Las últimas apariciones públicas de Cristina aceleraron la interna del Frente de Todos. También la interna de Juntos por el Cambio se acelera a pura trompada política, pese a los llamados a cuidar las formas. Milei no tiene internas, ya echó a Espert y a otros que no acataban sus órdenes; y sigue el juego de Cristina que polariza con él para intentar sacar a JxC del balotaje. Los analistas editorializan que estas son las PASO con los peores indicadores socio-económicos desde que en el 2011 fueron realizadas por primera vez. En ese derrumbe deben buscarse las razones profundas del cuestionamiento del viejo régimen político y la amenaza de la vuelta del “que se vayan todos”. Una gran oportunidad política que debe aprovechar la izquierda.
La entrevista de CFK en C5N de la semana pasada tuvo varias definiciones que están haciendo ruido sobre las internas de los partidos que controlan el régimen político. Una “elección de tercios” en la que hay que preocuparse por el “piso” y no por el “techo” para entrar al balotaje, reconociendo implícitamente que el peronismo puede quedar tercero.
El diagnostico repite en boca de la jefa del kirchnerismo algo que ya la realidad ha puesto sobre la mesa. Los indicadores socio-económicos no podían ser peores. Inflación del 8,4% en abril y posible trepada al 10% en mayo, demora del Fondo en enviar los dólares anticipados que Massa reclama, ya que no tiene ni un dólar partido por la mitad y pese a sus esfuerzos por bajar el gasto fiscal – bajó un 14,5% en abril- está imprimiendo dinero para poder financiarse. Esto es el oxígeno imprescindible para que el gobierno evite un colapso en medio del año electoral, que ahora se anuncia para el 12 de junio, aunque se desconocen las exigencias del organismo internacional para su otorgarlo.
Una pobreza que abarca a sectores cada vez más amplios de los trabajadores y la clase media. Todos los indicadores comparativos con años recientes dan mal. Según el economista Maxi Montenegro, tomando datos publicado por la consultora Ecolatina, el promedio del salario real está 4.4 puntos por debajo del de las PASO de 2019 y 13.2 puntos abajo del de las PASO de 2011; el salario mínimo ha retrocedido un 9% con respecto a las primarias de cuatro años atrás – si retrocedemos 10 años la baja es de un 37% – y la AUH un 55% por debajo de sus valores en la última primaria presidencial.
Si tomamos el índice de pobreza, retrocedimos del 35,4% del 2019 al 42% actual; la inflación llegaba al 55,8%, con la inflación de abril nos proyectamos a un 108,8 % y si tomamos el rebrote inflacionario de mayo nos vamos a un 115% anual; hay menos empleo registrado en relación a cuatro años atrás y los puestos de trabajo que se crean son en su gran mayoría precarizados. El alquiler representaba en la PASO de aquel entonces el 27,3% del salario promedio y hoy esa cifra subió al 34,8%.
En un panorama en el que el gobierno necesita los dólares adelantados que pidió al Fondo y hasta los yuanes que Massa viaja a China para conseguir, con el fin de evitar que salte todo por los aires en su esquema económico, no hay ya conejos en la galera para sacar. Los anuncios de Massa para intentar sostener el consumo ampliando el límite de las tarjetas de crédito es relativizado al pasar a su implementación, de acuerdo a la decisión que cada banco considere rentable.
El caleidoscopio peronista
Con respecto a los dichos d Cristina, el llamado a que los hijos de la “generación diezmada” tomen la posta -una clara mención a Wado, a quien elogió junto a Máximo y Larroque, mientras que rescató a Massa por haber agarrado la “papa caliente”, no por haber solucionado nada-, despertaron muchos interrogantes. ¿La jefa habría decidido no considerar a Massa para la principal candidatura dado que no puede domar la inflación desbocada? ¿Habrá optado por que encabece uno de los propios para resguardarse lo más posible ante un escenario de gran pérdida de votos?
Las duras declaraciones posteriores de Sergio contra los precandidatos que no estuvieron a la hora de superar la última gran crisis y su rol más las declaraciones que realizó en la Mesa Nacional del Frente Renovador, en la cual pidió una definición “respecto de respaldo de candidaturas, si participamos o no dentro del Frente de Todos, cómo participamos (…), hacen temer que, además de exigir ser nombrado candidato único por la coalición gobernante, el súper ministro está amenazando con abandonar el barco si es dejado de lado en su pretensión de ostentar la candidatura presidencial del Frente de Todos.
Cuando varios medios recuerdan las declaraciones de su señora esposa, la titular de Aysa, Malena Galmarini: “Massa se queda hasta el final, porque el final es cuando se vaya Massa”, aparece una carta del Frente Renovador dirigida a Fernández en su carácter de titular del PJ, pidiéndole que llame a los principales referentes del Frente de Todos “a los efectos de discutir y diseñar, en conjunto la mejor estrategia de cara a este proceso eleccionario”.
En la cocina K, por otro lado, la pretensión que tendría Kicillof, otro de los posibles candidatos presidenciales de Cristina, de adelantar las elecciones en la provincia de Buenos Aires sigue sonando fuerte, más allá de las presiones de varios intendentes para que no desdoble la elección. Además, como si las tensiones por definir un candidato y una estrategia no abundaran, Máximo e Insaurralde le acaban de organizar una reunión con Wado y los principales intendentes K de la primera y tercera sección electoral y no lo invitaron. Es muy difundida la posición del hijo de la vice y mayor referente de La Cámpora de que “el Kici” juegue en la candidatura mayor, para tratar de retener, incluso en una probable derrota, la mayor cantidad de votos K.
