En el día de hoy se oficializó la modificación de la movilidad jubilatoria a través del DNU 274/24 publicado en el Boletín Oficial. La actualización por inflación será a partir de julio, con adelantos a cuenta en los meses de abril y mayo, sin contemplar los beneficios no contributivos.
A través de este nuevo DNU, el gobierno de Milei decidió establecer la nueva fórmula de movilidad jubilatoria, basada en el Índice de Precios al Consumidor, pero que impactará recién en julio próximo y calculado siempre con dos meses de retraso, por lo que las jubilaciones siguen y seguirán perdiendo ante la devaluación y una inflación incesante.
Seguir atrás de la inflación, lejos de la canasta de jubilados
En ese sentido, para el mes de abril se contemplan dos incrementos a cuenta, que rondarían un 27,35%:
- un 12,5% sobre los valores correspondientes al mes de marzo
- y un 13,2 % conforme adelanto de la movilidad correspondiente al mes de junio de 2024, calculado según la redacción establecida en el artículo 1° del actual DNU (último índice de inflación publicado por el INDEC).
Por su parte, en mayo se abonará un adelanto de la movilidad correspondiente al mes de junio, y en junio el incremento será calculado conforme la pauta fijada en el artículo 32º de la Ley N° 24.241. Los aumentos previstos antes de julio serán a cuenta de la movilidad a pagar en junio de 2024, conforme el índice de la ley de movilidad vigente.
Por ende, en abril, los valores llevarán la mínima tal como adelantó el ministro de Economía, Luis Caputo, a míseros $ 172.000 más un bono, según lo ya dispuesto por el DNU 268/24. El objetivo de este último bono es que en abril, ninguna jubilación quede por debajo de los $204.0000, cuando el valor de la Canasta Básica de los Jubilados es de $ 685.041, según la Defensoría de la Tercera Edad.
En julio de 2024 se abonará la variación del Índice de Precios al Consumidor correspondiente a mayo de 2024, conforme ejemplifica el Anexo del DNU citado. Es decir, los “aumentos” los calcularán con la inflación de dos meses atrás, por lo que las jubilaciones siguen perdiendo siempre.
La opinión de especialistas consultados
Carolina Berardi del CEPA (Centro de Economía Política Argentina) nos confirmó que con ese 27,35% los jubilados -excepto quienes tengan la mínima-, le ganarían a la inflación del mes, con lo cual el poder de compra de abril va a mejorar en relación a marzo. Pero aún se encontrarían 10 puntos por debajo de noviembre en términos reales y quedarían 25 puntos abajo de noviembre. Por lo que siguen sin recuperar lo perdido, lo que demanda un sustancial aumento de emergencia para intentar alcanzar la canasta básica de las y los jubilados.
Por su parte, el abogado previsionalista Ariel Samana, se refirió a que los aumentos de junio no serán tales, ya que lo que se perciba en abril y mayo, son “adelantos” de lo que se percibirá en junio y a cuenta de dicho mes. Con lo cual podría ameritar un recalculo sin aumentos nominales para dicho mes.
En cuanto al bono, refirió que si bien se conjetura que queda absorbido por los aumentos de abril, nada hace referencia en el mismo DNU y deberían quedar por fuera de los incrementos en la norma de necesidad y urgencia. El Decreto 274/24 debe ser ratificado por el congreso nacional para que tenga plenos efectos.
PNC y PUAM afuera de los incrementos
Por último y según el art. 4 del DNU citado, se estipula a quienes les aplicarán los incrementos. Allí se dispone que será solo para las prestaciones mencionadas en el artículo 17 de la Ley N° 24.241, todas prestaciones contributivas, quedando así por fuera la PNC (Pensión No Contributivas) y la PUAM (Pensión Universal para el Adulto Mayor), esperándose definiciones o aclaratorias al respecto. Porque si no, dejarían fuera de la suba a todo un sector que percibe hoy prestaciones por muy debajo de la mínima, inclusive.
Con una inflación acumulada del 71% en los meses que lleva el actual gobierno, otros cálculos hablan de una pérdida del 42% al 44% en las jubilaciones, ante la feroz e incesante suba de los precios. Por eso resulta imprescindible un aumento real y de emergencia, que permita recuperar lo perdido y poner a las jubilaciones y pensiones en línea al menos con la Canasta de Jubilados que calcula la Defensoría.
Plata hay, la deuda es con las jubilaciones
No es posible seguir saqueando a quienes aportaron toda su vida, al servicio del “déficit 0” y solo para juntar más dólares para el FMI y los bonistas de una deuda que resulta una estafa y se debería investigar. La única deuda legítima es con nuestros jubilados y hay que saldarla ya.
Hay plata para lograr que las jubilaciones y pensiones no sean menores a esa canasta básica de los adultos mayores valuada en $ 685.000, las deben ser actualizadas de forma automática y por la inflación mensual, no con dos meses de retraso como se plantea.
Por la aplicación real del 82% móvil, junto a la defensa del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) al que el gobierno pretende echar mano. Además de defender las cajas provinciales y los regímenes especiales, cajas que deben ser administradas –al igual que PAMI y ANSES- por representantes de trabajadores pasivos y activos, electos democráticamente.
Son algunas medidas que permitirían normalizar el sistema y las cajas previsionales, en el marco de restituir los aportes patronales y acabar con la precarización laboral que repercute en desfinanciar el ANSES y las demás cajas previsionales. Todo al servicio de retribuir a quienes trabajaron y aportaron toda su vida. Porque la deuda es con ellos.