En los últimos días, se viene calentando la campaña hacia el balotaje, la cual va a ingresar en las últimas y decisivas semanas. El marco político de esta breve campaña es el triunfo de Massa y Unión por la Patria el 22 de octubre, que sorprendió a Milei y golpeó a su fuerza política que no esperaba ese resultado. De hecho, venía de un cierre de campaña en el Movistar Arena donde el propio Milei arengó con estar ganando en primera vuelta. Nada de eso sucedió y ahora tiene que remar duro hacia el balotaje, aunque esa disputa en la que Massa aparece algo mejor ubicado, siga abierta.
También, al dejar los resultados de ese domingo en tercer lugar y lejos a Juntos por el Cambio, aceleró la crisis de esa fuerza de la derecha opositora que hoy navega entre insultos cruzados, anuncios de ruptura y desintegración política. Poniendo así, más en crisis al régimen capitalista actual, al debilitarse al extremo una de sus patas políticas, creada hace pocos años.
Los resultados arrojaron a la vez movimientos políticos importantes. El más destacado fue el anuncio rápido de Patricia Bullrich de darle apoyo a Milei y coronar esa decisión con una visita conjunta al programa A Dos Voces. Como es de público conocimiento, fue Mauricio Macri el padrino de ese acuerdo, gestándolo en su propia casa ni bien se conocieron los resultados. Así Macri avanzó en concretar lo que políticamente creía mucho tiempo antes; que su fuerza política debía tener un acuerdo con Milei, un plan de acción más radicalizado, algo distante de la política del sector del PRO de Larreta y de gran parte de la UCR.
Contra Milei siempre y en todos lados
El ascenso electoral de Milei se fue construyendo sobre la base del desastre del gobierno actual que, entre ajuste y entrega al FMI, colaboró bastante para que surgiera una fuerza y un referente por fuera de los partidos tradicionales y con propuestas de ultraderecha. Ganándole el lugar a la otra fuerza opositora de derecha, que, en el gobierno anterior con Macri, también dejó un recuerdo muy lamentable en grandes franjas de la población.
Así este personaje se fue autoconstruyendo, ubicado a la extrema derecha, con propuestas negacionistas y antiderechos, repudiables como todo su proyecto. Pero a la vez, el haber ganado en las PASO y aparecer primero en las encuestas hacia las generales, lo llevó a una postura triunfalista y desbocada las semanas finales antes del 22 de octubre, donde desarrolló lo peor de sus ideas y de su plan económico y político. Él y sus referentes negaron la cantidad de detenidos-desparecidos, hablaron de “excesos”, de privatizar ríos y el mar, de privatizar los trenes, alentaron corridas financieras, entre otras barbaridades. Motosierra en mano se creyeron habilitados a todo, y recibieron un golpazo. Sobre el final, una franja de la población se volcó a sumar un voto a favor de Massa, no por tener acuerdo con este candidato ajustador, si no como una forma de ponerle un freno a Milei. Reservas democráticas y de lucha en defensa de lo público se expresaron en parte en el voto contra tan nefasto personaje.
Ahora hacia el balotaje, dijimos en una declaración política de Cele Fierro y Alejandro Bodart en nombre de nuestro partido, que obviamente convocamos a no votar al ultraderechista de Milei. Le estamos diciendo a millones de familias trabajadoras y a la juventud que no lo voten, para obstaculizar así su proyecto y que no llegue al gobierno. Ser militantes activos contra Milei es una tarea de primer orden.
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Al mismo tiempo y precisamente porque el temor a que gane Milei es evidente, es que seguramente habrá muchos trabajadores y sectores de la juventud que voten a Massa. Muchos lo harán, como dice la frase popular, “con la nariz tapada”. Ya que el referente del peronismo y del Frente Renovador representa un ala derecha notoria, de marcada amistad con la Casa Blanca y el FMI. Más allá de esa ubicación recibirá votos como un instrumento para que no gane Milei. Porque entendemos a quienes lo hagan, es decir porque comprendemos su sano deseo de frenar al libertario, es que también decidimos no llamar a votar en blanco ni hacer campaña por esa alternativa. Y lamentamos que los compañeros del PTS en su declaración sobre el balotaje no digan que no llaman a votar en blanco y sean poco claros al respecto. Ya que sería muy correcto que desde todo el Frente de Izquierda Unidad, entendiendo a quienes votarán contra Milei, no llamemos en esta oportunidad a votar en blanco.
