viernes, 22 noviembre 2024 - 04:12

Impuesto al salario. Diputados aprobó la suba del mínimo no imponible

Anoche, con un Congreso teñido por parte de la campaña electoral de Unión por la Patria, la Cámara de Diputados dio media sanción a la suba del mínimo no imponible sobre el salario. De esta forma, de terminar de sancionarse en la Cámara de Senadores, 800.000 trabajadores dejarán de ser afectados por el impuesto al salario. Una medida que desde el Frente de Izquierda creemos positiva, pero llega tarde y es insuficiente.

El gobierno, a poco de terminar con su mandato, activó algunas medidas que a pesar de tener un carácter progresivo buscan en primer término impacto mediático para levantar la imagen de un alicaído Massa, que todos los días cumple con el ajuste solicitado por el FMI. Si nos remitimos al impuesto al salario, más allá de que con este proyecto, en caso de aprobarse, no lo sufrirá casi ningún trabajador, no es esencia lo que había prometido el propio Massa, que era la eliminación del gravamen. Además que, reiteramos, demoró en discutirse casi los cuatro años de gobierno.

Con 135 votos a favor y 103 en contra, donde se ubicaron los diputados de Juntos por el Cambio y también los parlamentarios de Juan Schiaretti, se aprobó la nueva reforma del mínimo no imponible. En caso de aprobarse, el piso subiría a quince salarios mínimos (hoy $ 1.770.000) para trabajadores en relación de dependencia. Una especie de ingreso inexistente en este país, en gran parte por la precarización que admite el gobierno en el sector privado y que aplica en el mismo Estado.

Jugando con los tiempos electorales, el ministro candidato presentó este proyecto para conseguir un lugar en la prensa que no sea el del ajustador o devaluador al servicio del Fondo. Mientras busca al menos mediáticamente resolver la compleja situación de su imagen, pese a esta medida progresiva el frente que integra el presidenciable del oficialismo es el mismo que permitió que el salario real siga cayendo en estos últimos cuatro años.

Como era de esperar, el bloque de Juntos por el Cambio fue el que más se mostró en contra de la sanción de esta medida. Buscaba dejar tal cual se encontraba la situación en cuanto al impuesto a la ganancia. Milei por su parte fue otro de los que convirtió la sesión en una maniobra electoral. Votó a favor de la quita de este impuesto para hacer gala de su demagogia. Claro, el hombre que está contra todos los impuestos en general, admitiría, por ejemplo, eliminar todas las retenciones a las grandes patronales agrarias y pasar la motosierra por áreas sensibles del Estado como Educación y Salud, en tiempos donde los ingresos de nuestros médicos, enfermeros y docentes se ven atacados por la inflación.

El impuesto a las Ganancias que se aplica sobre el salario se mantuvo durante la mayoría de los mandatos kirchneristas y el macrismo. Se buscó a través del mismo decir que los trabajadores con mayores ingresos tenían que hacer un esfuerzo y tributar más para lograr igualdad con los sectores más postergados. Lo cierto es que ese argumento es una farsa completa. El salario no es ganancia, y además de querer tener un sistema tributario progresivo se debería eliminar por completo el IVA de los alimentos y bienes de uso masivo, como también aplicar un fuerte y permanente impuesto a las grandes riquezas.

A las afueras del Congreso, de forma inédita y después en el balcón de la cámara baja reapareció la burocracia sindical, que parece hacerse presente en fiestas o actos. Esta vez fue para la segunda ocasión, ya que se manifestó por la candidatura del ministro de Economía que todos los días atenta contra nuestros ingresos.

Lejos de avalar la hoja de ruta del mal menor, que no es más que hundirnos en salario que no se asoman ni por lejos a los más de $ 400.000 que marcó la junta interna de ATE – INDEC como necesarios para que una familia promedio no sea pobre, es hora de estar en la calle contra el ajuste. Permanecer en la inmovilización completa y dejar correr los planes del FMI no es más que hacerle el juego a la derecha de Bullrich y Milei.

Hay que seguir la pelea por un plan de lucha, uno que imponga un aumento generalizado de salarios, jubilaciones y programas sociales, en el marco de una gran crisis social donde casi la mitad de la población se encuentra por debajo de la línea de la pobreza. Esa orientación es la que comparten los candidatos del FIT-Unidad, como Cele Fierro del MST, primera candidata a legisladora por CABA. Es hora de seguir fortaleciendo a una izquierda clasista para hacer frente al Fondo, sus personeros y los candidatos de la extrema derecha. 

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