La Mayor Protesta Es El Amor, enorme frase que titula el libro de Norberto Alfaro, periodista, locutor de radio y activista de la cultura y contracultura hardcore punk. Encontramos en estos diálogos sobre Fun People y el hardcore punk, una prosa disconforme con la realidad y con ansias visibilizar los sentimientos vertidos desde los inicios de la mítica banda en los 90’s. Pasado, presente y futuro de la música no convencional argentina.
– ¿Cómo conociste a Fun People y qué papel creés que influyó en tu vida ya sea cuando los escuchaste por primera vez como al pasar los años?
Los conocí por un compañero de secundaria, si mal no recuerdo en el año 1996, que me prestó un k7 grabado de Anesthesia. Habíamos pegado onda porque yo venía escuchando Ramones y el punk local, lo que era 2 Minutos, Superuva, Attaque 77, etc. Y él también venía con esa música, pero con más data. Me había preguntado si conocía a Fun People, y me pareció algo nuevo a todo lo que venía escuchando. Otra agresividad, y el cantar en inglés y en castellano me parecía extraño, lo mismo que el tener un nombre en inglés. Había momentos que no entendía la letra. A partir de ahí como que empecé a querer saber un poco más sobre la banda.
Creo que lo que influyó en mi vida son temas que se tocan en el libro. Me parece que hay varias cuestiones que tienen que ver con ciertas tomas de posición ante situaciones que mantengo incluso hoy en día después de tanto tiempo. Tiene que ver con la formación de personalidad de aquel momento, yo tenía 13 años, era un adolescente que estaba descubriendo un montón de cosas. Me parece que al escuchar y ver ciertas temáticas que descubrí a través de los recitales de Fun People y otras bandas, fui formando mi personalidad, y tomé posición respecto a ciertos temas. Siempre tuve conflictos con la autoridad, ya sea desde la familia y la educación. Y viniendo al presente, que en uno de los lugares donde trabajo, sea una especie de delegado y pelee por el sueldo de mis compañeros y compañeras, no es una construcción del ahora, encuentro conexión con aquel adolescente.
Yo creo que, si esas ideas no hubiesen calado hondo en mí y en tantas otras personas, nuestra personalidad hubiese sido otra y estaríamos vinculados de otra manera, o en otros lugares. Tiene que ver con un momento en el que fui creando lo que soy.
– ¿Tuviste respuesta de alguno de los músicos de la banda? ¿Era la esperada?
El único que se comunicó después de la salida del libro fue Lucas Sequeira, que me escribió a la cuenta de instagram del libro. Le llegó un poco de data a través de uno de los chicos que tocá con él en La Lovely Band, que es una banda que está haciendo shows tributo a los discos de Fun People, y además de agradecerme por el laburo que había hecho me invitó a que vaya a ofrecer mi libro cuando él tocara. De hecho, lo hicimos, hace unas semanas, casi un mes en un recital que armó en Quilmes. Tuve la oportunidad de vender el libro y encontrarme con él para charlar obviamente. Hasta ahora es la única persona que se acercó, y la verdad que no esperaba ninguna respuesta. Cuando empecé el trabajo me comuniqué con cada uno de los integrantes de la formación original y les comenté lo que estaba haciendo e incluso invité a participar, pero ninguno quiso, así que no esperaba en sí ninguna respuesta.
– ¿Cuál es tu opinión respecto al hardcore punk nacional hoy en día? ¿Cuáles bandas te gustan y por qué?
Me parece que hoy está gozando de buena salud. Hay que tener en cuenta que tuvimos dos años parados y para un estilo que es super marginal en todos los sentidos, donde a veces hay que redoblar la apuesta mucho más a lo que hace una banda de “rock normal”, por así decirlo. Digo que goza de buena salud porque hay muchas bandas y todos los fines de semana hay shows para ir a ver, eso está buenísimo que suceda. Propuestas interesantes que van más allá de la música como Funerales (que estuvieron en la presentación oficial del libro el 9 de abril), Todos Los Fiscales Muertos, que es una banda que me mata tanto musicalmente como en sus letras, Lxs Basura, Agresivamente de Rosario que es una banda muy contestataria, Cutre que es un poco más violento y me encantan, Rancho Aparte también con una chica al frente, que está muy bueno que cuando realmente se habla de igualdad y oportunidades sea para todxs, y haya una mujer diciendo cosas y cuestionando una escena que está conformada en su mayoría por hombres, también las Paltax y muchas más.
– ¿Creés que el mensaje contestatario anti sistemático sigue golpeando de la misma manera en pleno 2022? ¿O quizás fue mutando con los años?
