El sábado por la tarde, a espaldas de los estudiantes, se llevó a cabo el Congreso de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), con el único objetivo de renovar autoridades. La lista 1 de Nuevo Espacio renovó cargos en unidad con Seamos Libres ¡Los jóvenes de Milei! La lista de la izquierda logró dos secretarías en la junta ejecutiva.
Un “Congreso” sin debate ni estudiantes
Nuevo Espacio, la juventud de la UCR-Cambiemos, repitió su patrón. No esperamos nada y aún así logran decepcionarnos. Este sábado, en la Facultad de Medicina, el supuesto “Congreso” de la FUBA se asemejó más a un trámite administrativo que a un espacio de deliberación, organización y lucha estudiantil.
Desde que Nuevo Espacio recuperó la conducción de la federación, no han cesado las políticas antidemocráticas y de vaciamiento participativo. La reforma estatutaria aprobada hace dos años —que prolonga mandatos, suspende congresos y elecciones— es apenas un ejemplo de su estrategia para vaciar de contenido estos espacios.
Lo ocurrido es particularmente grave si se considera el contexto: este año, los estudiantes protagonizamos una extraordinaria lucha en defensa del presupuesto universitario. Las 13 facultades vivieron procesos de asambleas y tomas que enfrentaron incluso la pasividad de las conducciones de los centros de estudiantes. En lugar de utilizar este congreso para potenciar y relanzar estas movilizaciones, Nuevo Espacio hizo lo opuesto: organizó un congreso sin difusión, en una fecha sin clases, para distanciar aún más a los estudiantes de su principal herramienta de lucha.
Sintonía fina (entre radicales y peronistas)
El congreso presentó cuatro listas. La Lista 1: “En defensa de la educación pública”, encabezada por Nuevo Espacio (ex Franja Morada) a su vieja alianza con la UES, se incorporó Seamos Libres, organización de la Juventud Libertaria en la universidad. Las fuerzas privatistas se siguen organizando hacia el interior de las facultades, y derrotar estás burocracias es la principal tarea que tenemos los estudiantes, para defender nuestra formación y la educación pública.
Por otro lado, la Lista 2: “Por la universidad nacional y popular de Buenos Aires” representó a un sector del peronismo que, a pesar de su retórica, actuó en sintonía con las conducciones radicales, priorizando la negociación con las autoridades universitarias por sobre la lucha estudiantil. Estas fuerzas donde son conducción (filo, sociales) han utilizado su influencia para intentar desarticular tanto la movilización como las medidas independientes que el movimiento estudiantil impulsó en su proceso de auto-organización. A través de distintos gremios, y ciertos decanatos que posé, jugó el rol de bloquear la lucha en lugar de impulsarla.
Frente a este escenario, la Lista 3, conformada por el MST y otras organizaciones de izquierda, se posicionó como la única alternativa verdaderamente independiente, comprometida con la defensa de la educación pública y la participación estudiantil. La izquierda denunció públicamente las maniobras antidemocráticas del congreso y advirtió sobre los riesgos de una burocratización creciente de la FUBA, que podría llevar a una pérdida de autonomía de los centros de estudiantes y a una mayor sumisión a los intereses del gobierno nacional.
Lo que la FUBA podría haber sido
Frente a un contexto crítico para la educación pública, el congreso de la FUBA debió ser un espacio de deliberación y organización. Podría haberse estructurado en comisiones temáticas que discutieron los problemas urgentes que enfrentamos los estudiantes. Las asambleas en cada facultad habrían podido votar mandatos para llevar al congreso, fortaleciendo la democracia participativa.
Este congreso también podría haber sido un puente hacia las luchas más amplias contra el ajuste y la privatización impulsadas por el gobierno de Milei. La FUBA tiene el potencial de construir colectivamente un plan de lucha que enfrente estas políticas, pero para esto es necesario superar su actual conducción.
La izquierda: la tarea de recuperar las conducciones
A pesar de nuestras críticas a la conducción de Nuevo Espacio, desde la izquierda decidimos participar del congreso con una lista común, logrando obtener dos de las quince secretarías de la junta ejecutiva. Estas secretarías estarán al servicio de las luchas del movimiento estudiantil y del pueblo trabajador.
Nuestro principal objetivo sigue siendo recuperar la conducción de los centros de estudiantes y, con ello, retomar la dirección de la federación. Solo así podremos devolverle a la FUBA su carácter combativo y transformarla nuevamente en la gran herramienta de lucha que fue a principios de los 2000, cuando la rescatamos de las manos de la Franja Morada.
Secretaría de articulación obrero-estudiantil
Agustín Jeremías Romero
Marisabel Lombardi