El domingo durante el debate presidencial, el ministro candidato sorprendió anunciando que de ser presidente implementaría lo que denominó “moneda digital argentina”. El lunes no sólo ratificó sus dicho, sino que dijo que mandaría al Congreso una ley para implementarla. Es evidente que quiso contraatacar a las propuestas económico-monetaristas de sus adversarios, sea la dolarización de Milei o el bimonetarismo libre de Bullrich-Melconian. Para nosotros la noticia tiene más de pomposo anuncio electoralista que de realidad. Mucho menos de una solución a los problemas de la gran mayoría de la población.
El domingo pasado, en el debate de los candidatos presidenciales, Massa candidato dejó sorprendidos a todos cuando, en vez de hablar de los problemas concretos que tenemos los millones de argentinos que padecemos la crisis económica más grave de los últimos 20 años que el Massa ministro empeora día a día, lanzó la propuesta de crear la “moneda digital argentina”. Según sus dichos y las precisiones que fue dando, buscaría con esto bajar la circulación de moneda-papel, evitar la informalidad en las transacciones y lograr una base tributaria mucho más amplia, cercana al 100%, lo que le permitiría al Estado recaudar más y tener por lo tanto que aplicar un menor ajuste al pueblo.
El hecho que el anuncio fuera lanzado en pleno debate de candidatos, sin haber sido planteado previamente ante el empresariado, ni a los bancos privados, y que ni siquiera el propio Banco Central tuviera información de ello aparentemente, hace que la propuesta aparezca como una promesa electoral más y no como algo realizable a corto plazo, y menos aún que nos modifique la triste situación de crisis económica que padecemos el 90% de los argentinos, donde más del 40% somos pobres y hasta el 70% de los pibes lo son.
Es claro que el candidato oficialista había quedado rezagado en cuanto a propuesta económica frente al impacto que tuvo en el electorado la dolarización de Milei -aunque ahora la niegue o relativice- el bimontetarismo libre que propone Melconian para que trate de explicarlo Bullrich. Pero sacar de la galera una propuesta semejante, según mi humilde opinión, se parece mucho al anuncio que hizo Cristina en 2008 de construir un Tren Bala que uniría Buenos Aires-Rosario-Córdoba, cuando la crisis internacional estaba a punto de entrar en el país, y que requería una inversión de miles de millones de dólares y del que 15 años después no se puso un solo dólar. Veamos por qué decimos esto.
Lo que dice Massa de la moneda digital argentina
Dado que el anuncio es muy reciente y como dijimos sin proyectos ni fundamentos previos, sólo podemos analizar sus dichos y objetivos. Según aclararían Massa y su equipo económico el lunes, “la moneda digitar contribuiría al equilibrio fiscal y a no forzar ajustes draconianos ni requerir impuestazos”, porque “de esta forma la moneda digital aumentaría la base de contribuyentes y permitiría una mayor eficiencia recaudatoria” y “permite reducir los impuestos nacionales y provinciales”. Es decir que en síntesis el gobierno con su candidato a la cabeza lo que busca es aumentar la recaudación, ya que con el dinero físico -más del 40% de la economía es informal- es decir no paga impuestos. Es más, aclaran que en un primer momento hasta habría una especie de “blanqueo de capitales” de modo que los que declaren sus ahorros lo puedan hacer sin tributar, aunque sobre esto no hay ninguna precisión.
También aclararon que hay más de 100 países que están empezando a utilizar las monedas digitales de sus Bancos Centrales. Citó como ejemplos exitosos los de Noruega y Suecia, pero dijo que también Brasil está en ese camino. Y finalmente precisó que el cambio se haría en dos partes, una primera en donde se aprovecharía “el ecosistema actual” -es decir la capacidad instalada hasta ahora por medio de las billeteras virtuales (fintech) y las de los bancos privados-, y luego en una segunda etapa se avanzaría en una digitalización y soporte para generalizarlo, siempre bajo la supervisión del BCRA y esperando en un tiempo poder avanzar en el reemplazo total del dinero físico por el digital.
