viernes, 22 noviembre 2024 - 09:49

Gualeguaychú. La universidad en peligro, la lucha marca el camino

Lxs estudiantes de la Facultad de Trabajo Social (FTS) de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) que cursan las carreras de Ciencia Política y Trabajo Social desde hace unas semanas se encuentran en la incertidumbre de saber si se continuará con el dictado de sus carreras.

La FTS tiene su sede principal en Paraná, y en Gualeguaychú comenzó el dictado de clases para una cohorte única en el año 2020, con un convenio presupuestario que se acordó entre la Municipalidad y la FTS, se trata de alumnxs del cuarto año de ambas carreras. El convenio ya presentaba dificultades, como el pago a los docentes a través de becas de incentivo y no con cargos, así como la duración que estipulaba solo entre 6 y 12 meses de pago por el dictado, aunque después tuvieran que seguir sosteniendo consultas y mesas de exámenes aún pasado años del dictado de las materias.

Ahora, la problemática que surge tiene que ver con el recorte presupuestario para continuar con el dictado de clases debido a que la actual gestión del municipio, que tiene a la cabeza como intendente a Mauricio Davico (JxC), anunció que el convenio que sostienen con la FTS se recortaría en su totalidad impidiendo el normal desarrollo del año lectivo. Por supuesto, esta situación provocó una gran preocupación al estudiantado, quienes vienen con una acumulación de reclamos por las condiciones de cursado en las que se encontraban, producto de la administración del bajo presupuesto con el que contaron desde un principio, llevada a cabo por la gestión de la universidad.

Esto llevó a la organización estudiantil por abajo, organizándose en asambleas para debatir cual sería el plan de lucha a seguir y que hoy están llevando a cabo, nucleándose bajo el nombre: Estudiantes FTS Gualeguaychú organizadxs

A continuación, compartimos una entrevista realizada a un representante de la asamblea.


¿Cuál es la situación en la que se encuentra la facultad en Gualeguaychú?

Lxs estudiantes de la FTS de Gualeguaychú nos encontramos fuera de las aulas, el calendario académico estipuló el inicio de las clases para el 18 de marzo y nosotres como estudiantes nos vemos afectados por las dificultades, la negligencia y la pereza derivada de un convenio que desde el principio mostró sus debilidades. Parecía que solamente bastaba con retirar la voluntad de concreción del mismo para que el cursado entre en peligro, nuestra situación es crítica y estamos en alerta.

¿Cuáles eran las condiciones en las que estaban? ¿Lo ven como un síntoma del ajuste nacional?
Durante los últimos años de cursada sufrimos incontables dificultades, desde el cambio constante del edificio de cursada, el escaso tiempo de anticipación con que se avisaba la confirmación del espacio, el miedo latente y constante del cambio de espacio de un cuatrimestre al otro que nos significaba replanificar la logística del día a día de lxs estudiantes trabajadores que somos, el horario de cursada era lo único que más o menos se mantenía regular.

Por supuesto que observamos a la problemática actual como un síntoma del ajuste nacional pero no podemos dejar de ver que la debilidad del convenio firmada por la gestión anterior explota por los aires en la gestión actual, si bien es un síntoma, la característica volátil y soluble del convenio data de 2020.

¿Cuál es la respuesta que presentó el intendente después de la clase pública? ¿Creen que es posible que se cumpla esa propuesta?
La respuesta del intendente fue ninguna, incluso el intendente ni siquiera le otorga importancia alguna a la lucha estudiantil y mucho menos a la educación. Si nos detenemos a evaluar cuales son los funcionarios que intentaron de alguna forma “dar la cara”, mas no resolver el conflicto, simplemente hace falta convocar a los medios para ver cuáles son los funcionarios que aparecieron a dar la cara pero no a dar explicaciones o a resolver el conflicto, me refiero a las personas que aparecen en el video que es de público conocimiento, de la reunión a la cual fuimos invitados con una instancia previa bastante tensa, en la que los funcionarios se entrometen en nuestra clase publica, la cual quisieron interrumpir y en ese momento querían desarrollar la reunión en la plaza, a su gusto y evidenciando atropellamiento. En ese momento los invitamos a retirarse de la clase pública, de la plaza, porque es nuestro espacio y a una clase se entra pidiendo permiso. Se retiran los funcionarios a sus cómodas oficinas y nosotros finalizada la clase publica ingresamos a conversar y a ver cuál era la postura que ellos tomaban para recibirnos, en ese sentido es al video que me refiero, donde la viceintendenta y otros dos funcionarios intentan dar la cara y responden a nuestras prerrogativas con una falta de tacto político llamativo.

La segunda parte de la pregunta no conlleva una respuesta puntual, porque no hay propuesta del municipio. Su propuesta no es concreta, no es pública ni se les ha comunicado a los estudiantes. La propuesta de ellos es utilizar todos los argumentos simbólicos que está usando el gobierno nacional para amedrentar.

¿Cómo planean seguir?
Planeamos seguir en alerta, seguimos fuera de las aulas. Las promesas de cartón son constantes tanto del municipio como del decanato y rectorado, lo cual evidencia que hay una clara negociación interna, privada y secreta entre estos dos molinos de viento, en el sentido quijotesco de la metáfora, que son la gestión de trabajo social y el municipio. Nosotros seguimos fuera de las aulas, en alerta y seguimos planificando asambleariamente, dando pasos firmes en nuestro plan de lucha, programado y sistematizado a través del método asambleario y horizontal.

Desde Indignadxs-MST en el FIT-U acompañamos y difundimos cada medida que lxs compañeros decidan llevar a cabo para dar más visibilidad a este atropello sobre el derecho a la educación. Esta situación llegó a un límite debido a la mala gestión desde la apertura de las carreras que tiene como responsables al gobierno de Fernández que ya venía sosteniendo un presupuesto de ajuste que hoy se profundiza con Milei y sus representantes, y además la gestión de la FTS-UNER que siempre se limitó a administrar esas migajas presupuestarias sin tomar medidas de fuerza o de exigencia hacia los gobiernos. Este fue el caldo de cultivo para tener el resultado actual. El actual ajuste presupuestario pone en peligro a las universidades de todo el país, es por esto, que la organización es la única herramienta para luchar y presionar por lo que nos corresponde. Es urgente convocar un paro general de la CGT y las CTA contra el plan de Milei y organizar una masiva marcha federal en defensa de la educación pública. 

Indignadxs – FTS, Entre Ríos

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