El 2021 cerró con un 50,9% de inflación y en el mes de diciembre esta llegó al 3,8%, así lo informó el INDEC con la publicación de su Índice de Precios al Consumidor (IPC)[i]. Con este número, lejos quedó el 29% de inflación proyectado por el ministro de economía y más lejos quedaron los salarios de los trabajadores.
La división de mayor aumento en el mes fue Restaurantes y hoteles (5,9%), impulsada tanto por Restaurantes y comidas fuera del hogar como por los servicios de alojamiento. Bebidas alcohólicas y tabaco (5,4%) fue la segunda división de mayor incremento mensual, debido principalmente a la suba de cigarrillos.
La suba de Alimentos y bebidas no alcohólicas (4,3%) fue la de mayor incidencia en todas las regiones. Lo que más aportó en la división fue la suba de Carnes y derivados y, en menor medida, Pan y cereales y Leche, productos lácteos y huevos.
El IPC Núcleo de diciembre fue el indicie de mayor incremento, llegando al 4,4%. Este indicador muestra la inflación sin tener en cuenta los factores estacionales ni los precios regulados por el gobierno.
El Noreste (4,4%), el GBA (4,1%), el Noroeste (4,0%) y Cuyo (3,9%) fueron las regiones donde más creció la variación mensual, todas aumentando por el encima del total nacional.
Con el 2021 que cierra con un número de la inflación parecido al del 2019 (53,8%), la perspectiva para el 2022 no parece que vaya a ser muy distinta. Según el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM)[ii], informe elaborado por el Banco Central, la inflación minorista de este año llegaría al 54,8%, vale destacar que, en el fallido proyecto de presupuesto, la proyección de la inflación para 2022 es del 33%.
Mientras que la única preocupación de Alberto Fernández sea la de cerrar un acuerdo con el FMI, el común denominador de este gobierno serán medidas como lo fue el desembolso de U$S700 millones que el gobierno realizó el pasado lunes 10 para pagarle a los bonistas de la deuda externa.
Con un diciembre donde el índice inflacionario fue el más alto desde abril (4,1%), queda claro que medidas como lo fue el congelamiento de precios que el secretario de Comercio aplicó, no cambian nada. En semejante crisis en la que se encuentra el pueblo trabajador, las medidas cosméticas o los proyectos extractivistas no son ninguna solución. Lo que se necesita es desconocer cualquier programa que venga desde el FMI y dar un giro de 180 grados, donde se toquen los resortes de la economía para resolver los problemas de fondo. Un ejemplo de esto sería aplicar un control social a las grandes empresas formadoras de precios, y aplicarles castigos o cobrarles grandes multas en caso de que aumenten los precios de los artículos de la canasta básica y de consumo popular en general. Esto sería uno de los pasos para terminar con el presente y futuro de miseria en el que se encuentran y quieren dejar a los trabajadores.
[i] https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ipc_01_2209A10232C4.pdf
[ii] http://www.bcra.gob.ar/Pdfs/PublicacionesEstadisticas/REM211230%20Resultados%20web.pdf