martes, 19 noviembre 2024 - 04:16

Hidrovía Paraná-Paraguay. Todo sigue igual de mal

En el día de ayer se reunió por primera vez el Consejo Federal de la hidrovía Paraná-Paraguay. La cita tuvo lugar en la ciudad de Rosario y contó con la participación del ministro de Transporte, Mario Meoni, y los siete gobernadores de las provincias que integran el Consejo. Además, estuvieron presentes integrantes del lobby agroindustrial, organizaciones civiles, sindicales y de universidades.

El representante del gobierno nacional, Mario Meoni, fue quien inició las intervenciones elogiando la actividad económica agroexportadora de Rosario y ubicando que, por pedido del presidente Alberto Fernández, el llamado a licitación es clave y en dicho sentido garantizó que el nuevo carácter de la hidrovía será “auténticamente federal”, y que se va a tener presente la opinión de todos los actores que forman parte de los 3.400 km. totales de la hidrovía en suelo nacional.

El eje principal del encuentro, que en su mayoría fue por teleconferencia, estuvo orientado a debatir algunos de los puntos clave sobre el eventual llamado a licitación internacional de la hidrovía, cuya concesión tiene fecha de finalización el próximo 30 abril tras ser administrada por la empresa belga Jan de Nul y la argentina Emepa.

En pos de tranquilizar a los sectores empresariales del agronegocio que tienen temor de que sus negocios se vean perjudicados, Meoni señaló: “No es parte de nuestro espíritu ni del gobierno que corra riesgo la exportación argentina ni que se detenga ni un solo día. Vamos a trabajar duramente para que se siga sosteniendo la navegabilidad a pleno. Queremos desarrollar un comercio exterior, pensando en tener puertos capaces de exportar y de generar un tráfico naviero y fluvial que permita hacer crecer al comercio en otras zonas de nuestro país (…)Esta autopista que es la hidrovía del río Paraná tiene que estar preparada para recibir a los que van a ser sus vehículos, que la van a transitar de aquí en más porque año tras año van creciendo en volumen, en capacidad de carga, y por lo tanto el río se debe ir adecuando en sus anchos y profundidades para que pueda seguir prestando el servicio a esas embarcaciones que cada día son más importantes para los costos logísticos”. Además, dejó en claro que el Estado no se hará cargo del control de la hidrovía, la licitación a futuro no es un debate sino un hecho real.

La hidrovía Paraguay-Paraná es el camino de salida del 80% de las exportaciones nacionales declaradas. Según datos oficiales anualmente se transportan más de 100 millones de toneladas de cargas. Debido a su extensión de 3.442 km., desde Puerto Cáceres (Brasil) hasta Puerto Nueva Palmira (Uruguay), también circulan cargas de Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia. Se estima que anualmente circulan más de 6 mil buques de carga.

El retorno del menemismo

En política el retorno es habitual y fácil de dilucidar. Por más palabras que se tiren al viento y a pesar de los argumentos, lo que vale es lo concreto y el sentido social de las definiciones.

Por eso no debería sorprendernos que lo de ayer fuera una puesta en escena para justificar el retorno al menemismo. Sí, lisa y llanamente se trató de un montaje para mostrar cierto carácter “federal” que en los hechos no es más que una ficción. Algo similar a lo que sucedió en los noventa cuando en nombre del federalismo se privatizaron sectores estratégicos de la economía nacional en bochornosas licitaciones y a cambio de unos pocos pesos en utilidades. O lo que ocurrió el año pasado con Vicentín, de “nacionalización” pasaron a hablar de “intervención” para terminar perdonando sus deudas.

El discurso del gobierno nacional prometiendo venir a recuperar la patria y ponerla de pie cae en un saco roto día a día. La oportunidad de poner en marcha un debate real sobre qué hacer con la hidrovía, se acaba de dilapidar conscientemente y de manera burda. Las políticas del gobierno nacional en lo inmediato van orientadas a profundizar la lógica privatista, un mayor calado del río para buques de mayor porte y extender el plan agroindustrial 2020-2030.

Una política real para ponerle fin al retorno menemista requiere de la inauguración y puesta en funcionamiento de una comisión nacional de científicos, con participación de organizaciones de trabajadores, organizaciones socioambientales y activistas de los territorios afectados por las reformas en la cuenca del río. Pero además es momento de iniciar la recuperación de puertos y del comercio exterior, con su nacionalización, la recuperación de la marina mercante de bandera, y puestos a funcionar por sus propios trabajadores. Todo al servicio de una orientación social, ecosocialista y con la mayor democracia en la toma de decisiones.

La clave radica en poner en marcha un programa y alternativa política que luche y se movilice contra toda la herencia privatista y extractivista menemista, que todos los gobiernos posteriores profundizaron. Desde el MST en el FIT-U bregamos por poner en marcha ese proyecto e invitamos a todes a que se sumen para sepultar al neoliberalismo reciclado de nuestro país, la región y el mundo.

Gastón Baldomir

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