domingo, 22 diciembre 2024 - 04:32

Iglesia pedófila. Las disculpas tardías del Papa Benedicto XVI

El estudio de abogados Westpfahl Spilker Wastl (WSW) presentó a la justicia alemana un informe que denuncia 497 abusos a niñes de 8 a 14 años, ocurridos entre 1945 y 2019 en la arquidiócesis de Munich, de la que Joseph Ratzinger fue arzobispo entre 1977 y 1982.

El informe presentado la semana pasada señala que “son 235 los autores de los abusos, entre ellos 173 sacerdotes, nueve diáconos, cinco agentes de pastoral y 48 personas del ámbito escolar”[1]. También indica que en cuatro casos tomó intervención “con negligencia” el Papa emérito Ratzinger y que mintió en su informe de 82 páginas, en donde negó estar al tanto de una reunión.

Georg Gänswein, el secretario privado de Joseph Ratzinger, que a su vez fue el Papa Benedicto XVI entre 2005 y 2013, emitió una declaración en donde afirma que “el error no fue cometido de mala fe”, sino “el resultado de un error en el procesamiento editorial de su declaración”. “Él está muy arrepentido por esto y se disculpa”, agregó.

Esa reunión fue el 15 de enero de 1980 para analizar el caso de Hullerman, un sacerdote de la diócesis de Essen, acusado de abuso sexual infantil. Según afirma ahora Gänswein, allí no se debatió que el cura en cuestión se incorporara a las actividades episcopales, sino sólo “hacer posible que contara con alojamiento en Munich durante su tratamiento terapéutico”. Así funciona el encubrimiento clerical: el pedófilo Hullerman abusó de otros cinco menores en Munich, por lo que luego fue trasladado a la arquidiócesis de Baviera, en donde continuó con sus abusos y “labores pastorales” hasta que se vio obligado a jubilarse en 2010.

Así son las historias de impunidad que atraviesan a la institución patriarcal más antigua, socia de todos los opresores y hoy garante del poder capitalista-imperialista: traslados para encubrir a los pedófilos. De todos los abusadores alemanes, en este caso sólo se pudieron presentar 41 causas. “Estos casos forman parte del informe, se refieren exclusivamente a responsables eclesiásticos vivos y han sido trasladados a la fiscalía bajo el estricto anonimato de las personas en cuestión”, agregó la vocera de la fiscalía, Anne Leiding.

Nuestras propuestas

Esta investigación se realizó de manera independiente, aunque encargada por la Iglesia. Desde el Vaticano pretenden lavarse la cara y hacen declaraciones alarmados, pero los abusos son la regla en todas las arquidiócesis del mundo, la impunidad una garantía y la violencia hacia las infancias sistemática. La salida que proponen cada vez que juzgan un caso de abuso en sus tribunales eclesiásticos es la misma: tratamiento psiquiátrico y reubicación del acusado, o sea impunidad.

Pero van a seguir por siempre: en la Iglesia “la pedofilia es un hábito persistente, sistémico. Como organización basada en la fe, la culpa y la confesión, que relega a las mujeres, integrada sólo por varones solteros y a quienes encima les exige total castidad, esa represión constante forzosamente lleva a reiterar las conductas de acoso, abuso de poder y sexual, que en su gran mayoría se ejercen contra el sector más vulnerable: la niñez”[2].

Mientras seguimos acompañando a las víctimas de pedofilia clerical en su lucha por justicia, y alentando en esos casos la formación de comisiones investigadoras independientes con su participación, planteamos otras medidas para prevenir y combatir estos hechos aberrantes:

  1. Prohibir por ley a los curas estar a solas con niñes en ámbitos cerrados, tal como lo planteó nuestro compañero Alejandro Bodart cuando fue diputado porteño[3].
  2. Reclamar la imprescriptibilidad de los delitos de abuso sexual infantil por parte de religiosos/as, dadas las enormes dificultades para realizar las denuncias. Es decir, que no rijan plazos para juzgarlos.
  3. Derogar el Decreto-ley 17.032 del dictador Juan Carlos Onganía, que aprueba el Concordato Vaticano-Argentina, que le reconoce a la Iglesia Católica jurisdicción propia, o sea que antepone el derecho canónico a las leyes nacionales.
  4. Separar definitivamente la Iglesia y el Estado, anulando los millonarios subsidios públicos, exenciones fiscales y demás beneficios estatales a la Curia católica y a toda la educación religiosa.

[1] https://www.vaticannews.va/es/iglesia/news/2022-01/informe-abusos-en-diocesis-de-munich-497-victimas-en-74-anos.html

[2] Iglesia y Estado, asuntos separados (Cap. 1 Iglesia y género), Ediciones socialistas La Montaña, Buenos Aires, 2019.

[3] https://palermonline.com.ar/wordpress/proponen-prohibir-por-ley-el-contacto-de-chicos-con-curas-a-solas/

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