domingo, 22 diciembre 2024 - 12:53

Joaquín Salvador Lavado Tejón. Nuestro Quino

Llegado de su provincia natal, Mendoza, dibujante de pequeño, arriba a Buenos Aires a los 18 años con una vocación: hacer humor e historietas. Eran los ‘50 y nadie le publicaba. Años difíciles, que no lo detuvieron en su labor. Fue en 1954 cuando rompió la racha: “El día que publiqué mí primera página, pasé el momento más feliz de mi vida”, dijo al recordar su debut en el semanario “Esto es”, de Buenos Aires.
Desde ese momento nunca dejó de graficar la realidad contra las injusticias y las desigualdades. Con la ironía a flor de viñetas, creó a la niña más crítica del statu quo. Mafalda nació para una publicidad de electrodomésticos Mansfied. Tenía que mostrar a una familia que los utilizaba, pero ese registro empezó a tener vida propia, por fuera del marco comercial y finalmente lo desecharon.

Guardada entre otras tiras, salió a la luz -ya con su impronta-, en el ’64 en el periódico Primera Plana. Por esas cosas del destino, si las hay, fue un 29 de setiembre. Incisiva, preguntona, reflexiva, mordaz, la primera hija de una familia de clase media que reflejaba las contradicciones de un mundo sumido en una vorágine bélica.

Progresista, pacifista, antipatriarcal, Mafalda se transformó poco a poco en una especie de estandarte de las generaciones rebeldes del momento y las venideras. A través de su creación, Mafalda pondrá en cuestionamiento los roles de la familia tipo, las políticas belicistas de las potencias, el accionar de la policía. Un enfoque micro y macro, político y social, a la vez. Nada se le escapa.

Fueron 1928 tiras desde su creación, traducida a más de 30 idiomas, integrada en varios tomos, más una película donde se la ve moverse y hablar junto a su pandilla de amigos: Felipe, Manolito, Susanita y su hermanito Guille.

Hoy se fue su papá, a los 88 años, Quino. Pero nos legó uno de los trabajos más significativos de la cultura porteña, con implicancias mundiales. Mafalda desde su mirada crítica nos sigue interpelando, nos hace reír sin dejar de hacernos pensar.

Patrimonio popular, resulta encantadora y sagaz. Vale entrar a alguna página o buscar en los estantes comunes de nuestras bibliotecas y tomarse unos minutos para leerla y disfrutarla una vez más en homenaje a su creador. Nuestro Quino.

Diana Thom, Alternativa Docente, Secretaria de Promoción Social y Turismo de SUTEBA Quilmes
ANCLA / MST en el Frente de Izquierda-Unidad

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