El Indec dio a conocer los números de la inflación de agosto, un mes marcado por la inflación post paso del 22%. La variación mensual fue del 12,4%, índice más alto en 21 años, así lo mostró el informe sobre el “Ïndice de Precios al Consumidor (IPC)[i]”. Además, en estos 8 meses, la inflación acumulada llegó al 80,2%. Y, por otro lado, la variación interanual, llegó al 124,4%.
Las divisiones que más aumentaron en agosto según lo publicado por el INDEC fueron:” Alimentos y bebidas no alcohólicas (15,6%), producto de la suba en Carnes y derivados y Verduras, tubérculos y legumbres. Le siguieron Salud (15,3%) –principalmente por los aumentos en medicamentos– y Equipamiento y mantenimiento del hogar (14,1%)”.
La división de Alimentos y bebidas no alcohólicas (15,6%) fue la que mayor incidencia tuvo en todas las regiones del país. Según la publicación el impacto se dio por: “la suba de Carnes y derivados, Verduras, tubérculos y legumbres y Pan y cereales”.
En cuanto al IPC Núcleo, que no tiene en cuenta ni los precios regulados ni a los factores estacionales, marcó en agosto un aumento del 13,8%. Por un lado, los productos estacionales mostraron un incremento del 10,7%; por otro, los productos regulados aumentaron un 8,3%.
Agosto, un mes signado por la devaluación post PASO del 22%, la cual estuvo orquestada entre el FMI y el gobierno, dejó como resultado uno de los peores números inflacionarios que haya registrado la gestión del Frente de Todos. A menos de dos meses para las elecciones generales, Sergio Massa, el ministro candidato, tiene uno de los peores indicadores inflacionarios dentro de su mandato. El 12,4% marcado por agosto es la variación mensual más alta en los últimos 21 años, donde en abril del 2002, se alcanzó un 10,3%, con un país saliendo de la convertibilidad.
La devaluación y el aumento en la tasa de interés, aplicadas por el gobierno, generó uno de los peores escenarios a económicos rumbo a las elecciones Generales. Para tratar de llegar con vida a los comicios de octubre, el ministro de Economía, viene elaborando una batería de medidas que frente a este contexto devaluatorio no llegan ni a ser paliativas ante tamaño encarecimiento del costo de vida. Algunos de estos ejemplos son: las sumas fijas no remunerativas para salarios netos de $400.000, los bonos para las jubilaciones mínimas y los Potenciar Trabajo, además de la medida que parece una burla para los monotributistas, en los cuales no tiene que pagar los componentes tributarios. Todos estos parches para semejante ajuste no se acercan a poder equiparar los ingresos con el aumento de la inflación, y sobre todo si se tiene en cuenta, como lo anuncian la mayoría de estudios y consultoras, que producto del efecto arrastre que generó esta devaluación, el mes de septiembre también tendría una inflación con un número de dos dígitos.
El aumento del piso de ganancias hasta los $1.770.000 o los anuncios que realizará Massa, el 13 de septiembre a las 19hs, sobre monotributistas y jubilaciones, siguen la misma línea que las medidas presentadas hace unos días, la de aplicar parches y presentarlos como medidas de fondo que generaran algún tipo de alivio en los bolsillos de los trabajadores.
Uno de los elementos para cambiar el rumbo a esta situación es necesario que las principales centrales sindicales dejen de ir a aplaudirle estas mentiras al candidato a presidente de Unión por la Patria. Que, si estos burócratas están preocupados, como lo mencionan en su discurso, por el posible triunfo de la derecha, la única forma de vencerlos es salir a las calles para enfrentarla y recomponiendo los salarios a la mayoría trabajadoras para que puedan tener una vida digna.
Como decimos desde el MST en el FIT-U necesitamos un plan de emergencia para enfrentar esta crisis. Hay que tomar medidas urgentes con dirección opuesta a las que se vienen aplicando. Por ejemplo, para atacar el problema de la inflación es necesario un aumento general en salarios, jubilaciones y planes sociales, los cuales se anexen al valor de la canasta alimentaria. Además de esto, la eliminación del IVA a los productos de consumo masivo y la aplicación real de la Ley de Abastecimiento, donde exista un efectivo control de los precios por parte de los consumidores y los trabajadores, algo que evitaría la remarcación en los precios, y en caso que esto suceda hay que aplicar multas y sanciones disciplinarias para estos formadores de precios.
Para cambiar este horizonte, hay que salir a enfrentar las amenazas de la derecha y el ajuste de este gobierno en la calle, como este 14 de septiembre lo va a realizar en conjunto la Unidad Piquetera, el Plenario del Sindicalismo Combativo, los partidos del FIT-U, organizaciones sociales y de DDHH. Sin la participación activa en este escenario, los cambios radicales son imposibles de realizar y solo deja que los Bullrich, Milei o Massa, en conjunto con el FMI, apliquen sus planes de ajuste.
[i] https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ipc_09_2338D7EF8261.pdf