Mientras la interna oficialista no da respiro, los diferentes integrantes del Frente de Todos van realizando gestiones para replegarse en sus lugares donde saben que, con suerte, el 2023 pueden mantener sus cargos. Esa postura retrata la maniobra de una serie de intendentes de Provincia de Buenos Aires, quienes ayer, cerca de las 18hs, mantuvieron una reunión con Alberto Fernández y Sergio Massa. Previo a juntarse con el presidente y el ministro de Economía, para solicitar más fondos para sus municipios, algunos formaron parte de los actos de Cristina Fernández de Kirchner y de Máximo Kirchner.
En el salón Eva Perón intendentes de la primera y la tercera sección del Gran Buenos Aires, se reunieron con Alberto Fernández para realizar algunas peticiones que se pueden sintetizar en las palabras declaradas por Alberto Descalzo (intendente de Ituzaingó): “Le hicimos saber al Presidente las necesidades del Conurbano, sobre todo lo que hace a la vulnerabilidad social del cordón. Además, le planteamos la necesidad de mantener las obras públicas que se están llevando adelante”. Al mencionado lo acompañaros los siguientes intendentes: Fernando Espinoza (La Matanza), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Andrés Watson (Florencio Varela), Federico Achaval (Pilar) y Juan Andreotti (San Fernando). Por parte del gobierno, además del presidente y Massa, se hicieron presente Juan Manzur (jefe de Gabinete), Juan Manuel Olmos (vicejefe de Gabinete), Julio Vitobello (secretario general de la Presidencia). También se encontraban Ariel Sujarchuk, Martín Insaurralde y Gustavo Menéndez, intendentes en licencia cumpliendo funciones en el gobierno de Axel Kicillof.
Los fondos para las obras públicas y los salarios de los trabajadores municipales, fueron el eje de un cónclave que no estaba en la agenda presidencial. Mientras hay fuego cruzado y se apunta a parte de los mencionados como adeptos a eliminar las PASO, posición contraria a la del primer mandatario, los intendentes hacen un juego doble. Haber participado de los actos de la tribu kirchnerista donde se duro con Alberto Fernández, principalmente el hijo de la vicepresidenta quien lo tildó de “aventurero”, los intendentes quieren asegurarse la caja que le permita ingresar a un año electoral de la mejor forma. Asusta la situación social y económica en la provincia más habitada del país, que tiene a estos mismos funcionarios como los responsables. Los salarios de los trabajadores municipales, como se sabe, se encuentran en montos que muchas veces ni siquiera superan la mitad de la canasta básica que mide el INDEC. Es por esto que, también, hayan sido los mismos intendentes quienes hayan solicitado un bono de fin de año en la reunión y también filtraran declaraciones como la siguiente: “Estamos preocupados por la problemática social que vive nuestra gente” (Andrés Watson, intendente de Florencio Varela).
Con esta reunión se muestra que la lapicera del alicaído presidente, ya casi sin equipo propio en el Frente de Todos, parece resistir por el propio peso del cargo que ocupa y la posibilidad de distribuir dádivas a los caciques del peronismo. Sin embargo, más allá de las declaraciones y filtraciones que se dieron en los medios, no se pactó ninguna medida en concreto, sólo el pacto para una nueva reunión.
Los responsables de la paupérrima situación de los bonaerenses buscan encontrar alguna forma de maquillar la situación. Con las restricciones que impone el plan económico del FMI, que el mismo Frente de Todos adhiere y cumple, los diferentes actores buscan rascar algún porcentaje más de presupuesto para no tener una caída estrepitosa el año próximo.