Las imágenes hablan por sí solas. Enorme, multitudinaria, potente, decidida. Una movilización histórica consciente de que la educación pública está en riesgo y hay que defenderla. Y evidentemente, sobra fuerza social en su defensa. Hoy se expresó en la calle, tanto en Buenos Aires como en otras importantes ciudades del país, un poderoso movimiento que dice ¡Basta Milei! Con la educación, con la universidad y con nuestro futuro no se juega.
Realmente ha sido conmovedor ver pasar una columna tras otras de miles y miles de estudiantes universitarios, terciarios, secundarios. De profesores, docentes y trabajadores de diferentes gremios. Ver llegar por Av. de Mayo y por las diagonales Norte y Sur a miles de ciudadanos independientes trayendo su apoyo en defensa de la educación pública. Saber que mientras Plaza de Mayo estaba ya repleta y llevándose adelante el acto final, todavía había grandes columnas hasta la Plaza Congreso. Emocionante ver familias, abuelas y abuelos, parejas con sus hijas y e hijos. Ver actores y personalidades frente al Gaumont en defensa del INCAA. Ver movimientos sociales con columnas de trabajadores desocupados, de quienes menos tienen, de esas familias empobrecidas que también dijeron presente por la educación. Ya se hacía de noche y todavía miles y miles seguían en la calle reclamando por la educación pública y detrás de ese reclamo, evidentemente se expresa mucho más, un hartazgo más profundo con lo que se está viviendo.
Hoy se vivió una jornada en un sentido similar a las enormes movilizaciones de un 24 de marzo, por su compromiso, su magnitud, su fuerza social. Que fue gigante y sentida como los festejos del mundial. Hoy presenciamos la respuesta contundente, masiva y popular al discurso de anoche del presidente Javier Milei, que intentó mostrar un país irreal donde vamos bien y somos felices, mientras la pobreza crece, el desempleo aumenta y la inflación sigue golpeando. Y en ese contexto que le hace imposible a las mayorías llegar a fin de mes, además se les ocurre desfinanciar la universidad, la educación pública, ahogarla presupuestariamente. Y acá están las consecuencias de esa política brutal, ajustadora, anticientífica, de ultraderechistas que quieren un pueblo ignorante y esclavo.
Solo que está política reaccionaria contra todo lo público y sus provocaciones diarias, en lugar de encontrar miedo y parálisis ha despertado un pueblo, un movimiento popular en defensa de lo público que puede cambiar la tendencia de los meses que vienen. Porque esos miles y miles de jóvenes hoy en la calle junto a otros miles y miles de asalariados no terminaron su acción protagónica esta tarde, la misma recién está comenzando. Una especie de primer capítulo en el caso de la juventud, de lucha masiva y frontal contra el gobierno de Milei que veremos porqué caminos se continúa desarrollando las próximas semanas y meses por nuestra educación pública, por la universidad, el Conicet y por nuestro sistema científico.
Evidentemente el gobierno acaba de recibir un fuerte golpe. No puede evitar el sacudón ni disimularlo aunque lo intente. Hasta algunos de sus medios y periodistas afines hablan ahora, luego de esta jornada histórica de movilización, de un error político del gobierno al confrontar con la universidad. Un gobierno que además, con sus principales funcionarios declararon incluso que iban a usar un protocolo antipiquetes contra la Marcha Federal y finalmente tuvieron que guardar en silencio, en algún lugar, todo su aparato represivo. Por supuesto ahora se aferra a su discurso provocador y polarizante para mantener su base social y habla de “tema cerrado”, de que ya acordó con la universidad y le envío fondos, que no hay nada más que hablar, cuando todos saben que el dinero no alcanza ni para garantizar un funcionamiento básico en las facultades.
Sucede que en realidad cientos de miles han hablado saliendo a la calle y han recibido el apoyo social de millones. Quien pretenda negar este hecho indisimulable, puede darse contra la pared. La propia dirigencia de la universidad tendrá que tomar nota de todo este movimiento, ya que en su seno albergan dirigentes de viejos partidos y sectores acomodados y burocráticos que no están ni de cerca a la altura de lo que este movimiento de lucha necesita. Es la hora, como tantas otras veces, que un movimiento asambleario y desde abajo garantice la continuidad de esta pelea en cada facultad, terciario y colegio secundario. Hasta quebrar el ajuste del gobierno y que tengan que enviar todo el presupuesto que hace falta.
Con este impulso, ahora vamos contra todo el plan Milei
La jornada de hoy, enorme y apasionante en Buenos Aires y también en Córdoba, Mendoza, Mar del Plata, Santiago y otras ciudades, hace las veces de punto de inflexión, de antes y después en medio de la puja entre el pueblo movilizado y el gobierno ajustador y represor. Tal vez la jornada histórica de hoy sea el inicio de un cambio de momento, de un paso a una mayor ofensiva popular, obrera y de la juventud. Una acción que interpela a toda la dirigencia, en particular a la conducción burocrática de la CGT que tiene un paro convocado a la vez que negocia con el gobierno. Esta acción tan potente quita margen de maniobra y por el contrario, fortalece la exigencia para que no haya solo un paro dominguero, pasivo. Miles y miles hoy movilizados le exigen a las conducciones de la universidad en primer lugar y a todas las centrales sindicales que se avance a un plan de lucha real, unificado, progresivo, decidido y hasta derrotar todo el siniestro plan de Milei.
No hay otro camino ni negociación política posible con quienes quieren destruir décadas de derechos conquistados. Nadie se salva solo y hoy se hizo evidente con una enorme unidad social en la calle. No hay lugar para conciliar proyectos: o avanza Milei y liquida conquistas sociales y democráticas incluyendo la universidad pública, o avanza el movimiento echando por tierra todos los planes de Milei y abriendo una nueva situación.
Apostamos e impulsamos este último camino. Para frenar el desastre en curso y sabiendo que en forma alternativa hay que fortalecer un proyecto de izquierda, con peso en franjas de masas, porque cada vez es más claro que entre quienes han gobernador antes y quienes gobiernan hoy, nos trajeron a este desastre económico y social. Hoy defendamos con toda nuestra fuerza la educación pública, gratuita y de calidad. Y también saquemos conclusiones políticas correctas. Es muy necesario para todo lo que viene.
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