El jefe de gabinete nacional, Santiago Cafiero, confirmo que la Argentina realizará una licitación internacional con el fin de reprivatizar las tareas de dragado y balizamiento en el río Paraná. Restan dudas sobre el cobro del peaje y se define que el rol del Estado será de mero “control”.
En dialogo con la emisora AM530, el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, sostuvo que “se va a llamar a una licitación internacional con un sistema mucho más preciso para definir el rol del Estado y se pondría en funcionamiento un ente de control”.
Las declaraciones del flamante jefe de ministros confirman la decisión tomada a finales del año pasado el presidente Alberto Fernández mediante el decreto 949/2020 daba a conocer al país que su gobierno haría un llamado a licitación nacional e internacional para la concesión “por medio del régimen de concesión de obra pública por peaje, en el marco de la Ley 17.520 para la modernización, ampliación y mantenimiento del sistema de señalización y tareas de dragado y redragado y mantenimiento de la vía navegable troncal comprendida entre el kilómetro 1238 del Río Paraná…a riesgo empresario y sin aval del Estado”.
El anuncio confirma lo que hemos venido señalando: Alberto va a reprivatizar dicha vía navegable, al igual que lo hizo Carlos Menem en el año 1995 cuando le otorgo el control absoluto del balizamiento, dragado y peaje a la empresa belga Jan de Nul, asociada a la local Emepa, y que fue beneficiada con enormes cifras millonarias en subsidios estales en dólares y de extensión de la concesión bajo maniobras ilegales.
En pos de contener las voces críticas que se escuchan incluso entre las filas del Frente de Todos, Cafiero dijo “Vamos a avanzar también en la creación del ente de control, que no se había creado y se va a avanzar en una licitación internacional, pero con un elemento mucho más preciso a la hora de definir el rol del Estado…habrá participación de las Provincias”.
Una vieja receta neoliberal ¿y van?
Resulta un tanto llamativo que Cafiero nos presente como “innovadora y única opción” la idea de que el único rol que puede ocupar hoy el Estado argentino, en relación a todo lo que sucede en el rio Paraná, sea solamente “controlar” que los privados hagan bien las cosas.
De esta forma, hace suya la retórica y la política del neoliberalismo que rifo en los mercados internacionales la mayoría de las industrias estratégicas que quedaban bajo gestión estatal, entre ellos la vía navegable del Paraná y demás territorios. El mito de que el Estado “no puede”, “no debe” o la tan difundida hipótesis de que “no da la correlación de fuerzas” es una justificación tan funcional a los sectores económicos concentrados que no merece que hagamos un gran esfuerzo para dejarla en evidencia.
Pero si para alguien nuestro análisis le resultase ser un poco sesgado o prejuiciosa. Vamos a presentar dos claros ejemplos sobre que representaría en números la gestión estatal de la mal llamada hidrovía.
El primero de ellos es que al día de la fecha el valor del peaje se encuentra en 3,06 dólares por tonelada que pasa por la hidrovía. Si partimos de las estimaciones que las propias empresas dan a conocer, mediante una simple declaración jurada, transitan por el río alrededor de 100 millones de toneladas por año lo cual representa una facturación superior a los 300 millones de dólares anualmente.
Con dicha cifra se podrían construir 15 mil viviendas populares anualmente de sesenta metros cuadros y de ese modo comenzar a ponerle un fin a la crisis habitacional que viven millones de habites de nuestro país en los grandes centros urbanos.
El segundo argumento deja en evidencia que la política de la reprivatización lejos de ser la única opción responde a una hoja de ruta de gobierno. Y esto es por un motivo clave: nuestro país dispone de la tecnología, es decir, de las dragas adecuadas para efectuar las tareas de dragado del rio sin necesidad de recurrir a empresas extranjeras y también de los recursos humanos técnicos calificados.
Recuperar lo que es nuestro
Dicha información ya ha sido expuesta en la columna de opinión del escritor kirchnerista chaqueño, Mempo Giardinelli, en su columna del 31 de mayo “Noticias del Paraná: de dragas, puertos y belgas” en Página 12, en la que señala cuales son las dragas de las que dispone el Estado argentino y que es falso el argumento de que no hay condiciones reales para se lleve adelante una política de soberanía sobre rio Paraná.
Ya hemos señalado con anterioridad que la política de sensibilización sobre la recuperación de soberanía al gobierno de Alberto no le hace ni ruido. Las y los principales dirigentes del Frente de Todos son responsables de haber prorrogado la privatización menemista y en lo concreto nada hace suponer que vayan a ir contra esa lógica.
Es momento de comenzar a planificar y darle forma a un gran proceso de movilización para frenar la licitación y ponga el eje en recuperar y cuidar el rio. Los que rechazamos la reprivatización del Rio Paraná debemos unir fuerzas con las y los trabajadores del Astillero Rio Santiago, claves en el proceso de la lucha por la soberanía, que están enfrentando la privatización que lleva adelante el gobernador Axel Kicillof.
Solamente en las calles y con una gran fuerza organizada podremos lograr lo que se viene debatiendo en charlas, seminarios, radios abiertas y demás. Desde nuestro lugar seguiremos bregando para impulsar la mayor unidad posible bajo un programa que articule: la expropiación de los puertos privados en todo territorio nacional, destinar los recursos necesarios para la puesta en pie de la marina mercante y junto con ello de los astilleros nacionales que como el ARS, tienen la capacidad humana y técnica para construir los barcos con los que recuperar la soberanía que teníamos con la Marina Mercante del Estado.