martes, 5 noviembre 2024 - 07:20

Kelly Olmos, una menemista sin filtro. Adjudicó la inflación desbocada a los reclamos paritarios

Mientras hace dos días se daba a conocer el valor de la Canasta Básica en septiembre, que alcanzó el monto de $128.214, algunas paritarias se encontraban en negociación. Como lo indica el índice del INDEC, el proceso inflacionario no para y los reclamos salariales se hacen presentes en la discusión de manera reiterativa. En ese marco, tras los dichos de Pablo Moyano por la negociación salarial de Camioneros, Kelly Olmos, la nueva ministra de Trabajo salió a cuestionarlo, pero haciendo un tiro por elevación para apuntar contra los aumentos de sueldos como los motivadores de la suba constante de precios.

Opacado por la lucha del SUTNA, los burócratas de la CGT que en ningún momento brindaron solidaridad con esa pelea, más bien pedían al gobierno que sea más duro con el mismo, mostraron rispideces internas que perduran. Pablo Moyano fue en ese entonces quien se quiso mostrar como el ala más “combativa”, declarando después del triunfo de los trabajadores del neumático que “si a Camioneros no le hacen una propuesta seria, el paro del neumático va a ser un poroto”. Los popes del sindicalismo peronista no se pueden permitir que un triunfo testigo como el del SUTNA se haya conquistado con un método de democracia entre los trabajadores y con una impronta clasista. Es por eso que tras la frase aludida Moyano exigió un 131% de aumento.

En la primera audiencia que tuvo el gremio que encabeza con las patronales y la nueva ministra de Trabajo no se logró ningún acuerdo. Más bien, otra vez posando como un símbolo de la lucha, Pablo Moyano salió a cruzar a Kelly Olmos diciendo que si lo reclamado le parecía mucho se suba a un camión. Hoy por la mañana, la funcionaria con pasado menemista expuso su respuesta.

Entrevistada por El Destape, Olmos, con un guion preparado con los argumentos clásicos del FMI le respondió al líder de Camioneros: “Puede ser justo para los trabajadores de ese sector, y para mí todo lo que un trabajador puede acceder lo merece y más también, pero cuando hay sectores que avanzan excesivamente y eso impacta sobre la dinámica inflacionaria tienen que entender que es muy insolidario con los que quedan atrás”. Más allá de la fricción existente entre los dos integrantes del Frente de Todos, la ministra declaró apuntando contra los reclamos salariales en general. El argumento ultra ortodoxo que afirma que los aumentos de sueldo provocan inflación es algo rebatido de sobremanera por datos empíricos. En los argumentos de Kelly Olmos lejos está de hallarse como causa de la escalada inflacionaria las especulaciones empresariales. Mientras en el mundo el precio de los alimentos está bajando, por múltiples motivos, en nuestro país siguen aumentando, según datos de distintas consultoras, un 2% semanal. El remarque constante de esos monopolios, como las devaluaciones casi diarias del peso argentino, para la funcionaria parecieran no ser los motivos verdaderos de la inflación.

Este ataque abierto de Olmos busca poner un freno a los reclamos de los trabajadores que, si bien aún no tienen un clima generalizado en el país, producto de la situación económica comienzan a aparecer con más asiduidad. El último mes fue bastante convulsivo y desde el gobierno buscan que la calle se asemeje a lo que fue este 2022, para que la misma no atente contra la tarea de hacer pasar un nuevo presupuesto de ajuste para cumplir con el FMI. Desde la CGT y la CTA, más allá de la nueva pose de Pablo Moyano no han hecho más que permitir los avasallamientos que el gobierno ha hecho en materia salarial y distributiva. Que las patronales se lleven más parte de la renta nacional que en años anteriores y, además, haya crecido la cantidad de trabajadores pobres solo se entiende por la pasividad de los burócratas sindicales.

Esos dirigentes enquistados en las organizaciones obreras han hecho que 2022 sea el año con menos conflictividad después de 15 años, como lo refleja el estudio del programa de Capacitación y Estudios sobre el Trabajo y el Desarrollo (CETyD) de la UNSAM. Además, los mismos dirigentes que acuerdan con las patronales y son funcionales a un gobierno ajustador, como también lo indica el informe mencionado, han logrado esto en un marco donde: “(…) los salarios no recuperaron el 20% de la caída que tuvo lugar entre 2017 y 2019; en el que en los mejores casos las negociaciones paritarias logran empatarle a la inflación; en el que la distribución del ingreso es cada vez más regresiva; y en el que los niveles de precarización continúan siendo muy elevados”.

Todavía sigue espeso el clima luego de la victoria de los trabajadores del neumático. Motivo fundamental, aunque maquillado, de la renuncia del anterior responsable de la cartera de Trabajo, Claudio Moroni. Esa herida que sufrieron las patronales es algo que no se perdonan, tras haber ensayado un frente único que unió a al gobierno con la oposición de Juntos por el Cambio, los liberfachos de Espert y Milei y los grandes medios de comunicación para derrotar en el conflicto. La permanencia de la bronca de los empresarios del neumático, se refleja en una declaración que dio Javier Madanes Quintanilla, titular de Fate, en un evento organizado por Clarín. El patrón afirmó: “Hemos salido teóricamente (del conflicto del Neumático), pero no hemos salido”.

La nueva ministra viene con la función de hacer lo que no pudo Moroni: complacer a las patronales en estos pedidos y, además, dar por muerta la posibilidad de una organización de los trabajadores de base. Sostener y hacer triunfar los reclamos justos que envenenan a Olmos y las patronales es la tarea del sindicalismo combativo y antiburocrático. Desde ANCLA y el MST en el FIT-Unidad abonamos a esa tarea para poder terminar con este plan gobierno, por medio de la coordinación de las luchas e imponer un paro general, conjuntamente con un plan de lucha, para que la crisis la paguen sus responsables.

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