Con una contundente votación de 63 votos a favor y apenas 7 en contra, el oficialismo sufrió otra derrota en el Congreso mientras el Presidente se encuentra en Estados Unidos “buscando inversiones”. La ley, que asigna fondos críticos al sector, entrará en vigor tras el rechazo al veto presidencial. Como sucedió con las sesiones anteriores en el Congreso, donde el oficialismo fue duramente golpeado, la presión de la movilización de este sector, mostró el camino para enfrentar a este gobierno.
En una sesión que refleja el profundo aislamiento político del gobierno, el Senado de la Nación convirtió en ley la Emergencia en Discapacidad al levantar el veto presidencial con una contundente votación de 63 votos afirmativos contra apenas 7 negativos. La derrota legislativa ocurre mientras el presidente Javier Milei se encuentra en Los Ángeles reunido con inversores internacionales, en un viaje que busca proyectar estabilidad pero que contrasta con la realidad de un gobierno que pierde control sobre el Congreso.
La sesión, presidida por Bartolomé Abdala en reemplazo de Victoria Villarruel (quien asume el Ejecutivo durante el viaje de Milei), se desarrolló en un contexto político complicado para el oficialismo: a 48 horas de las elecciones clave en la Provincia de Buenos Aires, en medio del escándalo de presuntas coimas en la ANDIS que involucra a Karina Milei, y con una economía libertaria que forzó la intervención directa del Tesoro en el mercado cambiario.
La dura derrota del gobierno evidencia el creciente descontento social. La constante movilización y acción callejera del sector de discapacidad, que unificó a usuarios y trabajadores para enfrentar la represión del gobierno y sobrellevar las agresiones públicas de los libertarios, al igual que la protesta de los jubilados, marcó el camino a seguir para terminar con un gobierno aturdido por una crisis que no parece dejar de profundizarse.

Una derrota anunciada y contundente
La norma había sido aprobada originalmente en junio con apoyo abrumador, superando holgadamente los dos tercios necesarios. El veto presidencial, rechazado previamente por Diputados el pasado 20 de agosto, encontró en el Senado el mismo destino: solo los 7 senadores de La Libertad Avanza votaron en contra del levantamiento, evidenciando el casi total abandono de los aliados que meses atrás habían permitido aprobar la Ley Bases.
El tratamiento adquirió una importancia particularmente aguda dado el escándalo que estalló en las últimas semanas, donde audios del ex titular de la ANDIS, Diego Spagnuolo, sugieren un sistema de retornos del 3% por la compra de medicamentos que tendría como destinataria final a Karina Milei, secretaria general de la Presidencia. La oposición había evaluado incluir en el temario un pedido de interpelación a Karina Milei, pero finalmente optó por postergarlo para priorizar la urgencia de los fondos para el sector.

El proyecto que recorta los DNU avanza
El segundo tema clave de la sesión fue el proyecto destinado a recortar el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), herramienta utilizada de manera recurrente por Milei para implementar medidas sin pasar por el debate parlamentario. La iniciativa, que busca establecer mayores controles y limitaciones a la emisión de DNU, obtuvo dictamen favorable y avanzará hacia su tratamiento en el recinto, representando otro cercenamiento significativo a la estrategia de gobierno mileista.

Un gobierno acorralado en todos los frentes
La votación confirma la desconsolidación de apoyos del oficialismo. Lejos quedan los 36 votos que le permitieron aprobar la Ley Bases en junio. Todas las fuerzas tradicionales, mirando el desarrollo de la crisis oficialista, y con las elecciones a la vuelta de la esquina, buscan desmarcarse del caos que aturde a los libertarios. En la última sesión, antes de esta votación, el gobierno sólo pudo contar con sus 7 senadores propios más el aporte testimonial de tres aliados: Carmen Rivero y Martín Goerling Lara (PRO) y Carolina Losada (UCR). Pero en este último episodio, ni el PRO y ni los radicales violetas les dieron esa asistencia.
Este nuevo revés parlamentario se suma a una seguidilla de derrotas:
- El rechazo en Diputados al veto sobre jubilaciones
- La aprobación del Financiamiento Universitario
- La sanción de la Emergencia Pediátrica
- La caída de la derogación de los decretos de Sturzenegger
El Gobierno llega a la veda electoral del 7 de septiembre con el Congreso convertido en uno de sus mayores frentes de tormenta, una economía que requiere intervención directa para evitar una devaluación, y una crisis de corrupción que salpica a su núcleo íntimo de poder. La contundente derrota de hoy -63 a 7- confirma su profundo aislamiento político en la antesala de un resultado electoral que, como lo indicó la convocatoria del acto en Moreno, se inclinaría en contra de La Libertad Avanza.