El mes de octubre cerró con un 6,3% de inflación, así lo informó el INDEC con su publicación sobre el “Índice precios al Consumidor (IPC)[1]”. Otro mes que cierra por encima del 6%, y en estos diez meses de medición la inflación acumulada llegó al 76,6%. En cuanto a la variación interanual de la inflación, el mes pasado cerró en el 88%.
La división con mayor alza mensual en octubre 2022 fue Comunicación (12,1%), escoltada por Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (7,5%). Mientras que La suba de Alimentos y bebidas no alcohólicas (6,2%) fue lo que más incidió en todas las regiones, destacándose el aumento de Verduras, tubérculos y legumbres; y Frutas.
El IPC Núcleo, que no tiene en cuenta ni los precios regulados ni a los factores estacionales, en octubre registró un aumento del 5,5%. Por un lado, los productos estacionales mostraron un incremento del 9% y los productos regulados aumentaron un 7,4%.
Los precios en el país se encuentran sumidos en una inercia inflacionaria, donde la coalición gobernante viene demostrando mes tras mes que soluciones de fondo para resolver este problema no está dispuesto a aplicar. Esta situación que ataca directamente el ingreso de las mayorías trabajadoras parece que, según números de consultoras privadas, se mantendría con la misma dinámica durante varios meses más. Por ejemplo, si se observan los números publicados por el Banco Central en su “Relevamiento de Expectativas de Mercado[2]” del mes de octubre, podemos ver que hasta abril del año que viene la tendencia se mantendría igual. Por otro lado, la inflación anual a fin de este año cerraría en el 100% de acuerdo a dicho estudio, las proyecciones para años próximos tampoco son muy alentadoras y muy lejanas a lo esperado por el gobierno en su nuevo presupuesto para el año 2023.
Ante esta situación la respuesta del gobierno, comandada por Sergio Massa, fue la creación de un nuevo programa para congelar precios, bautizado Precios Justos. La solución a este problema fue la de acordar con algunos sectores del empresariado (formadores de precios) para que estos congelen el valor de casi 2.000 productos. Pero este congelamiento ya comienza con un aumento permitido del 4% con los valores registrados en el mes de octubre. Esta medida que se presenta como el freno a esta escalada inflacionaria, solo funcionaría por 120 días, en donde las empresas que no hayan firmado este acuerdo tendrán la posibilidad de aumentar sus precios hasta un 4% por mes.
Como todas las medidas “antiinflacionarias” que propone aplicar el Frente de Todos, no es más que otro parche para tapar la realidad y que no se ataque a la cuestión de raíz. Mientras a los empresarios formadores de precios, se les da la posibilidad de ir aumentando mes a mes un 4% el valor de sus productos, el sueldo de la clase trabajadora permanece estancando hace ya mucho tiempo. Es necesario traer a cuenta los números del último informe publicado por el INDEC sobre el índice salarial y el análisis que hace Diego Genoud en su última columna[3], donde se puede entender bien el deterioro salarial que se vienen bancando los trabajadores. Por ejemplo, “de acuerdo a los datos de agosto que el INDEC acaba de difundir, los salarios informales cayeron en términos reales un 8,5% en relación a un año atrás y en lo que va de 2022 ya perdieron un 11,2%. Desde que asumió el Frente de Todos hasta julio de 2022, el dato es más preocupante: el salario real de los informales perdió más de un 15%.”
El programa de derecha neoliberal que ha adoptado el frente comandado por Fernández-Fernández-Massa no está encaminado para solucionar la cuestión inflacionaria, sino para cumplir con los designios tanto del FMI como del empresariado local. Mientras que no se termine con esta lógica, los resultados por más programa de congelamiento de precios que se aplica nunca van a cambiar.
Como proponemos desde el MST en el FIT-U, para empezar a frenar esta escalada inflacionaria, es necesario atacar a los sectores formadores de precios. Aplicar un real control social de los valores de los productos, la quita del IVA a los artículos de consumo masivo y la aplicación de la Ley de Abastecimiento, para sancionar a los remarcadores, son un combo que funcionarían como puntapié para empezar a ordenar la situación.
[1] https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ipc_11_223233EA22E7.pdf
[2] https://www.bcra.gob.ar/Pdfs/PublicacionesEstadisticas/REM221031%20Resultados%20web.pdf
[3] https://www.lapoliticaonline.com/diego-genoud/diego-genoud-la-obligacion-de-cristina/