Dos altas funcionarias del gobierno norteamericano visitarán nuestro país en los próximos días. Se trata de Wendy Sherman, la subsecretaria del Departamento de Estado y número dos del secretario Antony Blinken; y de Laura Richardson, jefa del Comando Sur del Pentágono, que el año pasado se reunió con Cristina Kirchner y ha hecho recientes declaraciones sobre el interés yanqui en los recursos naturales de Latinoamérica. En el marco de su creciente disputa interimperialista con China, vienen a supervisar el saqueo del país del amo yanqui.
Las visitas son resultado inmediato de la entrevista que hace pocos días tuvo el presidente Fernández con el mandamás norteamericano Joe Biden, y ocurren mientras Massa está viajando a Estados Unidos para participar de las reuniones anuales del Fondo Monetario y el Banco Mundial. La primera escala de esta gira del ministro se dará este miércoles en República Dominicana, donde se entrevistará con la subsecretaria Sherman.
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Esta enviada de Biden, que visitará nuestro país entre el 13 y 14 de abril, trataría con Massa temas estratégicos acordados en la reunión del presidente yanqui con Alberto y en las negociaciones que en forma paralela, realizó el ministro en esa oportunidad con el FMI, distintos organismos de crédito internacionales y bancos privados, entre otros.
Según manifiestan distintos analistas internacionales, el propósito de la entrevista entre esta alta funcionaria del Departamento de Estado con Massa excede el tratamiento de la ayuda “puente” -hasta que la economía argentina se recupere de los devastadores efectos de la sequía- solicitado por Fernández, y ya contaría con el beneplácito para que entren al país unos U$S 3.000 millones en créditos del Banco Mundial, el BID y la Corporación Andina de Fomento.
Una “ayuda” -leáse más endeudamiento- que está lejos de cubrir el agujero que representan los entre U$S 15.000 y 20.000 millones que dejarán de exportarse por las consecuencias de la dura sequía que atravesamos. Esta se da cuando el FMI sólo aceptó bajar la meta de reservas acordadas, pero mantuvo a raja tabla la meta de ajuste del déficit fiscal al 1,9% del PBI, autorizando además la nueva versión del “dólar agro III” para juntar dólares a costa de enormes concesiones a los pulpos del agro negocio que pagaremos todos con más inflación y costo fiscal.
En la cita con Sherman, además del cumplimiento de las duras metas de ajuste, se tratarían temas de interés estratégico de los Estados Unidos, que pretende avanzar a partir de las declaraciones de Alberto que se considera un “aliado absoluto”, exigiendo se desplace a su principal competidor internacional -la China de Xi Jinping- en áreas claves como la provisión de tecnología 5G, la construcción de un puerto de aguas profundas en Tierra del Fuego, la compra de aviones militares al gigante asiático, la construcción de la central atómica Atucha III con financiamiento y cesión de tecnología china, y la explotación del litio como mineral estratégico, entre otros temas.
Las conversaciones se dan en momentos que acaban de terminar los ejercicios militares chinos frente a las costas de Taiwán, los más importantes de los últimos tiempos, como respuesta a la visita de la presidenta de ese país -sobre el que China tiene pretensiones imperiales-, a Estados Unidos.
Según señalan los especialistas internacionales, Estados Unidos presiona cada vez más para que se anulen los convenios de Argentina con esta potencia, en épocas donde el imperialismo asiático sale a disputar mercados latinoamericanos con inversiones y créditos. Teniendo en cuenta que es uno de los principales destinos de las exportaciones argentinas, que posee varios convenios de inversores chinos en nuestro país, Estados Unidos muestra su “preocupación” por los posibles acuerdos del nuevo gobierno de Lula con la potencia asiática.
