El año empezó con una inflación del 3,9%, así lo informó el INDEC con la publicación de su Índice de Precios al Consumidor (IPC)[i] del mes de enero. Por otro lado, la inflación interanual llegó a el 50,7%.
La división Comunicación (7,5%) fue la de mayor suba en el mes, impulsada por el aumento en los servicios de telefonía e internet. Le siguió Restaurantes y hoteles (5,7%), en la que se destacó el incremento de los servicios de alojamiento durante la temporada de vacaciones.
La suba de Alimentos y bebidas no alcohólicas (4,9%) fue la de mayor incidencia en todas las regiones. Lo más relevante en la división fue el incremento de Verduras, tubérculos y legumbres, donde se destacaron el tomate, la lechuga, la papa y la cebolla, entre otras. También sobresalió dentro de la división el alza de Frutas, especialmente el limón y la naranja.
El IPC núcleo del mes de enero escaló a el 3,3%. Este indicador muestra la inflación sin tener en cuenta los factores estacionales ni los precios regulados por el gobierno.
Las regiones de Cuyo (4,1%), el Noroeste (4,0%) Y GBA (3,9%) fueron donde la inflación aumentó más que el total nacional.
Luego que el 2021 terminara con un 50,9% de inflación, este año parece que el futuro de los precios no será muy distinto; es más, es un problema que va a tender a profundizarse a causa del programa que se acuerde con el FMI. La dinámica del gobierno también lo muestra así, como lo hizo el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, quien días atrás en declaraciones en Radio 10 dejó en claro que los valores de la inflación no son los que espera el gobierno y también admitió que las empresas están incumpliendo con los acuerdos de precios. Estas afirmaciones dejan en claro que este gobierno no tiene intenciones en utilizar alguna herramienta para resolver los problemas de fondo que se relacionan con la inflación.
El gobierno, en estos primeros meses del año, sin que el programa con el FMI esté acordado, ya comenzó a cumplir con varios de los pedidos que la institución exige. Así pasó con el aumento del 9% que sufrieron los combustibles, incremento que golpea de lleno en el precio final de los productos. Además, para el mes de marzo ya está anunciado un aumento del 20% en las tarifas del gas, y por otra parte se viene una escalada del 20% en el precio de las tarifas de luz.
Con un aumento del 4,9% en los alimentos como lo muestra el informe del INDEC, más la suma de todos los incrementos que se vienen en un futuro próximo, no hay salario que aguante. Todas las medidas del gobierno de Alberto Fernández están atadas a los designios del FMI, por lo tanto, por este camino no hay una salida para los trabajadores.
Con este panorama es urgente la aplicación de políticas para que las mayorías trabajadoras recuperen su poder adquisitivo. La forma de que esto suceda es aplicando medidas como el congelamiento de los precios de los productos de la canasta básica; la aplicación de castigos o grandes multas a las empresas formadoras precios, que aumenten los precios de los artículos de dicha canasta; y, además, se tiene que emplear un control social a cargo de los trabajadores de las empresas productoras y comercializadoras de alimentos y de la población. Claro está que mientras el FMI esté en el gobierno nada esto va a ocurrir.
[i] https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ipc_02_22AF28D90E83.pdf