En lo que va del año, el Ingenio Ledesma desvinculó a más de 300 trabajadores. La última tanda de cerca de una veintena de trabajadores incluye a ex delegados y activistas sindicales.
Obreros se encadenaron en el ingreso del ingenio en modo de protesta y denuncian que se trata de despidos intimidatorios. Este 5 de diciembre, apenas un día antes del Día del Trabajador Azucarero, se movilizarán desde la Plaza Central en el centro de la ciudad hasta la fábrica. Además de reclamar por la reincorporación de los despedidos, exigirán aumentos de salario y otras demandas. Trabajadores y delegados autoconvocados denuncian la falta de acompañamiento oficial del sindicato (SOEAIL).
La patronal acusa una caída en la rentabilidad de la empresa —principalmente por la caída en el consumo de papel y azúcar, precios bajos y el contexto favorable para la industria azucarera brasileña— que pretende recuperar reduciendo masa salarial y despidiendo trabajadores. Aunque las ganancias declaradas se contrajeron en relación al periodo anterior, aún mantiene beneficios multimillonarios. Mienten cuando dicen que están en crisis. La reestructuración —un eufemismo que conocemos muy bien— incluye cambios en la duración de los contratos, reducción de salarios, despidos y suplantar mano de obra directa a través de empresas tercerizadas. Cuando hay ganancias se las reparte el directorio de la empresa, pero cuando hay pérdidas enseguida se socializan. Por eso hoy aplican la fórmula clásica para reducir costos de producción a costa de los obreros.
En el contexto actual de gobierno libertario —que prepara la reforma laboral— y de complicidad de las principales direcciones sindicales del movimiento obrero que se mantienen pasivas, las patronales se sienten en confianza para atacar a los trabajadores. Los directivos de Ledesma también cuentan con el apoyo del gobierno provincial de Sadir (UCR), que moviliza las fuerzas represivas masivamente y con mucha agilidad cada vez que los trabajadores protestan cortando la Ruta 34.
Este año la Empresa Ledesma incumplió numerosas veces los convenios colectivos, plancho los salarios y despidió a centenares de trabajadores con antigüedad sin ninguna causa. Las peores condiciones de trabajo suelen ser las de los obreros tercerizados, que están fuera de convenio. En 2024, Julio Centeno, cosechador de cítricos que trabajaba en una finca del ingenio y era empleado de Manpower, una empresa contratista de Ledesma, falleció por un golpe de calor. Este año, Arnaldo Aranda, trabajador tercerizado de la empresa Combumont, falleció electrocutado en el área de energía del ingenio al recibir una descarga. Ambos asesinatos laborales eran evitables si hubiera medidas de seguridad adecuadas.
Está orientación de la empresa también afecta a toda la localidad de Libertador General San Martín y la región, ya que es la principal fuente de empleo. La falta de trabajo y la precariedad laboral vulve inviable para muchos jóvenes permanecer en la zona. Por eso es fundamental el apoyo de toda la población a los trabajadores autoconvocados de Ledesma para que triunfen y la empresa retroceda.
Abajo los despidos y arriba los salarios en Ledesma. Todo el apoyo a los trabajadores autoconvocados en lucha.
Juan Russo. MST en el Frente de Izquierda – Unidad Jujuy
