Luego del cierre de listas dentro de Unión por la Patria, Hugo Moyano se quedó sin su candidato predilecto. Tras la baja de la candidatura de Daniel Scioli, el burócrata sindical empezó a buscar qué candidato apoyar de cara a las elecciones que se avecinan. Como era esperable, saltó de un neoliberal a otro, y por eso ayer se reunió con Sergio Massa junto a dos de sus hijos: Jerónimo y Hugo Jr. Faltó Pablo, quien seguramente y a pesar de ausentarse siga siendo cómplice de la dirigencia sindical que le ha permitido al gobierno de los Fernández continuar con la sumisión al FMI y, además, ajustar a los trabajadores en general.
Sin arrojar declaraciones a la prensa, el histórico dirigente de camioneros dejó trascender el apoyo al ministro-candidato de Unión por la Patria. Este último trabaja, como dicen, veinticuatro- siete para cerrar los apoyos que anteriormente se habían dividido en la interna que no fue entre Wado de Pedro y Scioli. Así, el tigrense recolecta el visto bueno del arco sindical que ha sido cómplice de la destrucción del poder de compra de los salarios en el último tiempo.
Como lo hizo previamente la cúpula de la CGT, ahora Moyano da la bendición al candidato que dijo “una obsesión que tiene que tener el próximo presidente es pagarle al FMI”. Una demostración de que apoyan a uno de los tantos candidatos del ajuste y se preocupan más por asegurarse cargos o favores políticos, en vez de estar luchando por los verdaderos intereses de los trabajadores que hoy sufren la descarga de la crisis sobre sus espaldas.