Como viene ocurriendo desde hace tiempo Soychú (frigorífico de aves) sigue siendo noticia en la ciudad de Gualeguay (Entre Ríos). Primero por el incendio de una de sus plantas que se encuentra en la ciudad, luego por la amenaza de un descuento de $18.000 sobre el salario de los trabajadores y, ahora, otra vez, por una nueva ofensiva patronal. Por estos días la directiva de Soychú, con la colaboración de la dirigencia burocrática del sindicato de la Carne, comandada por el Secretario General Aldo Díaz, está intentando negar el pago doble de los feriados, abonar el mismo por fuera del recibo de sueldo y negar la posibilidad de que los trabajadores puedan tener los feriados como un día de descanso dominical.
Si hacemos un repaso cronológico de lo ocurrido nos encontramos con lo siguiente.
El pasado martes 22 de marzo los trabajadores del frigorífico tuvieron una reunión en el sindicato para ser informados de la propuesta que se había negociado por arriba entre la patronal y la burocracia del sindicato. Sin ser consultados en asambleas de base, los trabajadores se encontraron con la siguiente propuesta de la empresa: A partir del 24 de marzo los feriados comenzarían a abonarse en la informalidad, por fuera del recibo de sueldo y en el mismo sufrirían un descuento de 9 horas por el pago en mano.
De esta forma la empresa busca ir contra un derecho conquistado, como el reflejado en el Art. 166 de la Ley de Contrato de Trabajo donde se establece: “En los días feriados nacionales rigen las normales legales sobe el descanso dominical. En dichos días los trabajadores que no gozaren de la remuneración respectiva percibirán el salario correspondiente a los mismos aun cuando coincidan con domingo.- En caso que presten servicios en tales días, cobrarán la remuneración normal de los días laborables más una cantidad igual”.
Un día después, hartos del abuso y explotación de la patronal y de la complicidad del sindicato, los trabajadores rechazaron llegar a cualquier tipo de acuerdo con la propuesta que se les había acercado. Acto seguido, la patronal comenzó a hacer correr una amenaza contra los mismos, donde se mencionaba que se les iba a prohibir el ingreso a la planta en caso de que no aceptaran las nuevas condiciones propuestas.
Pasado el 24 de marzo, el feriado, los trabajadores que no se presentaron a trabajar ese día recibieron una notificación que indicaba “no deberían presentarse a trabajar los días siguientes hasta próximo aviso”. Se concretaba la amenaza patronal por un estado de plena quietud consciente por parte de la dirigencia del sindicato.
Ante la extorsión sufrida, sumado a las condiciones de precarización laboral compuesta por los salarios de pobreza, más los viajes diarios (no pagos) que tienen quienes trabajan faenando fuera de la ciudad producto de que sigue parada la producción en parte de la ciudad tras el incendio, los trabajadores dijeron basta.
El viernes 25 se autoconvocaron en la puerta de la empresa para recuperar su jornada habitual de trabajo, acción que no fue acompañada por la dirección sindical y, producto de esto, se dejó libre el camino para una arremetida patronal. Al instante de la acción se hizo presente la jefa de personal de la empresa, con la compañía de un escribano, para amedrentar a los trabajadores y exigirles terminen con la jornada de protesta. Sin embargo, los trabajadores decididos y organizados de forma independiente, lograron arrancarle una reunión donde la patronal tuvo que retrotraer parte del acuerdo establecido con la burocracia sindical.
Se logró que los feriados sean tales para quienes decidan no trabajar, de todas formas, las condiciones de precarización en cuanto al pago fue algo innegociable por parte de la patronal.
Recuperar los sindicatos como herramienta de lucha
La suma de conflictos que se vienen desarrollando en la planta, compone un escenario que no descarta la posibilidad que la situación se agrave aún más. Para que el avasallamiento de Soychú no siga, hace falta una organización democrática y de base por parte de los trabajadores para resistir a las políticas de ajuste y precarización patronal. Desde ANCLA, organización sindical del MST en el FIT-Unidad, exigimos un inmediato plan de lucha ante los ataques de Soychú y sostenemos la necesidad de recuperar los sindicatos para terminar con las burocracias sindicales que no hacen nada en defensa de los trabajadores y sólo actúan para el cuidado de sus privilegios. Ante una situación política donde las patronales, con el amparo del nuevo acuerdo del FMI con el gobierno nacional y los gobiernos provincial y municipales, buscarán ajustar a los trabajadores, es necesario recuperar las herramientas de organización y poder dar las peleas venideras.
ANCLA (Entre Ríos)