viernes, 22 noviembre 2024 - 09:23

Hospital Garrahan. El gobierno, de campaña; nosotrxs, en la primera línea y luchando

La lucha por el salario y mejores condiciones de trabajo en el Garrahan comenzó el 6 de agosto de 2020, a 7 meses de iniciada la pandemia, con la primera marcha de ambos verdes de enfermería de los sectores COVID, que luego detonó en octubre de 2020 frente al 7% de aumento que pactó UPCN con las autoridades del Hospital.

En ese entonces, el frente de lucha de sectores autoconvocados con la Asociación de Profesionales y Técnicos, además de la Junta Interna de ATE; llevó adelante 5 paros que lograron arrancarle al gobierno un adelanto de las cuotas del magro 25% que se otorgó desde el estado nacional para 2020, firmado por ATE Nacional y UPCN, y un 10% a cuenta de futuros aumentos en marzo de 2021.

2021, seguimos al pie del cañon

Este año nos encuentra nuevamente peleando contra la devaluación de nuestro salario. Ante la pauta del 35% en cuotas de UPCN y el Estado nacional, sumado a un adicional que otorgó el Consejo de Administración a los profesionales de sistemas por “actividad crítica” de 22.500 pesos a partir de junio, adicional por el que enfermería cobra solo 5.200 pesos, volvió a estallar la indignación del Área Covid e Instrumentación Quirúrgica, que decidió parar el 24 de junio con nuestro respaldo gremial.

Desde el 24 de junio se desarrolló un proceso de lucha muy genuino desde la base de trabajadores y trabajadoras que activan porque se ven traicionados por la burocracia sindical de UPCN y SUTECBA, que pactan con los Consejos de Administración de turno puestos a dedo por los sucesivos gobiernos, salarios a la baja y condiciones de trabajo de super-explotación y precarización.

Debates con la JI de ATE

La Asociación de Profesionales y Técnicos como dijimos viene jugando un rol protagónico en todo el proceso; y como sabemos es un sindicato plural, interdisciplinario, autónomo de los gobiernos y de otros sindicatos, democrático y combativo. Coexisten compañerxs de diferentes tendencias ideológicas y de nuestra agrupación Alternativa Salud-MST.

Lamentablemente, en todo este proceso de lucha hemos tenido diferencias con la Junta Interna de ATE. Las mismas tienen su raíz en una diferente concepción del modelo sindical que nosotros defendemos y acerca de cómo se construye unidad de acción para ganar las luchas. Con un discurso en apariencia radicalizado, ante cada acción esconden maniobras burocráticas para monopolizar un protagonismo y errores que llevan a aislar a la vanguardia del conjunto de las y los trabajadores. Estas fueron algunas de las razones por las cuales la JI del Garrahan fue perdiendo el prestigio, hacia dentro y fuera del hospital, que supo tener hace años atrás.

Durante diferentes acciones, desde la JI de ATE se nos intenta imponer una unidad. Para ellos unidad es subordinación por eso en nombre de la unidad pretenden imponer su programa a nuestro gremio y a la base que se referencia con nosotrxs.

Coordinación y unidad de acción sí, por supuesto, pero con pleno respeto de los distintos espacios. No aceptamos las imposiciones ni la pretensión de subordinación, o convivencia obligatoria planteada por la Junta Interna a nuestro espacio sindical. Partiendo de esta delimitación venimos apoyando todas las acciones que deciden las y los trabajadores aportando nuestros balances e iniciativas a las asambleas.

Es por ello, que en medio de amenazas de descuentos y sanciones del Consejo de Administración hemos llevado adelante durante todo el mes de junio paros de 24 y 48 horas y del turno franquero.

¿Cómo seguimos?

Esta semana estaremos nuevamente de paro de 24 horas, este 28 y el 31 en el turno franquero. También armaremos una carpa sanitaria y realizaremos un acto de unidad a las 13:30. Donde repudiaremos las amenazas de descuentos y sanciones circuladas por el Consejo.

Estamos convocando a asamblea de APyT el próximo 2 de agosto para hacer un balance y llevar nuestras posiciones a la asamblea general de trabajadores convocada para el 3 de agosto, a fin de decidir cómo continuar el reclamo, partiendo de valorar la valentía y fuerza para luchar de una generación de trabajadores jóvenes del equipo de salud que dan pelea por el hospital y la salud pública y por sus derechos como trabajadores.

Nuestra obsesión es sumar a muchos y muchas compañeras que aún no están participando de las medidas, con la idea de empalmar también con otros sectores de la salud pública y privada que luchan a 500 días de la pandemia por salario inicial igual a la canasta familiar de 103.000 pesos y condiciones de trabajo sin precarización ni superexplotación y el reconocimiento del desgaste prematuro que producen nuestras tareas.

Norma Lezana

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