lunes, 23 diciembre 2024 - 05:53

Gerardo Martínez habla de una acción de la CGT. ¿Sonó el despertador?

Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA dialogó con varios medios luego de participar del AmCham Summit 2022, un evento de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina. También lo hizo en ocasión del congreso de su sindicato. Entre otras cosas planteó que la CGT evalúa movilizar contra la inflación ¿Habrán tomado nota del descontento en las bases?

Sindicalista de los ricachones

Martínez fue invitado a hablar sobre las relaciones laborales en el AmCham Summit 2022. Apuntó a “amoldarse” a los nuevos tiempos, sin miedo a los cambios. Dijo que “los cambios en la modalidad laboral, sin perder derechos, dan oportunidades y agilidad al trabajador y al empresario”. Sus palabras no sorprenden. Martínez le hace el trabajo sucio al empresariado, volviendo a poner sobre el tapete la discusión de reformas laborales como las rechazadas por los trabajadores en las movilizaciones de 2017.

Alineado con la política oficial y el ajuste del FMI, Martínez declaró: “Lo apoyo a (Martín) Guzmán, es sensato, es la alternativa de criterio para resolver la macroeconomía”, explicando la posición genuflexa de la CGT en el Consejo del Salario.

Repercusiones de la Marcha Federal

El sindicalista también hizo declaraciones tras la Marcha Federal, poniendo énfasis en que el país debe tomar un rol exportador, utilizando de ejemplo a Vaca Muerta como una medida acertada de la política macroeconómica. Argumentando que, de no ser así, aproximadamente un 30% quedaría por fuera del sistema productivo. Que para solventar esto es necesario ir más allá en el crecimiento, sin quedarse solo en mercado interno.

Claramente plantea más medidas extractivas, como el agronegocio, el fracking o la megaminería, que impongan como principal motor de la economía las exportaciones de commodities, manteniendo al país como una semicolonia de exportación de materia prima. Un modelo que concentra la riqueza y viene profundizando la pobreza.

Haciendo referencia a la enorme Marcha Federal de la Unidad Piquetera, declaró: “El debate de los problemas estructurales no puede ser ideológico, debe ser concreto y pragmático. Argentina hace 10 años que no crece ni recibe inversiones. Es necesario trazar una concertación política, delineando políticas de Estado que perduren más allá del tiempo. La situación está grave en Argentina. La política es el marco fundamental de la democracia y nos tiene que convocar para una propuesta profunda”.

Estas palabras muestran su rol conciliador con el empresariado y el gobierno. La discusión sobre la solución a los problemas estructurales del país está completamente ligada a la discusión ideológica, no puede quitarse del foco los intereses de quiénes se representan y defienden. Un dirigente sindical que no defiende los derechos de los trabajadores y busca la conciliación con los sectores del poder concentrado, muestra su ideología.

También muestra su ideología poniendo en debate un nuevo eje que se busca instalar hacia los movimientos sociales: “la cultura del trabajo”. Otra vez nos vienen con que “hay trabajo, solo que la gente no quiere trabajar”. La desvinculación que muestran con la realidad que se vive en el país es inaudita, donde más del 40% de sus habitantes está bajo la línea de pobreza y el desempleo es de dos dígitos. “El problema es cómo obtienen la disciplina laboral, porque no están acostumbrados a eso. Hay muchas familias que perdieron esa valoración y están acostumbrados a recibir sin dar nada”, aseveró el burócrata.

La CGT… ¿moviliza?

Supuestamente, en la CGT estarían evaluando movilizar para dar “una alarma a la sociedad y al empresariado de que con este proceso inflacionario no tenemos destino”.

Estas declaraciones se dieron en el marco del congreso de la UOCRA, el cual contó con la participación de Juan Manzur, jefe de Gabinete; Héctor Daer, cotitular de la CGT y el ministro de Trabajo Juan Moroni, quien cerró el evento. La presencia de los ministros en el congreso sindical demuestra que el órgano de la CGT es el apéndice fundamental del gobierno para intentar mantener tranquilas las aguas de la bronca popular que brota desde abajo.

Como es imposible esconder el sol con un dedo, pese a su alineamiento con el gobierno, Martínez sacó a relucir algunas críticas apuntando al proceso inflacionario, el mayor en los últimos 30 años. Dijo: “Falta un plan antiinflacionario y se necesita una tranquilidad política de aquellos que gobiernan para generar confianza”.

Aunque descartó una medida de fuerza afirmó que en la CGT se está debatiendo llevar adelante una movilización “a mediano plazo”. En palabras de Martínez ,“una reacción de los trabajadores organizados, con una acción concreta para generar la alarma de que este proceso inflacionario no nos da destino”.

La salida es por izquierda

Como han demostrado las palabras del dirigente de la CGT, no hay definición ni medida de lucha concreta contra la situación paupérrima que viven los trabajadores y sectores populares del país. La quietud que manejan las centrales sindicales, no es más que su mayor esfuerzo en mantener “controlados” a los trabajadores para que las bases no los desborden por completo.

La enorme Marcha Federal dejó al descubierto la voluntad de lucha y descontento que hay con el gobierno, que los reclamos no pueden esperar. La urgencia del plato de comida en la mesa de millones de familias no se soluciona con alguna medida aislada a mediano plazo, es necesario un plan de lucha, una huelga general. Y en la medida que la burocracia no mueva un pelo, es necesario empujar desde abajo. Una tarea con la que el Plenario del Sindicalismo Combativo tiene que contribuir.

Desde el MST en el FIT Unidad creemos que no hay que esperar ni un segundo más y seguir profundizando la organización del movimiento piquetero y la unidad con los trabajadores ocupados. Se necesitan medidas para solucionar la crisis, comenzando por no pagar la fraudulenta deuda con el FMI y aplicar un impuesto progresivo y permanente a las corporaciones y grandes fortunas; junto a esto nacionalizar la banca y el comercio exterior, para controlar verdaderamente la economía del país y no dejarla en manos de los ricachones. Contra la inflación y la pobreza hay que eliminar el IVA de la canasta, penalizar a las empresas que especulen y un aumento general de salario, jubilaciones y planes sociales. Solo con estas primeras medidas de carácter socialista podemos pensar en una verdadera solución a la crisis.

Nahuel Schiavoni

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