Sin darle apoyo político a los que ajustan de la mano del Fondo
En momentos como estos, también hacemos notar que la política necesaria no es decir blanco o negro ni es rechazar con dureza algo, pero callar sobre el conjunto de problemas planteados. Es por eso que llamando con fuerza a no votar a Milei y a la vez no llamando a votar en blanco. Igualmente decimos con toda claridad que no le damos ningún apoyo político a Massa y como partido no lo votamos. Entendemos, como ya dijimos, a quienes sí lo votarán. Y eso no nos impide decir, advertir, que con Massa de presidente también vendrán grandes problemas para el pueblo, como ya los hay bajo el gobierno actual donde él juega un rol central.
Massa representa un plan político apegado al Fondo, a las grandes corporaciones, a la más podrida burocracia sindical, a los señores feudales de los PJ provinciales. A los grandes empresarios, como él mismo lo demostró estos días en su visita a un evento de la Unión Industrial argentina (UIA), donde los convocó a integrar el gobierno con estas palabras: “Los invité a participar de un gobierno de unidad nacional, no solo a participar de mesas de diálogo sino a participar activamente como funcionarios, tomando decisiones, participando del gobierno“. Tan clara es la propuesta, que el sitio web oficialista Página 12, expresó sin dudar en el título de su nota sobre el evento lo siguiente: “Sergio Massa y un encuentro con industriales para darle forma al gobierno de unidad nacional”. A esto hay que sumarle los llamados y coqueteos permanentes del massismo con gobernadores radicales como el ajustador y represor Gerardo Morales de Jujuy, que viene de declarar “voy a hacer lo que haga falta para que pierda Milei”, un claro gesto político al candidato de Unión por la Patria. Lo que surge evidente, es que Massa aplica y propone un plan económico y político muy diferente al que defendemos desde la izquierda. Por lo cual no encontrará de nosotros ningún apoyo político. Ni antes ni después del balotaje.
Además, tampoco es verdad el planteo de dirigentes del peronismo que quieren presionar a quienes critican a Massa por su ajuste, diciendo que esto es “Milei o democracia”. Sabemos bien quien es Milei: un ultraderechista enemigo de los trabajadores y el pueblo, que igualmente no llega a ser un proyecto fascista. Menos ahora junto al macrismo, que le aporta otra visión también ubicada a derecha, pero no un proyecto facho. Milei es un peligro grande que llamamos a no votar y a enfrentar en todos los planos, pero no llega a ese nivel. Y a la vez tampoco el PJ es el paladín de la democracia. Es en realidad, el administrador y garante de un régimen capitalista que dista mucho de ser realmente democrático. Un régimen que decide entre pocos políticos y funcionarios los grandes temas nacionales, como entregar el país al FMI por largos años o facilitar la extracción de recursos y la destrucción ambiental por parte de grandes corporaciones. Un régimen que no garantiza el derecho democrático al trabajo digno de millones ni la alimentación de una parte importante de la población. No hacen falta campañas falaces de tinte electoralista para forzar el voto, sino jugarse por un proyecto político que luche por otra forma de democracia, que sea real, donde las y los trabajadores gobernemos y no haya políticos ni jueces privilegiados que se enriquecen mientras deciden, sin consultar a nadie, nuestro destino como país.
Fortalecer al Frente de Izquierda para lo que viene
Quedan pocas semanas para el balotaje y tenemos una posición clara al respecto. Una política integral que volvemos a poner a disposición de un debate en el FIT Unidad, para intentar explorar una posición común de nuestro frente.
A la vez, precisamente por la crisis económica y social profunda que atraviesa nuestro país y las perspectivas de mayor ajuste y dependencia al Fondo, política que solo pasa con represión, es que la tarea esencial que tenemos por delante es fortalecer al Frente de Izquierda, como único sector político que en verdad defienda los intereses de las y los trabajadores y la juventud. El único con un programa alternativo, de ruptura con el FMI, nacionalización de la banca y el comercio exterior y priorizando las necesidades sociales de las mayorías atacando los intereses de los que más tienen.
Sin perder de vista que del balance de estas elecciones surge que el FIT-U es un actor político importante y a la vez que todavía es limitada su influencia política. Y para dar un salto hay que terminar con el modelo de frente electoral, hay que evitar hegemonismos, hay que convocar a miles y poner el frente a organizar las luchas cotidianas, dándole también un funcionamiento real, semanal y de intento de actuar en común en todos los planos. No hacer eso, es decir, no animarse a cambiar y mejorar, es una traba para las tareas de la izquierda anticapitalista y socialista. Desde el MST en el FIT Unidad aportamos al frente también esta visión política y convocamos a nuestros simpatizantes y votantes a fortalecer este camino con más participación y organización en cada lugar de trabajo, de estudio y en cada barrio popular del país. Convocando a miles de trabajadores y jóvenes a prepararnos con fuerza para lo que viene.