Para colmo, mientras Cristina tiene múltiples reuniones con distintos representantes del Frente de Todos a Alberto, que llamó a concurrir al acto del 25 de mayo, se le ocurrió salir a defender que Cristina no es corrupta afirmando que “alguna gente puede decir que fue una imprudencia ética muy grave haber firmado acuerdos con alguien a quien conocían de antes, devenido en empresario vinculado a la obra pública. Pero los descuidos éticos graves que algunos puedan señalar no siempre son delitos”. Frente a tal “defensa” la gente de Cristina ya ha afirmado que ni se le ocurra pasar por el acto del 25.
El desorden de la interna, donde no se sabe si existirán las PASO que reclaman Alberto, Scioli, Rossi y su sector – y que ahora Máximo aceptaría si cada precandidato presidencial lleva lista propia completa-, o si al final terminará en un candidato único, incluye todo tipo de zancadillas y discusiones en torno al desdoblamiento de las elecciones en el principal distrito del país.
El horno interno del Frente de Todos, a pocos días de un acto mega promocionado donde volverá a hablar Cristina, solo pueden explicarse por un panorama en el cual el gobierno tiene el menor índice de aceptación de una administración en la historia reciente. Un mísero 21% y no está claro si le va a servir de mucho a Cristina la táctica de despegar a su corriente de Alberto, decir que ella no tiene nada que ver y utilizar un discurso de “centro izquierda”, en medio tanta hambre y necesidades.
Los líos en Juntos por el Cambio
Los que hasta hace poco eran una variante segura de recambio hoy estarían viendo peligrar esa posibilidad. Todo aparece inseguro en este panorama de crisis frente al avance de la crisis y del ultra derechista Milei como emergente de la misma.
Los medios afines viven pidiendo que bajen el tono de los dichos en una brutal interna, para no desgastarse frente a su clientela electoral, pero cada hecho la incentiva. En el último capítulo, la designación de Grindetti como pre- candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires por la lista de Patricia Bullrich dejó varios heridos que podrían saltar de bando, como el alfil de Vidal, Cristian Ritondo.
Entre varios cruces, De la Torre, un hombre de Bulrrich que pretendía la máxima candidatura de la provincia y mentor de acercamientos a Javier Milei, acaba de pedirle a Larreta y Santilli que bajen de sus candidaturas para evitar la dispersión del voto en las PASO.
Lo cierto es que lejos de una interna ideal de buenos compañeros donde el que gana conduce y el que pierde acompaña, la interna entre Larreta y Bullrich se anuncia como sangrienta.
Una aguda crisis
El panorama electoral es incierto en torno a qué corriente puede terminar ganando las elecciones. Mientras Cristina empuja a Milei para evitar que Juntos por el Cambio supere el 40% necesario para ganar en primera vuelta y además logre que el electorado que le sustraiga termine dejándolo fuera del balotaje, todos los pronósticos son posibles. También que el balotaje termine siendo entre las dos fórmulas de derecha de JxC y Milei.
El ascenso del libertario frente al desgaste de las coaliciones tradicionales parece, por ahora, no tener un techo cierto. Así describe este fenómeno un matutino tradicional: “Incertidumbre sobre incertidumbre. El big bang creador de nuevos universos en el FDT y JxC no emerge con ninguna claridad. En medio del caos de las dos coaliciones asoma un poderoso agujero negro, de pelos revueltos. Y amenaza con tragarse la materia ordenadora del sistema político de las últimas dos décadas”.
Una gran oportunidad para la izquierda
La crisis favorece cada día más la polarización política. Se hunde el viejo centro responsable del desastre que atraviesa el país y el crecimiento de Milei, con una enorme manija mediática, refleja por derecha ese desgaste. La izquierda, y dentro de ella su más nítida expresión agrupada en el Frente de Izquierda Unidad, tiene una gran oportunidad de constituirse en una fuerte alternativa política en este cuadro.
Pero la condición para ello es que tenga iniciativas audaces para dar respuesta a un universo más importante del que ha logrado conquistar hasta el momento. Que cambie su matriz puramente electoral por la de un frente político que dé respuesta a todas las luchas y procesos en curso. Que sepa integrar a múltiples activistas y otros referentes políticos, gremiales, sociales y culturales que aunque hoy no sean parte orgánica de los partidos que integran el FIT-U, podrían abonar a una propuesta integradora.
Frente a propuestas como la del PTS, de mantener al frente como una mera opción electoral funcional a sus necesidades, con las consecuencias sectarias pero fundamentalmente oportunistas de esta estrecha concepción política, la convocatoria “a un plenario de deliberación y resolución de la izquierda y activismo que lucha en todo el país para resolver sobre la política, el programa y las candidaturas de la izquierda y acordar una intervención común para impulsar las luchas populares” por parte de nuestro MST y el Partido Obrero, apunta en la dirección de convertir al Frente de Izquierda Unidad en la opción que exige la dinámica y cambiante situación política del país. La necesidad de aprovechar todas las oportunidades para construir la necesaria alternativa de dirección de nuestros trabajadores, frente a la debacle de la vieja conducción peronista.