Así lo anunció el CEO de YPF, Sergio Affronti, quien señaló que “es necesario aplicar incrementos de los precios en los próximos tres meses en el orden del 15%, más el aumento que se puede producir por el alza del impuesto a los combustibles, de forma de generar el abastecimiento necesario de energía”. Al porcentaje anunciado como señala Affronti, habrá que sumarle el impuesto que se calcula en alrededor del 3%, por lo que el aumento total será del 18%. El primer aumento rondaría entre el 6 y 7% y se producirá el próximo martes.
A pesar de que no existe ninguna ley regulatoria del precio de los combustibles, la posición dominante en el mercado de YPF, que controla el 55% del mismo, marca el paso del resto de las compañías, por lo que se descuenta que Shell, Puma Energy y Axion, por mencionar solo a las que siguen en importancia, suban los precios siguiendo los aumentos de la YPF Sociedad Anónima, con mayoría del paquete accionario en manos del Estado.
El aumento de los impuestos sobre el precio de las naftas y el gasoil: el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), que se incrementan cada tres meses siguiendo el ritmo inflacionario, aunque no impactó en forma inmediata en el precio, a corto plazo impactaría, y las petroleras estaban esperando la decisión de YPF.
Los combustibles aumentaron cuatro veces en el año. El último aumento fue el 15 de febrero. Aunque hubo distintos aumentos en las provincias, en la Ciudad de Buenos Aires los precios subieron, en promedio, un 12% en los primeros dos meses del año. ¡Un porcentaje un 50% más que el altísimo promedio de inflación de estos meses!
Estos aumentos vuelven a cuestionar la pauta inflacionaria (y de aumento de los salarios) del 29% propuesta por el gobierno. Con el ritmo de inflación de los dos primeros meses la proyección anual de inflación es alrededor del 48 -50%.
Como medidas distractivas o directamente mentiras, para intentar amortiguar el sacudón que significan estos aumentos de los combustibles, el gobierno en el día de ayer anuncio con toda pompa que YPF le hacía un 15% de descuento a los docentes ¡Pasó apenas un día y ya se perdió la mitad del beneficio anunciado! Pero las declaraciones del presidente Fernández días atrás son directamente una verdadera tomada de pelo a la gente, señaló que le “preocupa ‘mucho’ el proceso inflacionario y señaló que ‘hay un problema psicológico con los combustibles, porque aumenta y aumenta todo.” (La Nueva Mañana, 09/03/2021).
No hace falta ser especialista en economía para saber que el aumento de los combustibles impacta sobre el conjunto de los precios. Lo interesante es que ahora vamos a tener que “ir al psicólogo” para entender lo que nos pasa.
Es que es tan burda la mentira sobre el curso de la inflación, tan difícil de disimular que, aún en un año electoral, lo que prima es el ajuste, que Fernández y su troup caen directamente en el ridículo a la hora de justificar las políticas del “gobierno popular”, que para mantener la ganancia que le exigen los capitalistas, no para de aumentar. El Frente de Todos crítica las políticas de Macri en la campaña electoral… pero aplica similares aumentos de precios y ajustes.
Las excusas para semejante aumento que esgrimen los CEOs de YPF, son los aumentos de los precios internacionales del petróleo (que llevaron el barril de 40 a 70 dólares desde noviembre pasado), la inflación y la devaluación del peso argentino. Además, que en el último año YPF habría arrojado perdidas por 1.000 millones de dólares, entre otras cosas por la crisis que golpeó sobre la industria petrolera como consecuencia de la aguda recesión mundial agravada por la Pandemia.
Ahora serían los buenos precios internacionales los culpables del aumento… y los argentinos deben pagarlos. Se termino con la actualización por goteo y se marcha hacia la unificación del precio local con el internacional. Un desastre para un país productor de combustibles.
Desde el MST en el FIT Unidad nos oponemos por completo a estos aumentos. Es necesario congelar los precios de los combustibles de inmediato, nacionalizar el Comercio Exterior, nacionalizar por completo YPF y los recursos energéticos del país, y poner estos recursos al servicio de un modelo distinto de desarrollo económico al servicio de las mayorías populares y no de los pingües negocios de las multinacionales.