Por pan, trabajo y vivienda. En las calles luchamos por estos derechos para todos y todas, sin importar su nacionalidad. En la Legislatura, lo vamos a hacer con la misma coherencia.
Contra la xenofobia y el racismo. La policía se ensaña con las comunidades migrantes por “portación de rostro”. ¡Persigan a los narcos y a los ladrones de la corrupción empresarial-política, no a los que trabajamos! Hay que desmantelar la “maldita” policía del macrismo y poner en pie una fuerza preventiva, con control de las organizaciones sociales y de Derechos Humanos.
Unidad latinoamericana de los pueblos. En momentos de crisis los políticos tradicionales usan a la comunidad migrante como chivo expiatorio de la bronca social y nos hacen responsables por las falencias en la salud o la educación pública. ¡Son siniestros! Las y los trabajadores, somos la misma clase: sin fronteras.