Es muy difícil que pegue de la misma manera en el 2022. Me parece a mí, con respecto a otras épocas. Hoy hay otra forma de comunicarse, hay otras formas de disuadir todo ese mensaje contestatario, ¿no? De hecho se está viviendo una situación muy particular que tiene que ver con que por momentos todo es igual o lo mismo, y en esa respuesta, que me parece facilista, no hay momento para detenerse a pensar un montón de cuestiones. Claramente fue mutando, pero en este sentido, en el hecho de cómo se comunica el mensaje o cómo se ejecuta que creo que es lo más importante. Por eso en los últimos tiempos, vengo hablando sobre esto y el activismo, en que el verdadero mensaje antisistema es el activismo, y el punk y el hardcore siempre son la banda sonora de esa actitud. El verdadero mensaje, creo, está hoy ahí, en los colectivos políticos y contraculturales que ven como el mundo repite constantemente las mismas formas, son los que aportan datos sobre una realidad que golpea día a día en todo sentido, en lo económico, ambiental y social.
– ¿Te gustaría escribir otro libro en un futuro? Si es así, ¿sobre qué?
Si, por supuesto. La verdad que igualmente estoy tratando de disfrutar todo esto, porque todo lo que se generó y abrió con el libro para difundirlo, charlarlo, discutirlo y mostrarlo, es esto de que el libro no termine en la última página y se extienda. Pero si, me gustaría escribir, hay algunas ideas y con respecto a la contracultura me parece que estaría bueno hacer algo con la revista Rebelión Rock de Alacrán, que me parece un órgano de difusión y colección vital en la contracultura y el punk nuestro. Por lo menos, nos debemos guardar todo ese material de manera digital para que no se pierda y esté al alcance de todxs. Esa sería una buena excusa para escribir otro libro.
– Estás girando constantemente por todos lados presentando esta gran obra, ¿Alguna anécdota en particular de este periplo realizado?
Anécdotas no sé si hay así de forma atípica, pero en los lugares donde estuve presentándolo, en su mayoría, seguimos discutiendo las formas de vincularnos y de cómo llegar a distintos objetivos. Ahí creo que es donde aparece la autogestión y la independencia y ciertos valores que fuimos adquiriendo y tratando de mantener ya como personas adultas. Así que lo que me gustaría destacar de lo que fue esta gira hasta este momento, es la hospitalidad que tuvimos. Tiene que ver con eso que hablamos siempre y se traduce en hechos. Me gusta destacar lo sucedido en La Libre en Santa Fé, en Rafaela estuvimos en una librería pero después me quedé en lo de Alex de Negative Records, creo que es la única persona o de los pocos en Rafaela que agita autogestión con toda una comunidad en contra. Bueno, en Rosario con Luquitas Goldberg de Bandera Negra, que es un ciclo que no solamente reúne bandas y gente que editó libros, sino que es un espacio de discusión y me parece fantástico que suceda. El evento no fue un recital, sino un todo, donde circularon dos libros, acústicos, feria de fanzines, estuvo buenísimo como la palabra circuló en ese espacio.
Y también nos chocamos con las realidades de cada lugar, en Mina Clavero en Córdoba, en La Llamada Escénica todo se hace de manera autogestiva, donde no hay entradas y la gente colabora con lo que tiene para los artistas y manejándonos de esa manera, pudimos viajar hasta allá y tener dónde parar. Los lugares donde fuimos terminaron de cerrar lo que se comenta en el libro, esa experiencia autogestiva que se conoce al vincularse a los valores que propagó Fun People y el hardcore punk a partir de la década de los 90’s.
En todos lados siempre hubo una persona o más que tuvo ganas de contar su experiencia, ya sea siendo público de Fun People en esa época como personas más chicas que no pudieron verla en vivo pero de todos modos ese mensaje y esos disparadores a la gente le llegó igual. Es muy gratificante que, por ejemplo, se acerque una persona y te diga que se sienten identificados con lo que el libro cuenta. Es muchísimo. Como Fun People fue una banda muy federal que tocó en todas las provincias, asumía que esos ejemplos iban a suceder y es muy gratificante que así haya sido.
– ¿Cuáles son tus planes para el resto del año?
Ahora en agosto paramos un poco porque también esto de girar y manejar yendo para todos lados, además de desgastar, relega otras responsabilidades que atender. Pero bueno, el 27 de agosto voy a estar participando del Back To The Fanzine en La Cultura Del Barrio, solamente ofreciendo el libro, y después el 3 de septiembre presentamos el libro en Mercedes con acústico de Lea Flores, cantante de Da-Skate, y después el 24 de septiembre lo presentamos en Berazategui en un evento donde van a tocar 3 bandas, Fuerza & Decisión, Los Vencedores y Beat Bone, más música en vinilo, ferias independientes, en octubre estamos por cerrar una presentación más y noviembre también. Hay planes de hacer alguna nueva reedición del libro para corregir algunas cuestiones y sumar más material, eso también surge como una posibilidad.
– La última es para que digas lo que quieras
Por último, me gustaría aprovechar agradecer a Periodismo de Izquierda, a los colegas periodistas que se comunicaron para tratar de difundir el libro y a la gente por el feedback que hay, por ejemplo, a través de la cuenta de instagram.
Hay gente que escribe cómo se sienten identificados y eso para mí es un montón. Aprovechar el agradecer a todas las personas que me abrieron las puertas en todo sentido para difundir el libro. Gracias.
Matías Digiano