En el día de hoy se dio a conocer que los diputados y senadores nacionales, junto a las autoridades del Congreso recibieron un aumento del 30% en sus dietas. Se suben los ingresos en medio de una catarata de despidos de trabajadores del Estado con la excusa de “falta de recursos”, lo cual refleja de manera brutal la verdadera cara de este gobierno.
La resolución, firmada por Martín Menem y Victoria Villarruel y aprobada con la única excepción del FIT Unidad, omite poner en el texto que el aumento alcanza a los legisladores, pero a través de varios legisladores se pudo comprobar que es así.
Estas últimas semanas estuvieron marcadas por los anuncios de cierre del INADI y Télam (serían más de 2.000 trabajadores en la calle), despidos en INCAA (170), Desarrollo Social (600), Secretaría de Cultura (1.200) y en el sector privado cientos de suspensiones, quita de horas extras y despidos, siendo el caso más renombrado ACINDAR.
Frente a toda esta realidad el gobierno tiene un solo discurso: “No hay plata”. En el día de hoy lo que se comprobó es que plata hay y va siempre para la casta. Por eso, no es sorpresa que en la semana anterior Martín Menem nombrara a su sobrino, Federico Sharif Menem, con un sueldo de más de 2 millones de pesos.
En momentos como estos, la propuesta de la izquierda de que un legislador o funcionario gane como una maestra y se atienda en el hospital público toma fuerza. Si no hay plata, lo primero que tiene que suceder es que los cargos políticos reduzcan su dieta. Vivir como nosotros, conocer nuestras penurias para proponer salidas es la forma de pensar respuestas.
El plan motosierra muestra cada vez más que del lado de la sierra solo estamos los trabajadores, estudiantes y sectores populares. Es hora de exigir con más fuerza un paro nacional y plan de lucha a la CGT y a la CTA para dar vuelta esta situación. Así no va más, hay que dar vuelta todo y para eso te proponemos sumarte al MST en el Frente de Izquierda Unidad, los únicos que proponemos que la crisis la paguen los que se están llenando de plata, los Roca, Galperin y todos sus secuaces políticos.
Pedro Pallero