Con un discurso pobre, plagado de generalidades y con el eje en la megaminería, el gobernador inauguró esta mañana del 1/5 las Sesiones ordinarias de la Legislatura provincial. No hubo definiciones políticas ni electorales, solo promesas y vagas expresiones de deseo.
Como todos los primeros de mayo en Mendoza, el discurso del gobernador de la provincia es el que abre el periodo de Sesiones Ordinarias de la Legislatura provincial. Una fecha particularmente tardía con respecto al verdadero inicio del “año político” en el resto del país, y que obedece simplemente a que cuando se fijó la fecha en la Constitución provincial, se hizo a gusto y pedido de los entonces legisladores Conservadores y Demócratas, que tenían que cuidar del levantamiento de la cosecha de vino de sus bodegas, antes de estar dispuestos a asistir a Sesiones de la Legislatura.
Será por ese retardo que siempre tiene Mendoza, especialmente en este año electoral, que había muchas expectativas de distintos sectores de la política tradicional, que Cornejo diera algún anuncio o por lo menos alguna señal hacia dónde iría su orientación político-electoral. Todos ellos quedarían defraudados luego del discurso.
Cornejo nada dijo sobre si avanzaría en un acuerdo con el mileísmo en la provincia o si continuaría por el ya desgastado rumo de Cambia Mendoza, es decir seguir intentando con lo que queda de su antigua coalición, luego de la pérdida que sufriera en 2023 del sector de De Marchi y otros desprendimientos menores. Haciendo un poco de memoria de meses atrás, recordaremos que a principios de año Cornejo se había mostrado en sus declaraciones muy cerca a Milei, dando a entender que se encaminaba a un acuerdo electoral provincial con LLA, incluso cambió su posición histórica de desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales. Los desatinos del Liberfacho, con el discurso de Davos, la movilización del 1F y la posterior manifestación del 24M a nivel nacional y provincial, como a un GPS hicieron “recalcular” todo al Gobernador radical, se mostró dubitativo, hasta criticó la posición de Milei sobre los desaparecidos, y otras cuestiones menores, aunque sin criticarlo abiertamente. Desde allí hizo silencio de radio. Por eso muchos tenían la esperanza que en su discurso inaugural de hoy en la legislatura hubiera una definición o al menos una señal hacia dónde se dirigiría su armado político. Como dijimos, nada de eso ocurrió.
La megaminería y el vino
Suponemos que, intentando una simbolización profunda, Cornejo puso frente a su mesa de discurso una roca de cobre y una botella de vino. Nada original digamos. Se explayó bastante en justificar la Megaminería, sobre todo ensalzando al “proyecto San Jorge” (del que tiene la esperanza sea la primera mina productiva de cobre en la Argentina), como fuente de recursos económicos para la provincia, le adjudicó la posibilidad de mejorar los salarios de los trabajadores (cosa insostenible por otra parte, no sólo por la pequeña cantidad de trabajadores que ésta actividad conlleva sino porque en forma indirecta tampoco significa mucho para la provincia y menos para su pueblo, ya que la mayoría de los insumos, maquinarias y el total de lo producido, vienen del y se van al exterior).
Como para cumplir también dijo que pretendía que se hicieran mejores vinos en la provincia y que eso traería también beneficios económicos para el pueblo. También sin tener en cuenta el panorama internacional donde el consumo de vino está cayendo desde hace unos años y las condiciones de exportación son dificultadas por los aranceles de Trump entre otros elementos.
Luego hizo una serie de promesas vagas sobre que esta es la hora del progreso, mencionó todo lo que desearía que tuviera la salud pública, con atención de 24 hs en todos los centros de atención, con todas las especialidades atendiendo. Una vez más, una irrealidad completa, en una provincia donde los médicos se van a Chile o a otras provincias por los bajos salarios que reciben, de donde resulta que los hospitales no tienen especialistas o apenas una vez a la semana, donde la gente termina teniendo que recorre cientos de kilómetros para ser atendidas en el Hospital Central o Lagomaggiore porque en sus departamentos no consigue respuesta por falta de turnos o directamente de profesionales.
En síntesis, como todos los años el gobernador expresó su visión, sin tener en cuenta las necesidades de ciento de miles de trabajadores que reciben uno de los salarios más bajos del país y sin dar soluciones a los problemas acuciantes del pueblo, como precisamente los de la atención de la salud, pero también la falta de vivienda, los caminos y rutas provinciales destruidas y semiabandonadas, etc.
Pero esta vez con un norte claro, que es una vuelta de tuerca más hacia abrirle paso al extractivismo y la megaminería, con San Jorge a la cabeza, pero con decenas de proyectos más en gatera. Desde el MST en el FITU estamos totalmente en contra de esta orientación, nos seguiremos oponiendo y manifestando ante el avance del extractivismo y la destrucción ecoambiental que supone. Y defenderemos con todas nuestras fuerzas la plena vigencia de la 7722 que prohíbe la minería metalífera contaminante en toda la Provincia.