viernes, 15 noviembre 2024 - 12:16

Googleá Nunca Más. La visita al ángel de la muerte

El pasado 11 de julio los diputados de La Libertad Avanza Guillermo Montenegro, Rocío Bonacci, María Fernanda Araujo, Alida Ferreyra, Lourdes Arrieta, con Beltrán Benedit a la cabeza visitaron a presos condenados por crímenes de lesa humanidad en el penal de Ezeiza, entre ellos al “ángel de la muerte”, Alfredo Astiz.  Hoy en día, sigue habiendo repercusiones internas y externas de ese “tour”.

Declaraciones cruzadas

El “tour” por el penal de Ezeiza para visitar a los genocidas no tardó en obtener un amplio rechazo social. De forma tal que ahora se pasan la pelota y nadie quiere hacerse cargo de la visita.

Dos de las diputadas acusaron haber ido engañadas y que no conocían a las personas que se encontraban ahí, como si se tratara de una visita a un geriátrico y no a un penal de máxima seguridad.

La primera que salió a desligarse fue Rocío Bonacci, hija de José Bonacci, apoderado de UNITE, sello electoral que ya ha acompañado diversas conformaciones anti derechos y negacionistas de la dictadura.

Los diputados involucrados

Ella apuntó hacia su compañero de bloque Beltrán Benedit afirmando que recibió “una invitación por parte de un colega y de hecho confié, que creo que ese fue mi mayor error. Primero porque era una vista con un buen objetivo de fondo. Y segundo, porque aparentemente tenía el okey de Martín Menem y de Casa Rosada“.

Según la diputada santafesina sintió “un engaño, no se me dio la información completa”, ya que solo sabía que era una “visita humanitaria” y el resto de la información se le “suministro llegando al penal”.

Además se escondió en su edad, escudándose de que con sus “28 años recién cumplidos”, ella no conocía a los genocidas y que su “primera reacción fue googlearlos”.

Ella sostiene que “la visita se convocó desde una combi oficial” y realmente tiene un okey dado desde presidencia o desde la misma gestión, porque sino no te habilitan un vehículo para trasladarte donde vos quieras”.

Por su parte, la diputada Lourdes Arrieta, quien forma parte de la comisión de Defensa de la HDC, es hija del militar Tomás Arrieta, que el Centro de Ex Combatientes de Islas Malvinas de La Plata denunció que había sido investigado por violaciones a los derechos humanos.

En sincronía con su compañera de bloque, como si hubiera sido arreglado, ella sostuvo: “Fuimos engañados”. Que creyó que era una “visita humanitaria para conocer las condiciones edilicias y también sanitarias de los internos”. (¿Desde cuando a la LLA le interesa las condiciones de los presos?).

Además, afirma que creyó “en la institucionalidad, porque ningún proyecto, ni ninguna visita se coloca si no se tiene un visto bueno” y sentencio que “estaban a sabiendas todos los diputados, incluyendo el presidente del bloque”.

La diputada mendocina también utilizó su edad y desconocimiento como escudo, declaró: “Nací en el 93 y no tengo ni idea quienes eran los personajes de esa época, yo la verdad, internos de 80 años, yo no sabia los nombres, no sabía las caras, no tenía ni idea.

La ligereza con la que Bonacci y Arrieta hablan de una visita a un penal de máxima seguridad, en el cual los “representantes del pueblo” mantuvieron una reunión con Alfredo Astiz y otros represores es parte de la cascara que encubre realmente el “tour” libertario a Ezeiza.

Más aún, con el contraste del mensaje de la diputada Arrieta en el grupo de WhatsApp de la bancada libertaria, publicado por Página 12. En el mismo afirma que quiere “saber la verdad de primera mano” en vísperas al encuentro con el genocida.

Por otro lado, sus declaraciones deslizan el conocimiento y el aval del presidente de la cámara, del bloque y de la propia Casa Rosada. Martín Menem en entrevistas se limito a decir que eran parte de la agenda personal de los diputados y luego de que había una operación de la prensa.

Así mismo, Bonacci en su declaración comentó que uno de los temas debatidos en el encuentro es que hay presos de crímenes de lesa humanidad que tienen más de 70 años. Seguramente los sectores afines estarán viendo la estratagema posible para sacar a los genocidas del penal, la edad es una de ellas. Cualquier intento que hagan hacia ese rumbo será confrontado y repudiado.

Por el momento, avanza la posibilidad de una comisión investigadora conformada por miembros de los bloques del Congreso que definirá si los diputados involucrados deben ser desafectados de su cargo por “inhabilidad moral”.  Desde el oficialismo confían en poder obstaculizar esta posibilidad.

Alfredo Astiz

No es un gesto, es una orientación

La visita a los genocidas, entre quienes estaban el “ángel de la muerte”, Alfredo Astiz, quien se infiltró en las Madres de Plaza de Mayo, con el objetivo de eliminarlas; Adolfo Donda, exoficial de la Armada y apropiador de Victoria Donda; Antonio Pernías, integrante del grupo de tareas que funcionaba en la ESMA y Raúl Guglielminetti exagente de inteligencia del Batallón 601 no es solo un sombrío y repugnante gesto, es parte de una orientación que tiene el gobierno de desconocer la lucha y las conquistas en derechos humanos que se consiguieron a lo largo de los años.

La propia vicepresidenta esta muy ligada a visitas al mismísimo Videla, cuando este estaba en vida. Y el discurso “oficial” del gobierno tiende a pendular entre la teoría de los demonios y la reconciliación a la defensa del accionar militar contra “la subversión marxista”.

Del mismo modo, avanzan en el desguace de los espacios de memoria bajo la lógica del “no hay plata”, al mismo tiempo que le destinan millones a la nueva SIDE.

Tampoco sorprende que desde el gobierno, a través de cuentas oficiales deseen darle relevancia a Roberto Félix Álvarez, colaborador civil del Batallón de Inteligencia 601 del Ejército durante la dictadura.

Roberto Félix Álvarez junto a Manuel Adorni

Ya lo demostraron los miles que se movilizaron el ultimo 24 de marzo, las banderas de la lucha por los derechos humanos siguen ondeando bien alto y tocan la fibra sensible de una gran parte de la población.

La reserva democrática a nivel internacional viene actuando como revulsivo para confrontar los planes de la ultraderecha. En argentina, el gobierno tiende a una lógica del todo o nada y juega con fuego. Sobre los derechos conquistados no daremos un paso atrás. Nuestro país ya dijo NUNCA MÁS y no vamos a olvidar, ni reconciliarnos jamás.

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