Después de los idas y vueltas por cartas entre Sergio Massa y Martín Guzmán, se anunció el aumento del piso de Ganancias. A partir de esta modificación por decreto el salario será gravado a partir de $ 280.000 brutos y también se excluirá el pago del medio aguinaldo. Tras las rispideces, que ya son un comportamiento recurrente en el Frente de Todos compartieron una reunión previa al anuncio en la Casa Rosada el presidente, el ministro de Economía y el presidente de la Cámara de Diputados. También estuvieron acompañando el acto Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano en representación de la CGT.
Tras los aumentos que se registraron en las primeras paritarias del 2022 -la mayoría se aproximaron al 60% cuando se estima según el REM (BCRA) termine en una inflación anualizada del 65% o más- un nuevo espectro de trabajadores registrados comenzó a ser gravado por ganancias. Como Massa lo hizo público en la segunda carta que le envió a Guzmán, fueron 104.914 los nuevos trabajadores y jubilados alcanzados por este impuesto regresivo, comparando los meses de febrero y abril.
Más allá de las advertencias presentadas por el ex intendente de Tigre a Guzmán, la medida presentada por el presidente no es más que un parche a la actual crisis económica que continúa degradando los salarios. Las rispideces presentadas en este nuevo capítulo de la interna del Frente de Todos, que llegó al punto de tener a Massa amenazando al ministro con presentar un proyecto de ley para que sea el Poder Legislativo quien modifique el cálculo de ganancias, no es más que un adelanto de lo que puede llegar a ser la interna de 2023. Todos los bloques de la coalición pejotista buscan “resguardar” su electorado en un momento donde la imagen del gobierno está muy golpeada.
Sin embargo, no se propone desde el gobierno, como tampoco lo hace la oposición de Juntos por el Cambio o lo liberales, la eliminación del impuesto al salario que afecta entre 700 mil y un millón de trabajadores. Todas las coaliciones del régimen huyen a la discusión sobre el carácter regresivo de la estructura impositiva del país. En 2019 el CEPA presentó un estudio donde se vislumbró que la carga impositiva sobre los sectores más concentrados sólo representaba un 38% de la recaudación total (una cifra menor a países como: Italia, España, Reino Unido, Uruguay y Chile, entre otros). Siendo Ganancias, conjuntamente con el IVA (que significa un 37% de lo recaudado), unos de los principales impuestos recaudatorios del país. Si Massa o algún sector del frente gobernante pretendiera cambiar la situación de los trabajadores tendría que hacer fuerza para que se decrete un aumento inmediato de todos los salarios al equivalente del valor de una canasta básica, como así también eliminar este impuesto al salario.
La discusión acerca de si los salarios gravados son de un valor nominal tal que comprenderían gravarse, esquiva la discusión de fondo acerca de que no es ganancia el salario. Lisa y llanamente este es un impuesto al trabajo. Y otro elemento importante pone en tela de juicio salarios dignos que por poco superan lo calculado por la Junta Interna de ATE-Indec, que indica el valor de la Canasta de Consumos Mínimos en $ 145.456 mensuales. Toda campaña política que abone a considerar “salarios de ricos”, es responsable del fenómeno económico que se registra en el país: un tercio de los trabajadores formales es pobre[i].
Desde el MST en el FIT-U somos claros. Hay que eliminar este impuesto regresivo –salvo para los gerentes o directores de empresas que sí coparticipan las ganancias empresariales- de los trabajadores y jubilados. En contraposición, se debe afectar las grandes fortunas con un impuesto permanente. Y además, transformar el régimen fiscal anulando el IVA a la canasta familiar para toda la población; incrementando las retenciones a los sectores agroexportadores y elevar la renta financiera, conjuntamente con una nacionalización de la banca y el comercio exterior, para evitar que siga el ritmo de fuga y evasión por parte de los grandes estafadores del país.
[i] Casi un tercio de los trabajadores ocupados en la Argentina son pobres, 13 puntos más que en 2017. Fuente: elDiarioAr