sábado, 7 septiembre 2024 - 21:44

La inflación en junio aumentó un 4,6%. Para no caer en la pobreza se necesitaron más de $870000

Luego de cinco meses de desaceleración, producida por las consecuencias de la recesión, en junio la dinámica sufrió un cambio y la inflación fue del 4,6%. Mientras que la Canasta Básica Total, índice que determina la línea de la pobreza, el mes pasado llegó a valer $873.169. Estas cifras fueron publicadas por el Indec en sus informes sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC)[i]y el de la Valorización mensual de la canasta básica alimentaria y de la canasta básica total[ii].

La inflación de junio

La variación mensual del IPC en el mes de junio registró un aumento del 4,6% con respecto a mayo. En este primer semestre, la inflación acumulada ya alcanzó el 79,8%, además de que la variación interanual de este índice se disparó al 271,5%.

Según el trabajo publicado: “La división de mayor aumento en el mes fue Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (14,3%), por las subas en las tarifas de electricidad y gas y en alquiler de la vivienda. Le siguieron Restaurantes y hoteles (6,3%) y Educación (5,7%) por subas en todos los niveles de enseñanza”.

Por otro lado, la división de Alimento y bebidas no alcohólicas mostró un incremento del 3,0%. En este ítem se destacaron los aumentos en Verduras, tubérculos y legumbres, Pan y cereales y Leche, productos lácteos y huevos.

El IPC Núcleo, una medida que no tiene en cuenta los precios regulados ni a los elementos estacionales, en junio registró un aumento del 3,7%. Los productos estacionales presentaron un incremento del 4,4% y por el lado de los productos regulados se aumentaron un 8,1%.

Las canastas alimentarias

Junto a los valores inflacionarios, el Indec también dio a conocer los números de la Canasta Básica Total (CBT) y de la Canasta Básica Alimentaria, las cuales determinan la línea de la pobreza y de la indigencia respectivamente.

Por el lado de la CBT, su variación con respecto al mes de mayo fue del 2,6%. El aumento acumulado de esta canasta, se manejó alrededor de los mismos dígitos que marcó la inflación, llegando al 76,1%. Con respecto a su variación interanual se incrementó un 275,7%. Con estos índices, una familia tipo, para no encontrarse por debajo de la línea de la pobreza necesitó $873.169.

En cuanto a la CBA en junio aumentó un 1,6% respecto a mayo. Además, en estos seis meses, esta canasta acumula un incremento de 63,4%. Los aumentos indicaron que una familia compuesta por cuatro personas, dos mayores y dos menores, necesitaron para no entrar en la indigencia ingresos por encima de los $393.319.

Pasaron cinco meses y, a pesar de los festejos del presidente por el 4,6% registrado en junio, apareció un freno a la desaceleración inflacionaria que se venía desarrollando. Hay que recordar que esta caída en los números de la inflación son obra de un desplome pronunciado en el consumo, producto del deterioro en el poder adquisitivo. Todos síntomas del estadio recesivo al cual nos trasladó el gobierno del presidente Milei.

El incremento registrado en la inflación de junio viene de la mano con el aumento de las tarifas de luz, gas, y donde también se acoplan los cambios en los precios de los alquileres. Los movimientos de todos estos valores son fruto de la ingeniería económica que vienen aplicando los libertarios.

Cada vez se hace más evidente lo distante que están las declaraciones presidenciales sobre la situación socioeconómica del país, abonando un descontento creciente en la calle. La diferencia entre los sueldos de las mayorías y el valor de la CBT ($873.169) es muy evidente y hace cada vez más difícil ocultar la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. Hace unos días el gobierno confirmó una nueva reunión del Consejo del Salario, para determinar un incremento en el salario mínimo vital y móvil (SMVyM). Actualmente la situación es totalmente crítica en donde se requieren más de 3 salarios mínimos ($234.315) para lograr empatar el valor que delimita la línea de la pobreza.

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La escena no es muy alentadora en la economía y la segunda etapa de esta gestión, no arrancó en óptimas condiciones. Según consultoras privadas, las turbulencias financieras que sufrió el gobierno a principio de julio empezarían a trasladarse a los precios de la economía minorista, es decir, que las comenzaríamos a notar en algunos aumentos en las góndolas. En línea con esto, un estudio del centro CEPA indicó que, en las dos primeras semanas de julio, los productos de consumo masivo aumentaron un 2,63%.

Las medidas anunciadas por Caputo y Bausili, el desembarco de Sturzenegger en un ministerio inventado para el y la firma del Pacto de Mayo, no han podido ponerle un freno a las presiones cambiarias que continuamente cuestionan las declaraciones de las principales figuras libertarias y que a la larga estas surten efecto en los precios. Este 12 de julio, el mercado cambiario cerró con un dólar Blue a $1.500 para la venta, un valor que creció $95 en lo que va de julio.

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Simultáneamente al quinto viaje a los EEUU de Javier Milei, se suma otro día más en donde aparecen indicadores demostrando el desplome de la calidad de vida de los trabajadores y las mayorías populares, una situación difícil de cambiar mirando la orientación de este gobierno ajustador. Por esto se vuelve necesario la aplicación de una batería de medidas y políticas que den respuestas a estos problemas y resuelvan las cuestiones de fondo.

Necesitamos una actualización urgente de los salarios, la cuál esté atada al valor de la canasta alimentaria, y en donde este se incremente en base a la inflación mensual. Sumado a esto, es vital frenar con las acciones especulativas de los formadores de precios, los cuales aprovechan el mínimo descalabro económico para obtener alguna ventaja. Por esto, el control de precio debe pasar por las manos de los trabajadores y usuarios.

Para lograr aplicar estas medidas también hay que efectuar cambios más globales para finalizar el comportamiento dependiente de nuestro país. Por esta razón, hay que romper todas las negociones con el FMI y terminar con el pago de cualquier deuda odiosa y fraudulenta que se esté llevando a cabo. Milei propone todo lo contrario a esto, y desde el MST en el FIT-U entendemos la necesidad de dar este giro revolucionario para que, de una vez por toda, los resortes del país los manejen los trabajadores y no por los sectores más concentrados de la economía.


[i] https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ipc_07_24C42AFC489C.pdf

[ii] https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/canasta_07_249C2B27D401.pdf

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