La situación de la docencia de CABA muestra que hay reservas para luchar y cada vez que hubo oportunidad de demostrarlo se dijo presente con fuerza enfrentando al larretismo, incluso desbordando a la conducción de UTE (orientada por el FdT) ya que ésta no lo enfrenta. En ese marco, lamentablemente, Ademys muestra límites al no poder estar a la altura de las circunstancias. Es necesario un modelo que priorice el polo democrático para impulsar la movilización en el conjunto de la docencia.
El gobierno del PRO, con Macri, Larreta y la impresentable de Acuña que vive atacándonos, tiene la política de avanzar contra todo lo público en general y contra la educación pública en particular. En ese camino, han aumentado los subsidios a las escuelas privadas, han subejecutado presupuesto en infraestructura, y vienen intentando destruir todas nuestras condiciones laborales. Sin embargo, no pueden llevar globalmente su proyecto, porque del otro lado de la vereda, se encuentran con la docencia y con la comunidad educativa que resiste, y no les permite avanzar hacia donde quieren.
Salimos frente a la reforma del Estatuto con una fuerte movilización que demostró que se puede enfrentar al Larretismo. El 10, en el marco del paro nacional hubo una gran adhesión. Hace unos días fuimos parte de una masiva movilización denunciando que el ajuste era el responsable de la muerte de una de nuestras estudiantes.
Y es por eso que tienen que retroceder: salieron a decir que nos iban a sancionar si utilizábamos el lenguaje inclusivo, pero quedó sólo como declaraciones mediáticas. Vienen dando marcha atrás en la política de «transformar» algunas escuelas de nivel primario, de jornada simple en jornada completa, ante una comunidad educativa que se empieza a organizar y movilizar.
En todo el país la docencia está saliendo a las calles, con paros y enormes movilizaciones que desbordan, en varios lugares, a las burocracias sindicales Celestes que intentan encorsetarnos. Producto de la bronca que va surgiendo por abajo en todo el país y en la Ciudad, es que el 5 de septiembre el Gobierno llamó a una mesa salarial. Lo hace preventivamente, porque están a la defensiva. Y sobre todo, porque saben que la bronca crece y que la dinámica de cualquier hecho puede desbordar a las burocracias. Un aumento del 8%, distribuido en dos meses y calculado sobre el salario de febrero, es insuficiente y nos sigue dejando por debajo de la línea de pobreza en un solo cargo, eso es así, pero también quiere decir que, si largan esto sin pelea, es obvio que luchando podríamos ganar mucho más.
Juntos por el Cambio ajusta, el Frente de Todos no hace más que declaraciones
Es justamente en este contexto, donde hay bronca y posibilidades de salir, que es criminal lo que hacen las burocracias sindicales.
La Celeste, que conduce UTE, el verticalista sindicato mayoritario de la ciudad, que responde al Frente de Todos y tiene legisladores, se justifica bajo el discurso de que la «docencia no quiere/no puede». ¿Dónde queda el «luchar sirve» ahora? Les informan unilateralmente desde el Gobierno este aumento miserable y siguen sin hacer nada. Más que enfrentar al larretismo, le terminan haciendo el caldo gordo.
A esto se suma que en la Ciudad tenemos 17 sindicatos. Muchos de ellos kioscos de puntaje, o directamente sellos truchos del PRO.
Y en Ademys ¿también pensamiento único?
Ante este panorama, es justamente donde Ademys debería tener un rol superior. Lejos de pegar un salto cualitativo desde que es dirigido por Lista de Maestrxs como elles mismes sostienen, el sindicato no ha dejado de nuclear a una porción minoritaria de la docencia. Siendo un sindicato principalmente compuesto por un sector activista de la docencia podría haberse jugado a encauzar la bronca y el enojo, constituyendo un polo claro desde el cual masificarse. Estos debates los hemos planteado al interior de la Multicolor desde Alternativa Docente, pero sin éxito.
En lo que sí dio un salto cualitativo Ademys bajo la conducción de Lista de Maestrxs (Izquierda Socialista) es en la política de preservar y no jugarse para que el sindicato se desarrolle, que crezca, impulse la coordinación, las asambleas conjuntas, sin tibiezas, jugándose a potenciar la lucha del conjunto.
En la asamblea de la Junta Electoral, por conveniencia (y con el oportunista apoyo de la 9 de Abril -PTS que no sabía ni qué argumentar) copiaron lo peor del modelo verticalista llegando a vulnerar el propio estatuto de Ademys. Un precedente nefasto.
Los hechos
Al no haber acuerdo al interior de la Multicolor en la composición de la Junta Electoral, ya que IS quería hegemonizar artificialmente todo (secundado vergonzosamente por el PTS), es que terminamos en la propia asamblea de junta electoral definiendo esto.
Nuestra propuesta, en conjunto con Tribuna Docente y la Haroldo Conti, era que se votara nominalmente la Junta Electoral. IS y PTS contrapusieron lista sábana. Ganó por escaso margen 5%, lo cual desmiente la afirmación que hace el secretario Adjunto Adaro (El Socialista 543) Luego de esta votación, proponemos que, tal cual está en nuestro estatuto para la elección de Comisión Directiva, se ordenaran la integración de la lista por sistema D’Hont. Sin embargo, Lista de Maestrxs y la 9 de Abril se opusieron, lo cual constituye un verdadero escándalo metodológico para sostener que el que ganaba se llevaba todo y «quedaba a voluntad y discreción de la lista ganadora la integración de la otra».
Acá salta un grave problema: si dirige la burocracia se exige más democracia ahora, cuando dirigen elles pareciera que no hace falta. Lo que los lleva a violentar el Estatuto y hacer una burocrateada nunca antes vista es porque no toleran que se le ponga en cuestionamiento nada y quieren copar todo.
Desde Alternativa Docente no compartimos en absoluto este criterio. El modelo sindical que necesitamos es uno donde se respeten los mandatos, se integren las diferentes corrientes de opinión y no se cope las decisiones en la directiva sin poner a consideración de la base.
Por un sindicalismo acorde a las necesidades de la docencia
Tenemos que poner las herramientas que recuperamos al servicio del conjunto de la docencia. Exigirle al resto que salgan a la lucha. Más de una vez Ademys ha convocado a acciones y por la presión que se ejerció desde las escuelas, UTE ha tenido que convocar también, llegando a la unidad por la vía de la exigencia y la presión por abajo. Este es el camino: los sindicatos no pueden ser entendidos como clubes de fútbol en donde se es de uno o de otro, sino como herramientas de les docentes, porque tenemos los mismos problemas más allá del sindicato en el que estemos. Necesitamos un modelo sindical verdaderamente democrático, plural y de lucha. Todo esto, en el camino de pelear por la educación que necesitamos y queremos. Te invitamos a fortalecer estas propuestas con nosotres para que lo construyamos juntes.
Vanesa Gagliardi, Directiva de Ademys
Alternativa Docente – CABA