunca más fueron las mismas.

Estuvieron presentes en la marcha organismos de derechos humanos, asociaciones de presos políticos, organizaciones feministas y ambientales, asambleas vecinales, asamblea del cacerolazo, Unides por la Cultura, nuestro nuestro MST en el Frente de Izquierda y otras organizaciones de izquierda. Además, las familias de Lolo Regueiro, de Lito Costilla y de Christian Estegui, y la periodista y cineasta Tamara Callejas, primera hija recuperada de la dictadura chilena, también participaron de la manifestación.

La marcha de este año tuvo un significado aún más fuerte que lo habitual: es la reafirmación de la memoria frente a un gobierno que tiene como proyecto destruir y vender todo lo que pertenece al pueblo.

Destrución de la memoria como proyecto

Destruir la memoria de un pueblo puede parecer imposible, pero el gobierno Milei-Villarruel está llevando a cabo grandes esfuerzos para lograrlo. Lo hacen a través de varios frentes, como el desfinanciamiento del cine, el deterioro de la educación básica y superior, y las numerosas noticias falsas que sus bots propagan en las redes.

Todo con el objetivo de manipular la opinión pública y negar los horrores de un gobierno autoritario, para así dejar el camino libre a su plan entreguista y autoritario de gobierno.

Y si nos detenemos un momento para comparar las acciones del gobierno actual con las de la dictadura genocida, veremos similitudes cada vez mayores. ¡Nunca más! se convierte en un llamado urgente.

La importancia de la memoria

“Un pueblo que no conoce su historia, está condenado a repetirla”.
Jorge Ruiz de Santayana

En el mundo de la posverdad y las noticias falsas, y en medio de un gobierno negacionista que intenta imponer a toda costa una falsa idea de que no hubo 30 mil muertos y que la dictadura fue beneficiosa, mantener viva la memoria de sus horrores es esencial.

Los actos como los del 23 y 24 de marzo son importantes no solo en respeto a los 30 mil compañeros asesinados. Su importancia también radica en mostrar a las generaciones más jóvenes, que no vivieron estos horrores, el nivel de maldad que la violencia estatal puede alcanzar.

Y aun frente al crecimiento del discurso de que reclamar estas dolorosas memorias es un desperdicio, necesitamos ser firmes y resistir a las provocaciones de este nefasto gobierno, como la reciente amenaza de indulto a los militares genocidas o el intento de imposición de la teoría de los dos demonios. Es una lucha constante, y cada día se crea una nueva amenaza o provocación por parte de Milei, Villarruel y sus apoyadores.

No podemos descansar ni relajarnos en nuestra lucha, porque la violencia del Estado nunca desapareció. Puede haber cambiado de forma, y ya no desaparecen personas a la escala que lo hacían durante la dictadura genocida. Ahora tenemos muertes por ‘negligencia’, por ‘conflictos’ con la policía. Son diferentes expresiones de la violencia que el Estado ejerce sobre nosotros.

Por todo eso,

¡NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS, NO NOS RECONCILIAMOS!

Accedé al documento completo leído por la Multisectorial por los Derechos Humanos

Marcela Gottschald

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