En la mañana del lunes 5 de abril se desarrolló una nueva asamblea en el Policlínico Central y en el Centro de Vías Respiratorias, ubicados en el centro de San Justo. Los trabajadores de la salud reafirmaron su plan de lucha por la recomposición salarial saliendo a la calle para visibilizar su conflicto ante los vecinos y los pacientes.
Crece la organización del personal de salud de La Matanza. Esta mañana, el Policlínico Central comenzó una nueva jornada de lucha. El inicio de la actividad contó con la intervención de carteles para informar a pacientes y vecinos sobre la situación que sufre el personal. Salarios por debajo de la línea de pobreza y el pase a planta permanente son algunos de los principales reclamos, también se suma la denuncia de la falta de personal. Mientras avanzó la mañana, el personal del Policlínico junto al de Vías Respiratorias -que estaba solo cubriendo urgencias con guardia mínima- se reunió en la sala principal del edificio para así iniciar la asamblea permanente. En ella se nuclea personal administrativo, de mantenimiento, técnicos/as, enfermeros/as y médicos/as. Los debates rondaron sobre con qué medidas seguir antes de la movilización unitaria convocada para el miércoles 7 de abril.
“Hay muchas cosas para reclamar, pero a lo que más estamos abocados ahora es el sueldo bajo. Un sueldo muy básico, muy mínimo, no llega ni siquiera a la canasta básica familiar. Nosotros cobramos 22 mil pesos por mes, imagínate que con eso no podemos ni siquiera subsistir. Hay muchos que tienen a alguien para ayudarlos, otros que están solos y tienen que buscar la forma de que sus hijos puedan comer […] El miércoles a las 3 de la tarde vamos a ir a una marcha, convocamos a todos los compañeros a que nos acompañen”, comenta Marcela, trabajadora del Policlínico, apenas culminó la asamblea.
Finalmente se votó abrir las persianas de los consultorios externos para salir a la calle para visibilizar el conflicto. En ese momento, pacientes y vecinos se solidarizaron con los trabajadores en lucha. Una paciente solidaria comentó respecto a su apoyo a los trabajadores de la salud: “Para que nos atiendan mejor, deben estar mejor ellos. Todos necesitamos buena atención, por eso es que hoy estamos con acá”. “Estoy desde las 3 de la mañana esperando para sacar turno, pero me parece bien y apoyo al reclamo de salud”, comentó otro paciente mientras se sumaba con aplausos.
La actividad callejera culminó con corte de calle y concentración en la puerta de la Municipalidad, ubicada a media cuadra del centro de salud.
Luego del recorrido, los trabajadores terminaron la jornada matutina reafirmando una próxima asamblea para el día martes. También se realizan asambleas en el turno tarde y noche.
En primera persona
Desde Periodismo de Izquierda y el MST en el FIT-Unidad estuvimos en contacto con trabajadores y trabajadoras de distintos sectores del Policlínico. Nos comentaron cómo era trabajar en la salud municipal.
Hugo nos decía: “Para resumir, la situación es desesperante por muchos aspectos; el fundamental es el agotamiento que tiene la gente después de haber soportado y convivido con el bicho dentro permanentemente, porque vos trabajas acá y cuando llegas a tu casa tenés tu familia y los podés contagiar a ellos. A eso se le suma la situación económica extrema, donde el promedio salarial no supera los 30 mil pesos, la mitad de la canasta básica que dice el INDEC. Y se le suma no tener respuesta de la Secretaría de Salud Pública, no preguntan, ni saben, ni les importa. Si a la Secretaría de Salud Pública, no le importa la salud de su población, ¿a quién le va a importar? Nosotros estamos prácticamente desbordados, fundidos, económicamente quebrados. Estamos trabajando en condiciones indignas, no tenemos personal. Yo, por ejemplo, en mi servicio tengo dos personas para la mañana, una para la tarde y una para la noche, para hacer mantenimiento de todo este edificio -el Policlínico-, el de al lado -Centro de Vías Respiratorias- y el de a la vuelta -Ex Vacunatorio-. Nos llevaron a una situación donde nos obligan a salir a reclamar a todos los trabajadores inclusive cuando el ‘gremio’ no quiere tomar medidas o dice hay que hacer esto o lo otro”.
Noelia: “Nosotros estamos en un lugar estratégico porque atendemos a nada más ni nada menos que al público. La gente viene muy temprano para poder conseguir turno y se nos hace muy difícil manejar la situación. La demanda nos supera porque es un lugar pequeño pero que recibe gente de toda La Matanza. Trabajamos con un estrés muy grande por intentar cubrir la demanda. Al no tener más personal médico, no podemos ampliar los turnos. En ventanilla tenemos un horario muy extenso de atención al público […] Con la pandemia se nos complica más porque los lugares periféricos, aunque sean grandes, no atienden las consultas porque tienen desbordado lo demás, nosotros hemos cerrado por la pandemia algunos sectores para tener internados. Se dificulta bastante…” .
Tal como expresan los testimonios, la situación de la salud pública es crítica. La segunda ola de contagios ya está en curso y la preparación para combatirla está quedando en manos de la responsabilidad individual y del personal de salud. Los trabajadores coinciden en comentar que son ellos mismos quienes, por iniciativa propia, están preparando los protocolos de cuidado para la atención de pacientes. Además, denuncian que al inicio de la pandemia no contaban con insumos de bioprotección. “Ni barbijos teníamos”, “Los carteles de respetar la distancia de 2mts. los hicimos nosotros”.
La situación sanitaria es crítica y la bronca crece
El intendente Fernando Espinoza, en las sesiones legislativas declaró que el personal de salud debía ser nombrado como “héroes nacionales”; sin embargo, tiene a sus “héroes” por debajo de la línea de pobreza y en condiciones de precariedad.
“Repudio totalmente, ya hablar de que se destinaron tantos millones de pesos para la salud y que cuando empezamos con la pandemia, te puedo asegurar que no teníamos ni un barbijo. Entonces cuesta. La verdad en lo que a nosotros respecta, ninguno queremos saber nada”. Agrega una trabajadora del Policlínico.
La crisis económica, sanitaria y social crece día a día. La situación del conjunto de la salud pública es crítica. En ese sentido, la bronca en distintos lugares crece y se expresa con verdaderas rebeliones de autoconvocados/as y de sectores anti burocráticos. Como es el caso del Hospital Larcade, que está dando una dura pelea en San Miguel. O en la provincia de Río Negro, que viene de inaugurar a la Asociación Sindical de Salud Pública de Río Negro(ASSPUR), un nuevo sindicato que surge al calor de los autoconvocados contra la burocratización y que realizó un fuerte paro con movilizaciones en toda la provincia. O la enfermería en CABA que lucha junto a ALE -Asociación de Licenciadxs de Enfermería- por el reconocimiento profesional, laboral y salarial.
Hoy, más que nunca, es necesario ampliar la coordinación de los hospitales y centros de salud de La Matanza para fortalecer y continuar con el plan de lucha, pero también, ampliar la coordinación y unidad de toda la salud provincial y nacional.