El “sincericidio” de Richardson
Contrastando con la discreción diplomática de Sherman, esta enviada del Pentágono que arribará a nuestro país el próximo 17 de abril con el objetivo declarado de entrevistarse con el ministro de Defensa, el cristinista Jorge Taiana, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, el teniente general Juan Martín Paleo, ha realizado claras declaraciones sobre los intereses yanquis. Lo hizo en una entrevista con el think thank estadounidense Atlantic Council sobre la necesidad de intensificar la presencia y disputa yanqui en la región, en la competencia con China y Rusia.
Allí mencionó la importancia de los recursos naturales que abundan en la región sudamericana, como el litio. Afirmó que “60 por ciento del litio se concentra en el llamado triángulo de Argentina, Chile y Bolivia” y que son “las reservas de petróleo más grandes, incluidas las de crudo ligero y dulce, descubierto frente a la costa de Guyana hace más de un año. Tienen los recursos de Venezuela también, con petróleo, cobre, oro”. [i] También se ha referido a “los bosques de la Amazonia, ‘los pulmones del mundo’”; y finalmente mencionó que la región posee “el 31% del agua dulce del mundo”.[ii]
Frente a la presión yanqui para que Argentina desista de la compra de aviones de combate a China, el Ministerio de Defensa habría señalado que todavía existen 10 proyectos en estudio, entre otras cosas porque la prohibición inglesa -que data de 40 años atrás- de vender armamento que posea repuestos ingleses, estaría dificultando la operación.
Romper con las cadenas imperiales
En estos días los comunicadores de la derecha opositora se han encargado de ridiculizar a Fernández que le dice a cada cual lo que quiere escuchar. A Putin le propuso que Argentina sea la puerta de entrada a Latinoamérica para los intereses rusos, a Xi Jinping le recordó la “alianza estratégica” firmada por Cristina y le dijo que si fuera argentino sería peronista, a Biden que se consideraba “aliado estratégico” de Estados Unidos.
Más allá que estas declaraciones rebelan el carácter sumiso y entreguista con las potencias de las negociaciones de Alberto, lo que intentan disimular es el grado de dependencia y sometimiento que nuestro país tiene, de la mano del gobierno del Frente de Todos, con la mayor potencia imperial del mundo. Nuestro superministro, Sergio Massa, defendido y presidenciable por el kirchnerismo y Cristina, ya viajó, en pocos meses al frente del ministerio, ¡cinco veces a Estados Unidos! A cada vuelta de sus viajes, más ajustes, como los exigidos en el último informe del Fondo, se descargan sobre los trabajadores y el pueblo de nuestro país.
La creciente disputa interimperialista en el mundo ha provocado una creciente ofensiva sobre nuestros territorios y riquezas naturales. Los yanquis, el imperio dominante, condiciona sus “auxilios” financieros para pagar una ilegitima y fraudulenta deuda externa a un mayor grado de dependencia del país a sus intereses. Los chinos no son mejores, compiten prometiendo algunos “beneficios” en el marco de la explotación imperialista, a costa de quedarse con nuestros recursos.
El país se convierte así en una zona de sacrificio de los intereses imperiales, que se quedan con el esfuerzo de nuestros trabajadores y con los recursos naturales. En esto no hay grieta, más allá de los discursos, entre todas las fracciones del Frente de Todos y los integrantes de Juntos por el Cambio.
Hay que cambiar de raíz con esta política de saqueo y dependencia, como planteamos desde el MST en el FIT-U. Para ello hay que empezar por romper con el FMI, los organismos de crédito internacionales y los bonistas privados. Nacionalizar la banca y el comercio exterior. Frenar la depredación de los pulpos imperialistas y romper todos los pactos políticos y militares que nos atan al mismo.
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[i] “La jefa del Comando Sur estadounidense, Laura Richardson, visitará de nuevo la Argentina”, INFOBAE 10/04/2023.
[ii] “La jefa del Comando Sur de Estados Unidos vuelve a la Argentina, con la mira en los recursos naturales y el vínculo con China”, Página12 11/04/2023.