La realidad de la política del gobierno hoy se hizo evidente frente a los ojos de millones. Al drama social masivo de falta de vivienda y trabajo digno, se le respondió al mejor estilo de las derechas reaccionarias; gases, topadoras, balas de gomas y un brutal despliegue encabezado por el represor Sergio Berni, personaje detestable quien es hombre de confianza de Kicillof y declarado cristinista.
El relato oficial del Frente de Todos, ese que habla y habla de priorizar a los que menos tienen, ese que en campaña electoral criticaba la represión ejercida por el macrismo, hoy se derrumbó al compás de varios miles de uniformados bien pagos, derribando casillas de gente sin trabajo ni salario.
El desalojo, además, fue llevado a cabo en un trabajo en pinzas con los funcionarios de la gobernación encabezados por Larroque, quien desde hace semanas vino demonizando a organizaciones y vecinos y ofreciendo “soluciones” en la TV mientras en la realidad proponía un acta que no contenía ninguna solución verdadera y buscaba dividir a los barrios. Tras tantas maniobras ayer decidió romper negociaciones y habilitar que Berni y Kicillof cumplieran con la orden del juez.
El gobierno de Buenos Aires, una provincia inmensamente rica y extensa, ¿no podía darles tierra y viviendas a 1400 familias? Claro que podía. Declarando esas tierras de utilidad pública u otorgando otras tierras similares. Sobran tierras y recursos en la provincia para garantizar ese derecho. No se lo quiso hacer y se decidió reprimir. Esa es la política de quienes se hacen llamar progres, nacionales y populares. Hoy cayó el velo, salió a la luz la verdadera cara del proyecto. Pudiste ver el mismo día a Bullrich festejando el derecho a la propiedad privada en Entre Ríos y a Berni garantizando ese derecho privado mediante palos en Guernica.
A la vez, no podemos menos que mencionar que mientras sucedía esta brutal represión, en el Parlamento el Frente de Todos votaba su presupuesto 2021. Todo un plan de gobierno ordenado para contemplar y cumplir el acuerdo con el FMI que se viene, sin ningún presupuesto verdadero para solucionar el drama de la falta de vivienda, de trabajo, de salud pública de calidad. Ese presupuesto de ajuste, como tantos otros de gobiernos anteriores, solo puede pasar con represión. Y hoy vimos un anticipo en vivo y en directo desde Guernica.
Gran acuerdo nacional, episodio uno
La semana arrancó con la carta de CFK que trajo revuelo político y diversos debates. En su texto, la principal líder del espacio de gobierno concluye proponiendo un gran acuerdo nacional a los sectores más concentrados del poder económico, financiero y político opositor. Recibió saludos y apoyos de los sectores más derechistas del mundo político por esta propuesta.
Desde ya, que además de una carta, estaba el gobierno necesitando algunas pruebas claras que posibiliten el acuerdo, para eso decidieron mostrar buena voluntad y dar el ejemplo. De ahí que decidieron, en medio de un debate agitado desde grandes medios sobre el peligro de que se ataque a la propiedad privada, tomar parte del lado de una minoría de grandes propietarios y en alguno casos supuestos propietarios, o más bien beneficiarios que usarán las tierras para hacer canchas de golf y grandes negocios inmobiliarios.
En un slogan de campaña de años atrás, la publicidad de CFK decía “en la vida hay que elegir”. Y es verdad, su gobierno nacional y el de la provincia de Buenos Aires, hoy eligió defender a los que hacen negocios con las tierras y reprimir a los sin tierra y sin trabajo. Con este tipo de decisiones, se comienza cocinar el gran acuerdo propuesto.
A la vez el accionar del gobierno demostró la falsedad de su otro slogan “es con todos”. Se nota en el llanto de madres y chicos saliendo de Guernica con sus bolsos a cuestas, que no es verdad, ni posible, esa supuesta unidad de clases tan diferentes. Hay una pelea de fondo de proyecto y de intereses de clase. Y el gobierno, tiene su clase y su proyecto definido. Hoy lo dejó muy claro. Hay topadoras y Berni para las y los más pobres. Y facilidades, subsidios y favores para grandes usurpadores de tierras, lagos y espacios verdes y públicos. El Frente de Todos declara muchas veces que, su política es tener un Estado presente. Hoy ese Estado estuvo en Guernica llevando lo peor de sus instituciones represivas a garantizar la propiedad de unos pocos, y liquidar el derecho a la vivienda de miles.
A lo largo del día, mientras desde el MST en el FIT Unidad y la izquierda acompañamos a las vecinas y vecinos y repudiamos la represión en diversas acciones en todo el país, nos llegaban muestras de repudio a la represión desde diversos sectores, incluido de muchos jóvenes y trabajadores que el año pasado han votado a este gobierno. Con los hechos de hoy la decepción se torna imposible de ocultar o no sentir si, verdaderamente, sos sensible frente al derecho de las mayorías obreras y populares. A todas y a todos quienes hoy se indignaron con la represión, los invitamos a seguir en la calle exigiendo soluciones de fondo para las familias y abriéndose a la posibilidad de ser parte de un proyecto distinto. De uno que no ande en patrullero ni tenga en los Berni el espejo donde se refleja lo que viene.