El miércoles 13 de diciembre se dió lugar a una nueva Asamblea del sector cultural, convocada por Unidxs por la Cultura, espacio de articulación que dio la pelea por los fondos específicos en 2022 y conquistó los 50 años. Tuvo una importante participación superando las 200 personas entre la modalidad presencial y virtual. La convocatoria se enmarca en el cambio de gobierno con el triunfo de Javier Milei y los anuncios económicos de Luis Caputo. El plan del gobierno plantea un escenario de fuertes enfrentamientos por las condiciones de vida presentes y futuras. Y como muestra la historia: el arte y la cultura son canales de expresión de esa rebeliones que libra el pueblo y en especial la juventud que hoy ve arrebatados sus sueños.
No hay prueba más clara de que el Gobierno sabe las consecuencias que estas medidas tendrán en la calidad de vida de la población que los anuncios amenazantes que Patricia Bullrich, nueva ministra de Seguridad, anunció al día siguiente de dicha asamblea: un protocolo anticonstitucional que robustece las herramientas de represión de las fuerzas de seguridad.
Organizar la resistencia al plan motosierra
La censura a la manifestación popular, coronan una semana llena de anuncios de despidos en el Estado, discursos de privatización de los medios públicos, la devaluación del 120% que afecta directamente en el bolsillo de todxs lxs trabajadorxs y la estatización de deuda privada.
Frente a esta actualidad agobiante la Asamblea organizada por Unidxs por la Cultura tuvo una importante presencia de trabajadores del sector audiovisual, teatral, la música, la educación artística, del Estado en instituciones específicas y estudiantes con sus representaciones estudiantiles. El debate permitió socializar estados de asamblea y movilización en medios públicos, en medios comunitarios y en estatales. Existe una situación de ajuste y precarización muy fuerte, que se expresa mayormente en la juventud, crisis que por otro lado no es nueva. Entre las propuestas fue contundente la voluntad y la necesidad de coordinar la lucha y los reclamos de todos los sectores como también construir acciones unitarias que rompan con la inercia de las dirigencias políticas y sindicales que siguen apostando a la pasividad cómplice.
Por unanimidad las mociones votadas fueron: Declararse en estado de alerta y llamado a la movilización en contra del ajuste para defender cada derecho conquistado y enfrentar el brutal ajuste que ya estamos padeciendo, por eso se votó marchar el 20 de diciembre de Congreso a Plaza de Mayo junto a organismos de derechos humanos, el sindicalismo combativo, las organizaciones sociales y piqueteras. Para este punto ya hay una convocatoria impulsada por el Espacio de Memoria, Verdad y Justicia. También se aprobó impulsar la coordinación de todos los sectores de cultura en todo el país; rechazar los despidos evitando la fragmentación de la población trabajadora para esto exigir a las conducciones sindicales a organizar la resistencia y la movilización. Además solidaridad con los procesados por luchar César Arakaki y Daniel Ruiz pidiendo su absolución. Y por último manifestar abiertamente el grito de Alto al genocidio del pueblo Palestino.
20 de diciembre: la cultura en la calle con la lucha popular
Tomar la calle es un derecho. Aclarar esto resulta increíble. La manifestación pública es siempre política y no hay delito en eso. Sin esa posibilidad cuando las empresas privadas de servicios nos corten la luz o el gas no podremos reclamar como ya lo hemos hecho. Si mueren jóvenes en un boliche por negligencia y corrupción no podremos reclamar por sus vidas truncadas, llorar juntos, pedir justicia. Si el pueblo no da mas del hambre, ¿a dónde iremos?
La comunidad artística que percibe la realidad desde un compromiso social no acepta que la resistencia se haga de forma privada y solitaria. Llevamos más años de popularidad que de individualidad pandémica. No habrá forma de convencernos que no es en la calle el lugar desde dónde disputar derechos, reconstruir lazos sociales y gritar al mundo las necesidades de las mayorías frente a las medidas de violencia y sometimiento. Es por eso que este 20 de diciembre hay un nuevo llamado al encuentro, en un día con vigencia histórica reciente. Porque como hace 20 años los muertos de aquellos días siguen doliendo es que saldremos no solo a defender el cuidado de nuestros recursos naturales, de nuestra producción, de nuestros puestos de trabajo, de nuestros proyectos, también saldremos a defender la libertad de expresión, de movilización y de manifestación colectiva. Será la primera respuesta en la calle en contra del feroz ajuste contra el pueblo y a favor de la verdadera casta, el poder económico – financiero. No hay tiempo que perder. La calle es nuestra.
Mayra Bottero, directora de Cine y docente UBA. Unidxs por la Cultura y MST
Ingrid Urrutia, delegada general ATE INCAA, Alternativa Estatal MST