En el día de ayer la Legislatura volvió a ponerse en “modo escribanía” y brazo ejecutor de los caprichos -léase negocios-con la obra pública de la Ciudad.
A pesar del rechazo de los vecinos de Caballito expresados en 8 meses de lucha, que incluyeron la difusión en el barrio, la juntada de miles de firmas, cortes de calles, semaforazos, 3 fallos contra la obra en la Justicia, marcha de antorchas y una gran participación en la audiencia pública convocada ilegítimamente por la Comuna 6, Larreta montó otra maniobra para intentar destrabar la destrucción de Honorio. Obra adjudicada en 400 millones de pesos a Miavasa S.A., empresa denunciada como aportante de la campaña electoral de Cambiemos en el 2015.
Luego de que el juez en uno de los fallos dejara en claro que el cambio de uso de la avenida era una facultad de la Legislatura y no del Poder Ejecutivo, Larreta mandó un proyecto de ley para salvar ese “error”. Y es por eso que ayer los legisladores del PRO y sus cómplices aliados en el interbloque de gobierno (legisladores de los bloques UCR-Evolución, Coalición Cívica y el Partido Socialista) apelaron a su mayoría automática y votaron la creación de una “calle de convivencia” para las 8 cuadras afectadas al falso “Parque Lineal Honorio”.
Desde el momento en que esta ley quede promulgada, las 8 cuadras en cuestión tendrán limitaciones en la circulación, que quedará restringida a frentistas, vehículos de emergencia, de carga y descarga y a una velocidad máxima de 20 km/h. Si algo no necesitaba está zona era multiplicar el caos de tránsito que se vive desde que rompieron la cuadra para iniciar el falso parque. La situación de las calles paralelas que absorben el tránsito que no puede contener Honorio es cada vez peor. Embotellamientos, bocinazos, peleas entre conductores y ambulancias que no pueden llegar al Sanatorio Mendez es lo que se sufre a diario en Hidalgo y algo similar sucede en Rojas. Pero evidentemente nada de esto les importa a los diputados que ayer solo cumplieron los deseos de Larreta, olvidando que fueron votados como representantes de la ciudadanía y no como escribamos del jefe de gobierno.
Esta maniobra hecha ley no es más que un manotazo de ahogado de quienes perdieron políticamente este conflicto ante la organización y lucha de Caballito, que no se deja engañar con los slogans de campaña y le vienen parando la transformación hace 8 meses en defensa del barrio y la calidad de vida.
El gobierno hace todo lo posible por evitar la participación ciudadana y es por eso que no manda un proyecto para cambiar el uso de Honorio, porque esto implica una ley de doble lectura y la realización de una audiencia pública en la Legislatura, en donde todos los porteños puedan opinar sobre esta obra que se pagaría con el dinero de sus impuestos.
Pero a pesar de todo esto y de saber que la Justicia en gran medida está subordinada a los pedidos de Larreta, los vecinos confían en que el juez a cargo de la causa continúe actuando como lo viene haciendo y no acepte la ley votada ayer ni el informe de la ilegítima audiencia pública comunal, como suficientes para levantar la cautelar y permitirle al gobierno avanzar con la destrucción de Honorio.
Mientras todo eso sucede, los vecinos tienen claro que lo de ayer fue solo una maniobra más del gobierno y no un triunfo para concretar el falso parque lineal Honorio.
Sus asambleas y acciones de lucha van a continuar todas las semanas hasta que Larreta cancele definitivamente la idea de destruir Honorio y de una vez por todas, tanto el gobierno nacional como el de la Ciudad se sienten a acordar la concreción del parque Caballito en el ex Playón Ferroviario del barrio.
Adrián Hernández