¿Qué es en esencia la moneda digital?
Antes de complejizar mucho la respuesta, simplifiquemos al máximo el concepto diciendo que no se diferencia demasiado de los pagos que hoy realizamos por medio de billeteras virtuales como Mercado Pago o Modo. Es decir, reemplazar el dinero físico de papel por una transacción electrónica usando internet u otra conectividad para las operaciones cotidianas y minoristas, claro que regulada y controlada por el Banco Central. Después veremos que tiene algunas particularidades que pretende aprovechar el gobierno.
De arranque digamos también que no soluciona ninguno de los problemas que hoy tiene la economía argentina: el déficit fiscal, la inflación, la pobreza y la falta de productividad de la economía argentina que están a la base de la crisis económica que se agrava día a día, no cambiará en absoluto porque usemos dinero físico o digital, porque seguirán siendo pesos devaluados de una u otra forma. Es más, hay muchos especialistas que opinan que en una situación inflacionaria como la nuestra con más del 120 % anual, el pasar directamente a una moneda digital podría acelerar el proceso inflacionario, ya que la emisión podría aumentarse en forma mucho más sencilla y descontrolada, por lo que la devaluación del peso frente al dólar sería más acelerada, con la consecuente caída del poder adquisitivo de los salarios y aumento de la pobreza y miseria.
Por otra parte, nada es color de rosa ni tan fácil de implementar como lo plantea el ministro. De los 100 países que menciona, sólo Suecia se encuentra más avanzado. Noruega, China, Rusia, Suiza y Estados Unidos recién están haciendo pruebas piloto. Y según un informe del FMI, que es muy cauto con el tema, se podría estar avanzando en estos países en los próximos 6 años. De ningún modo entonces se trata de una medida que nos cambiaría la vida rápidamente como requiere la crítica situación de crisis actual de la Argentina.
Aun si dejáramos de lado el hecho que en nuestro país hay miles de lugares en donde la conectividad es pésima o directamente no existe, hay cientos de detalles y costos que no están aún claros de cómo se implementaría.
Lo que parece estar claro es el objetivo del gobierno de recaudar más, ya que al ser todo el movimiento de transacciones y pagos centralizado por el BCRA -que tendría una base universal de todas los habitantes-, lo que pretenden es poder echar mano de un 40% o más que hoy se les escapa, por más que lo disfracen de menores costos financieros para la gente, o de mejor redistribución de la carga tributaria.
Es por eso que no deben estar muy conformes con esta medida las grandes empresas que son las que más evaden y fugan divisas, aunque probablemente no se preocupen tanto si, como nosotros también, piensan que esto es más un anuncio electoral que una realidad palpable a corto plazo.
Por último digamos que otra cosa que tiene preocupados a un sector de las finanzas es que esta forma de Monedas Digitales de los Bancos Centrales (CBDC como se conoce en el mundo por sus siglas en inglés) aumenta el control social sobre los individuos, ya que todos los movimientos están en el poder del Estado. De hecho se quejan de que esta es una ventaja clara de las criptomonedas que son de uso privado y seguro no controlado ni regulado por ningún Estado.
Quedan muchos interrogantes aún, como sobre qué plataforma trabajará esta moneda y el costo operativo de la misma. Si hoy por ejemplo se dejaron de hacer monedas porque su costo superaba el valor nominal de la misma, lo mismo podría ocurrir con la moneda digital, por ejemplo comprar un caramelo de manera digital no tendría ningún sentido ya que el “costo energético y tecnológico” de la operación superaría con creces al del caramelo. Y también qué rol jugarían las actuales billeteras virtuales, etc.
Suponemos que de seguir avanzando con su iniciativa el gobierno nos dará más elementos sobre los cuales opinar y volveremos sobre el tema.