En el día de ayer se reunió por primera vez el Consejo Federal de la hidrovía Paraná-Paraguay. La cita tuvo lugar en la ciudad de Rosario y contó con la participación del ministro de Transporte, Mario Meoni, y los siete gobernadores de las provincias que integran el Consejo. Además, estuvieron presentes integrantes del lobby agroindustrial, organizaciones civiles, sindicales y de universidades.
El representante del gobierno nacional, Mario Meoni, fue quien inició las intervenciones elogiando la actividad económica agroexportadora de Rosario y ubicando que, por pedido del presidente Alberto Fernández, el llamado a licitación es clave y en dicho sentido garantizó que el nuevo carácter de la hidrovía será “auténticamente federal”, y que se va a tener presente la opinión de todos los actores que forman parte de los 3.400 km. totales de la hidrovía en suelo nacional.
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El eje principal del encuentro, que en su mayoría fue por teleconferencia, estuvo orientado a debatir algunos de los puntos clave sobre el eventual llamado a licitación internacional de la hidrovía, cuya concesión tiene fecha de finalización el próximo 30 abril tras ser administrada por la empresa belga Jan de Nul y la argentina Emepa.
En pos de tranquilizar a los sectores empresariales del agronegocio que tienen temor de que sus negocios se vean perjudicados, Meoni señaló: “No es parte de nuestro espíritu ni del gobierno que corra riesgo la exportación argentina ni que se detenga ni un solo día. Vamos a trabajar duramente para que se siga sosteniendo la navegabilidad a pleno. Queremos desarrollar un comercio exterior, pensando en tener puertos capaces de exportar y de generar un tráfico naviero y fluvial que permita hacer crecer al comercio en otras zonas de nuestro país (…)Esta autopista que es la hidrovía del río Paraná tiene que estar preparada para recibir a los que van a ser sus vehículos, que la van a transitar de aquí en más porque año tras año van creciendo en volumen, en capacidad de carga, y por lo tanto el río se debe ir adecuando en sus anchos y profundidades para que pueda seguir prestando el servicio a esas embarcaciones que cada día son más importantes para los costos logísticos”. Además, dejó en claro que el Estado no se hará cargo del control de la hidrovía, la licitación a futuro no es un debate sino un hecho real.
La hidrovía Paraguay-Paraná es el camino de salida del 80% de las exportaciones nacionales declaradas. Según datos oficiales anualmente se transportan más de 100 millones de toneladas de cargas. Debido a su extensión de 3.442 km., desde Puerto Cáceres (Brasil) hasta Puerto Nueva Palmira (Uruguay), también circulan cargas de Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia. Se estima que anualmente circulan más de 6 mil buques de carga.
El retorno del menemismo
En política el retorno es habitual y fácil de dilucidar. Por más palabras que se tiren al viento y a pesar de los argumentos, lo que vale es lo concreto y el sentido social de las definiciones.
Por eso no debería sorprendernos que lo de ayer fuera una puesta en escena para justificar el retorno al menemismo. Sí, lisa y llanamente se trató de un montaje para mostrar cierto carácter “federal” que en los hechos no es más que una ficción. Algo similar a lo que sucedió en los noventa cuando en nombre del federalismo se privatizaron sectores estratégicos de la economía nacional en bochornosas licitaciones y a cambio de unos pocos pesos en utilidades. O lo que ocurrió el año pasado con Vicentín, de “nacionalización” pasaron a hablar de “intervención” para terminar perdonando sus deudas.
El discurso del gobierno nacional prometiendo venir a recuperar la patria y ponerla de pie cae en un saco roto día a día. La oportunidad de poner en marcha un debate real sobre qué hacer con la hidrovía, se acaba de dilapidar conscientemente y de manera burda. Las políticas del gobierno nacional en lo inmediato van orientadas a profundizar la lógica privatista, un mayor calado del río para buques de mayor porte y extender el plan agroindustrial 2020-2030.
Una política real para ponerle fin al retorno menemista requiere de la inauguración y puesta en funcionamiento de una comisión nacional de científicos, con participación de organizaciones de trabajadores, organizaciones socioambientales y activistas de los territorios afectados por las reformas en la cuenca del río. Pero además es momento de iniciar la recuperación de puertos y del comercio exterior, con su nacionalización, la recuperación de la marina mercante de bandera, y puestos a funcionar por sus propios trabajadores. Todo al servicio de una orientación social, ecosocialista y con la mayor democracia en la toma de decisiones.
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La clave radica en poner en marcha un programa y alternativa política que luche y se movilice contra toda la herencia privatista y extractivista menemista, que todos los gobiernos posteriores profundizaron. Desde el MST en el FIT-U bregamos por poner en marcha ese proyecto e invitamos a todes a que se sumen para sepultar al neoliberalismo reciclado de nuestro país, la región y el mundo.
Gastón Baldomir